CULTURA
Una sinfónica salvadoreña con el mensaje de paz en el Corazón de Washington DC
POR: ALIRIO ALEMAN
Un mensaje con la mejor armonía y melodía musical, manifestando que los jóvenes quieren la paz en El Salvador, fue trasladado por medio de los instrumentos musicales y las voces de 150 miembros del Coro y Orquesta Sinfónica Don Bosco y fue recibido por cientos de salvadoreños que asistieron, aplaudieron, gritaron y lloraron en las tres presentaciones que hizo el prestigioso grupo juvenil salvadoreño entre el 27 y 30 de abril en diversos lugares de la capital estadounidense.
La comunidad salvadoreña del Área Metropolitana de Washington recibió con alegría a 130 músicos juveniles Y 20 organizadores que conforman El Coro y la Orquesta Sinfónica “Polígono Don Bosco” de El Salvador.
Con el lema “LA VOZ DE LA MUSICA SILENCIA EL GRITO DE LA VIOLENCIA” el coro y la orquesta se presentó en el “Concert Hall” del Kennedy Center y las Artes Escénicas en Washington el pasado 27 de abril para deleitar con su música a una audiencia mayormente hispana que aplaudió cada interpretación musical.
La alegría se desbordó desde el inicio cuando interpretaron el Himno Nacional de los Estados Unidos de América y de El Salvador, los aplausos no cesaban mientras los invitados especiales seguían interpretando “Halleluyah” “O Bone Jesu” “Lacrimosa” de Mozart.
“Para llegar hasta Washington hubo mucho sacrificio, pero ha valido la pena”, decía muy emocionado el director del Colegio Don Bosco, el sacerdote salesiano José Moratalla, el “Padre Pepe “como le dicen en El Salvador.
Escuchar la música clásica de Mozart, Handel, Palestrina, Ciriaco de Jesús Alas y Nolan Hernández con “Pipiles en Cuscatlán” interpretada por esta sinfónica en el Millennium Stage no ha sido fácil pero ha venido a revolucionar la mente de estos jóvenes que han sido rescatados de zonas de alto riesgos alrededor de la capital salvadoreña.
El Salvador ha estado en la mira de las instituciones internacionales como el Banco Mundial que apoya a esta obra con una donación por parte de Japón desde el 2011 para rescatar a la juventud de la violencia que azota al país.
El Banco Mundial les proporcionó los instrumentos musicales desde el 2011 y ahora con la participación del Kennedy Center fueron invitados como los grandes a demostrar su talento en el más prestigioso teatro de Washington.
En la conferencia de prensa realizada en la Embajada salvadoreña, el “Padre Pepe” agradeció públicamente la invitación hecha por el Banco Mundial a través de la Fundación de Educación y Trabajo de El Salvador (EDYTRA) en coordinación con El Ministerio de Relaciones Exteriores y el apoyo de la Aerolínea AVIANCA.
El canciller Hugo Martínez quien viajó a Washington acompañando a estos jóvenes expresó que esta manera de apoyar a la juventud a través de la música, es el reflejo de la otra cara de El Salvador, donde se apuesta a involucrar a los jóvenes en cualquier manifestación y digan no a la violencia.
Roberto Kriette, fundador y presidente de AVIANCA, manifestó que este ha sido un mega esfuerzo de traer estos jóvenes a Washington y que con su talento han ganado miles de aplausos y a la vez dijo que El Salvador necesita de miles de “Padres Pepes” para sacar adelante al país.
El Coro y la Orquesta Sinfónica Don Bosco también se presentó en la Iglesia Sagrado Corazón y en el Banco Mundial este jueves 30 de abril en el mismo corazón de Washington donde han robaron aplausos con su interpretaciones tradicionales como “El Carbonero” de Pancho Lara, “La vida es un Carnaval” de Celia Cruz y un popurrí de Pérez Prado “El Mambo”.
Fue admirable ver a niños de siete años deleitando a la audiencia con violines y directores tan jóvenes como Daniel Ayala, Bryan Cea, Numa Bracamontes y Damaris Chacón (graduada de Mercadeo y maestra de violín) quien interpretó “Dichoso Fui” del maestro salvadoreño Ciriaco de Jesús Alas.
Este numeroso grupo de jóvenes fueron recibidos con alegría por familiares, amigos y organizaciones como COCIES, Lauriol Plaza Restaurant, el Comité Cívico Cultural Salvadoreño entre otros que han aportado su tiempo y alimentación. Además han visitado las escuelas públicas del área para intercambiar conocimientos.
Estos niños y jóvenes regresaron felices a El Salvador este 1 de mayo de mayo donde volverán a jugar como niños y esta travesía por la capital del mundo ha quedado marcada como un sueño es sus tiernas memorias, pero aquí han dejado sus huellas marcadas robándose lágrimas de alegría desde el instante mismo que subieron al escenario.
Los washingtonianos les han aplaudido, los abrazó en cada concierto y les suplicó que vuelvan a deleitar con su música a tantas almas necesitadas y mirar una vez más a estos niños y jóvenes que dicen “NO A LA VIOLENCIA A TRAVES DE LA MUSICA” en la tierra de El Salvador.