MIGRACION
Cincuenta inmigrantes que estaban de manera ilegal en México fueron bajados de un avión a punto de despegar de Cancún cuando iban a trasladarse hasta la frontera con Estados Unidos, este 28 de mayo. Además, la Policía Federal rescató a 40 inmigrantes que estaban secuestrados en las ciudades de Reynosa y Nuevo Laredo, en el norte del país.
En el caso del avión, el Instituto Nacional de Migración (INM) informó que una llamada anónima alertó sobre la presencia de un grupo de personas sin documentos migratorios en el vuelo 4210 de la aerolínea Viva Aerobús, con destino a Reynosa.
El vuelo fue demorado, cuando faltaba poco para el despegue desde el destino turístico de Cancún, en la península de Yucatán, para hacer una revisión de documentos.
El grupo estaba integrado por 23 salvadoreños, 18 cubanos, cinco guatemaltecos, dos hondureños, un beliceño y una persona oriunda de la isla de Granada.
Los 50 inmigrantes quedaron bajo supervisión de las autoridades para su repatriación, porque no pudieron demostrar que estuvieran en México de manera legal.
Reynosa, en el estado de Tamaulipas, es una de las ciudades desde la que migrantes centroamericanos y de otros países intentan cruzar de manera ilegal a Estados Unidos.
La mayoría se traslada por vía terrestre hasta Reynosa y paga a traficantes de personas para que los hagan cruzar. Sin embargo, a veces los migrantes son víctimas de esas mismas organizaciones que los secuestran para exigir el pago de un rescate a sus familias.
La Comisión Nacional de Seguridad informó de tres operativos de rescate. En Reynosa la policía detectó que, desde la ventana de una casa, un grupo de personas pedía ayuda y al ingresar encontró a 20 personas de Guatemala y El Salvador, que dijeron que estaban secuestradas. Un hombre de 24 años fue detenido.
Después, se rescató a cuatro hondureños, tres guatemaltecos, un salvadoreño y dos mexicanos en otras tres casas en la misma ciudad.
El tercer operativo se hizo en Nuevo Laredo a partir de la denuncia de desaparición de una mujer originaria de Guanajuato, en el centro de México.
En una casa se encontró a diez personas -siete mexicanos, dos hondureños y un nicaragüense, entre ellos la mujer que estaba siendo buscada-, que estaban privadas de la libertad.