“Sólo peleando en igualdad de condiciones podremos erradicar de raíz al cártel de ‘Los Zetas’. Y para ello pedimos que las autoridades que los apoyan que dejen de hacerlo y que la sociedad confíe en que nosotros no extorsionamos, no secuestramos ni afectamos el patrimonio”.
La Fiscalía mexicana (PGR) investiga un vídeo subido a ‘Youtube’ en el que el grupo ‘Los Mata Zetas’ se adjudica la matanza de 35 sicarios en Veracruz y anuncia que “erradicará de raíz” a sus enemigos ‘Los Zetas’, porque “no son invencibles”.
Para el Gobierno mexicano, que ha visto cómo cada pocos meses anuncia su aparición un nuevo grupo criminal, “no hay cabida para la manifestación o acción de persona, grupo u organización que atente o violente el Estado de derecho, independientemente de su causa, motivación o finalidad”, explica en un comunicado.
Fue la respuesta a un vídeo de gran impacto en el que un grupo de encapuchados sin armas, vestidos de negro y frente a cinco botellas de agua se autoproclaman durante cinco minutos el “brazo armado del pueblo” en su misión de “erradicar” en “igualdad de condiciones” al sanguinario cártel. Según los ‘Mata Zetas’, “somos guerreros sin rostro pero orgullosamente mexicanos. Nuestro objetivo son Los Zetas, respetamos las Fuerzas Armadas y a los poderes del Estado”, dice el portavoz.
Paralelamente, pide disculpas por la violencia registrada en Veracruz, cuando fueron arrojaron 35 cadáveres en una de las principales avenidas de la ciudad. “Si con nuestros actos realizados ofendimos a la sociedad, al pueblo de México y a las corporaciones federales, les pedimos disculpas, nuestra intención es hacerle saber al pueblo veracruzano que este flagelo de la sociedad (Los Zetas) no son invencibles”, dice uno de los sujetos.
Pero a pesar del revuelo que ha levantado, no es la primera vez que los ‘Mata Zetas’ irrumpen en la vida del país. En 2009 un portavoz del grupo llamó a la oficina de Delincuencia Organizada (SIEDO) para anunciar: “Cancún y Veracruz ya empezamos a eliminar Zetas, porque somos ciudadanos hartos de los crímenes”.
La policía descubrió poco después que detrás de la llamada y de los ‘Mata Zetas’ estaba Rubén Rivera ‘El Terri’, colaborador de ‘La Barbie’, quien a su vez era operador del capo Arturo Beltrán Leyva. Rubén Rivera, de 36 años, pertenecía a la “nueva generación” de policías federales (con estudios universitarios) y había entrado en el cuerpo cuando se puso en marcha el área de inteligencia (AFI).
‘El Terri’ Fue detenido en 2009 y actualmente está encerrado el penal de máxima seguridad de Puente Grande (Jalisco). A Rivera se le atribuye la decapitación de 12 pequeños narcotraficantes y de un agente de inmigración a sueldo de ‘Los Zetas’.
Pero si hay algo que irrita al gobierno mexicano, después de más de 40.000 muertos, es oír hablar de una ‘colombianización de México. La respuesta suele ser que aquí no se bombardean el Congreso ni los edificios públicos, como llegó a pasar en Colombia, ni existe el paramilitarismo.
Sin embargo, se han encendido algunas luces rojas que alertan sobre el hartazgo de la población y la llegada del fenómeno. En unos casos es la población la que se organiza en los barrios para detener y linchar a los delincuentes, y en otros casos son las familias pudientes del país las que contratan grupos armados al margen de la ley para enfrentar a los cárteles.
“Cada día que pasa hay nuevas evidencias de que surgen escuadrones de la muerte en el país, mercenarios contratados por poderes económicos, gobiernos municipales o estatales que actúan como grupos de limpieza” explica el senador del Partido del Trabajo Ricardo Monreal, quien exigió al gobierno que investigara el tema.
La respuesta de las autoridades fue que no había constancia de ningún problema de ese tipo, por lo tanto, no había nada que investigar. “Son soldados israelíes, ex combatientes de Irak y Afganistán, grupos de ocho a 40 miembros que usan armas de alto calibre”, insiste Monreal.
De forma paralela, según el Senado de EEUU, parte de la ayuda contra el narco que este país envía a México se destina a ‘contratistas’, ejércitos privados o mercenarios que actúan sin control alguno. “Blackwater [empresa que operó en Irak y que ahora se llama Xe Services] me trató de reclutar para ir a pelear a México. Luego un señor mexicano me pidió que me ocupara de la seguridad en Sinaloa”, confesó un ex combatiente estadounidense al periódico ‘Excelsior’. (Fuente: Jacobo G. García EL MUNDO)