Los diferentes tipos de oraciones

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EL EVANGELIO

Los diferentes tipos de oraciones

pag-19Una práctica básica del cristianismo es la oración. Dios ministra a nuestras vidas cuando estamos en comunión con Él. Aunque muchas personas saben orar, no todas están consientes que hay diferentes formas de hacerlo. El apóstol Pablo dice en 1 Timoteo 2:1: ” Ante todo, exhorto a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres…” .A continuación se explica cada una de estas formas de hablar con Dios.

Oraciones: La oración, en sentido general, es el acto de hablar con Dios. El cristiano debe de siempre buscar la oportunidad para orar. Quizás uno de los versos más corto es 1 Tesalonicenses 5:17 que dice, concisamente, “Oren sin cesar.”

Queriendo aprender a orar, los discípulos pidieron que Jesús les enseñara como hacerlo. En Mateo 6:9-13, Jesús les dio una oración ejemplar que hoy conocemos como El Padre Nuestro. De ella aprendemos que podemos orar por todo, desde la provisión diaria hasta el perdón de nuestros pecados.

Las peticiones: La palabra petición significa pedir o solicitar. Las peticiones y las suplicas se parecen mucho, pues en ambas oraciones estas pidiendo que Dios actué en favor de alguien o algo.

La Biblia nos enseña que Dios contesta oraciones de acuerdo a nuestra fe (Marcos 11:24) y a su voluntad (1 Juan 5:14-15). Dios también busca que nuestras peticiones tengan un motivo noble y no tenga como raíz la vanidad.

En 1 Crónicas 4:10 tenemos la oración de Jabés como ejemplo: Y Jabés invocó al Dios de Israel. Dijo: “¡Cómo quisiera que me des tu bendición, que ensanches mi territorio, que tu mano esté conmigo y que me libres del mal, para que no sufra yo ningún daño!” Y Dios le concedió lo que pidió.

Al analizar su petición, vemos que lo que Jabés verdaderamente buscaba era que Dios estuviera presente en su vida. Primero pide una bendición general, después pide favor en el trabajo, que Dios lo guíe en todo y que lo libre del mal. Dios obviamente consideró buena esta petición.

Las peticiones no funcionan como las maquinas donde uno hecha una moneda y en cambio sale un dulce. Dios no es una maquina de contestar peticiones. Como dice Juan, Dios contestas las peticiones de acuerdo a su voluntad.

LA ORACIÓN ROGATIVA: La Biblia nos introduce al profeta Samuel a través de las oraciones de su madre Ana. La historia de Ana es bien conocida. Ella fue una de las dos esposas de Elcana, la otra siendo Peniná. Mientras Peniná tenía hijos, Ana no había tenido ningunos. La angustia en el corazón de Ana era demasiado grande y para aliviar ese dolor ella oraba al Señor.

Dice 1 Samuel 1:10-13: Entonces ella oró y lloró al Señor con mucha amargura, y le hizo un voto. Le dijo: “Señor de los ejércitos, si te dignas mirar la aflicción de esta sierva tuya, y te acuerdas de mí y me das un hijo varón, yo te lo dedicaré, Señor, para toda su vida. Yo te prometo que jamás la navaja rozará su cabeza.” Y mientras ella oraba largamente delante del Señor, Elí la observaba mover los labios. Y es que Ana le hablaba al Señor desde lo más profundo de su ser, y sus labios se movían pero no se oía su voz…”.

De esta oración aprendemos dos cosas. Primero, la diferencia entre la oración rogativa y una petición es que la persona que ruega viene a Dios en un estado de humillación y listo para rendir y dar cualquier cosa. Segundo, esta es una petición donde no puede haber reservaciones al expresar lo que uno siente y al explicar lo que se esta pidiendo.

  ACCIÓN DE GRACIAS: La oración de acción de gracias tiene como motivo la alabanza. Continuando con la historia de Ana, vemos que cuando Dios contesto su oración y nació Samuel, ella tomó tiempo para alabarle. Dice Ana en 1 Samuel 2:1: En ti, Señor, mi corazón se regocija; En tu nombre, mi fuerza es mayor. Ahora puedo burlarme de mis enemigos porque me regocijo en tu salvación.

El verso 5 dice: Los que eran ricos, ahora mendigan trabajo; los que sufrían de hambre han sido saciados. Aun la estéril ha dado a luz siete hijos, y la mujer fecunda ahora desfallece.

Las oraciones de gratitud afirman nuestra fe porque usamos nuestras palabras para declarar la gloria de Dios y la grandeza de sus obras. Debemos dar gracias en todas circunstancias, tanto en momentos buenos como en los malos. La oración de gratitud también llena de gozo a la persona. Durante ellas encontramos que somos fortalecidos y librados de opresiones emocionales. La gratitud también conmueve el corazón de Dios.