TENNESSEE
Cuatro militares estadounidenses murieron en el ataque a un centro de reclutamiento del Ejército y otro del cuerpo de reserva de los Marines este jueves 16 de julio en Chattanooga, Tennessee. También falleció el autor del ataque, identificado por el FBI como Mohammad Youssuf Abdulazeez de 24 años, nacido, según medios locales, en Medio Oriente.
Los cuatro militares fallecidos pertenecían al cuerpo de Marines, informó el departamento de Defensa en Washington. El ataque dejó además tres personas heridas.
ATACANTE SOLITARIO
El oficial del FBI Ed Reinhold, encargado de la investigación, dijo que el primer tiroteo ocurrió cerca de las 10:45 am hora local (14:45 GMT), en el centro de reclutamiento al este de la ciudad.
Las primeras informaciones oficiales señalan que el atacante actuó en solitario.
Agentes del FBI fueron desplegados por el sur del país para colaborar con las investigaciones que realizan las autoridades locales. “Este es un día triste para Estados Unidos. Estos oficiales sirvieron al país con orgullo y son las víctimas de estos ataques”, dijo Kilden.
Varios testigos reportaron haber visto al hombre disparar desde su carro al centro de reclutamiento. Gina Mule, empleada de un restaurant local le dijo a la cadena CNN que escuchó “ruidos realmente fuertes” y vio a un hombre con un “rifle de gran potencia”. “Hubo muchos disparos”, agregó Mule.
El FBI señaló que Youssef Abdulazeez no había sido investigado por las autoridades federales y tras el ataque, agentes federales acudieron a su casa a registrarla.
Por su parte, Andy Berke, el alcalde de Chattanooga, una ciudad de 170.000 habitantes en el sureste de Tennessee, describió lo sucedido como “una pesadilla”, al relatar cómo el sospechoso disparó en dos lugares distintos contra soldados antes de enfrentarse con agentes locales.
En primer lugar, efectuó cerca de 30 disparos contra un centro de reclutamiento de la Armada, donde dejó varios heridos, y posteriormente condujo cerca de 10 kilómetros hasta una instalación de Reserva de los Marines, donde se produjeron las muertes.
En total, los tiroteos tuvieron lugar en apenas 30 minutos. Entre los heridos figuran un policía local y un soldado del centro de Marines, y todos ellos se encuentran en situación estable.
Las autoridades no han especificado si Youssef Abdulazeez murió a causa de disparos de la policía o se había suicidado, pero subrayaron que contaba con numerosas armas semiautomáticas.
Por su parte, el secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, afirmó en paralelo en un comunicado que “la agencia está siguiendo de cerca lo ocurrido y respaldando la investigación liderada por el FBI” y que “están asegurando los protocolos de seguridad en ciertas instalaciones federales, por un exceso de precaución”.
Abdulazeez vivía en Hixon, una pequeña localidad a las afueras de Chattanooga, y su padre trabajaba en el Departamento de Obras Públicas de la ciudad.
El gobernador del estado de Tennessee, el republicano Bill Haslam, afirmó que “se han perdido vidas de algunos soldados que habían servido con lealtad nuestro país” y se mostró “asqueado y entristecido por lo sucedido”.
“LA VIDA ES CORTA Y AMARGA”
El responsable de la muerte de los cuatro militares estadounidenses, nació en Kuwait pero llegó al país cuando todavía era un niño. Al momento de su muerte, este jueves 16 de julio, durante los ataques– tenía 24 años. Se llamaba Mohammad Youssuf Abdulazeez.
“Mi nombre causa alertas nacionales de seguridad. ¿Qué hace el tuyo?“, había bromeado hace algún tiempo en el anuario de la Red Bank High School de Chattanooga, donde completó la secundaria.
Pero aunque era un devoto musulmán, ninguno de sus compañeros o vecinos recuerda haber notado signos de extremismo que ayuden a entender su acción de este jueves. “Parecía el típico chico estadounidense“, dijo su entrenador en artes marciales mixtas, Scott Schrader, en un testimonio recogido por CNN.
Y los vecinos de Hixson, el suburbio de Chattanooga que lo vio crecer, se lo describieron en términos muy similares a los medios que llegaron hasta allá para averiguar más de él.
Según The New York Times, por ejemplo, la mayoría lo recuerda vistiendo vaqueros y camiseta. Muchos destacaron también su amabilidad y buena educación.
Y aunque Abdulazeez era un musulmán practicante –compañeros de clase lo recuerdan rezando cinco veces al día y ayunando durante el Ramadán– la poblada barba con la que aparece en sus últimas fotografías era una adición bastante reciente.
Y el joven graduado en ingeniería electrónica por la Universidad de Tennessee en Chattanooga tampoco era un asceta, como parece probar su arresto a inicios de este año por conducir bajo la influencia del alcohol.
El ataque tiene conmocionado a Estados Unidos, pero también a quienes conocían a Abdulazeez. Ese fue, de hecho, su primer problema con las autoridades.
Y el joven, que había sido miembro del equipo de lucha libre de su escuela y empezó a entrenar artes marciales mixtas a los 17 años, no estaba en el radar de las agencias estadounidenses de seguridad.
Según varios reportes, sin embargo, su blog estaba siendo monitoreado por el Grupo de Inteligencia SITE, que da seguimiento a posibles actividades extremistas. Las autoridades están tratando los incidentes como “un acto de terrorismo local”
Y ahí, pocos días antes del ataque, Abdulazeez había escrito: “la vida es corta y amarga” para hacer posteriormente un llamado a que los musulmanes no dejaran pasar “la oportunidad de someterse a Alá”.
Según el portal electrónico Buzzfeed, sin embargo, en el blog no hay llamados a la violencia.
Y los miembros de su comunidad, incluyendo los asistentes a la mezquita que frecuentaba para la oración de los viernes, todavía no salen de su asombro.
La fiscal general del país, Loretta Lynch, ha ordenado una “investigación de seguridad nacional” que estará dirigida por el FBI y en la que participarán diversas agencias, incluidos el Departamento de Justicia y la comunidad de inteligencia, para aclarar este “odioso ataque contra militares”.
Los acontecimientos fueron seguidos de cerca durante toda la jornada por el presidente, Barack Obama, quien pasó buena parte del día en Oklahoma. A su regreso a la Casa Blanca, y tras ser informado personalmente por el director del FBI, James Comey, y por su equipo de seguridad, Obama dijo en unas declaraciones desde el Despacho Oval que todo apunta a que el agresor actuó solo, pero anunció que se ha aumentado la vigilancia de todas las instalaciones militares en todo el país “hasta que sepamos qué pasó”. (Con datos de BBC)