EL EVANGELIO EN MARCHA
¿Por qué nos odia Satanás?
Por: Pastor Kléber Jiménez
“Se inclinarán hacia ti (Satanás) los que te vean, te contemplarán, diciendo: ¿Es éste aquel varón (Satanás) que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos; que puso el mundo como un desierto, que asoló sus ciudades, que a sus presos nunca abrió la cárcel?”
Isaías 14:16-17 “…el mundo entero está bajo el maligno” 1 Juan 5:19
La Palabra de Dios afirma que el mundo entero está bajo el dominio de Satanás. Basta echar un vistazo a la televisión, a los periódicos; al internet, y a todos los medios de comunicación, para darnos cuenta de que toda la sociedad humana, está llena de violencia, egoísmo, pornografía, corrupción, pobreza, guerras, hambre, enfermedades, desolación, etc.
Todo esto existe, no por culpa de Dios, sino porque el ser humano ha escogido obedecer a Satanás y como consecuencia tenemos todas estas desgracias en el mundo. Dios le dio al hombre el libre albedrio, es decir, el derecho de tener voluntad propia; pero esa voluntad propia de tomar sus propias decisiones, trae consigo responsabilidad y consecuencias.
La Biblia dice claramente que toda persona que comete pecado; se convierte automáticamente en esclavo de la persona que le hace pecar, es decir: Satanás: Juan 8:34, 44. Y todos hemos pecado: Romanos 3:23.
Pero este no fue el plan de Dios; pues Dios hizo al hombre recto: Eclesiastés 7:29. Pero el ser humano ha escogido su propio camino de muerte: Proverbios 14:12. Dios le ha dado un tiempo al hombre para que se gobierne a sí mismo y se arrepienta de su mal camino: 2 Pedro 3:9. Algún día muy pronto Dios hará cumplir su plan perfecto.
LA BIBLIA NOS DA AL MENOS TRES RAZONES POR LA CUAL SATANÁS NOS ODIA:
- Porque solamente el ser humano fue creado a imagen y semejanza de Dios: Génesis 1:26-27.
Dios creó al ser humano para expresar en nosotros toda la esencia de Su amor; somos el producto del amor infinito de Dios; y esto lo vemos expresado en que somos el clímax de Su creación; es decir, Dios cerró con broche de oro toda Su creación. Los únicos seres creados a la imagen y semejanza de Dios somos nosotros; ni aun los ángeles del cielo, que son mayores en poder que nosotros, fueron creados a la imagen de Dios; entre los que incluimos a Satanás que fue el querubín más sabio y hermoso de la creación de Dios: Ezequiel 28:12-19.
Eso es un enorme privilegio dado a los seres humanos, por lo que como tales debemos de estar agradecidos para con nuestro Creador y darle la gloria, la alabanza y honor que se merece.
- Porque Dios nos da una vida de esperanza para arrepentirnos: 1 Timoteo 2:3-5.
Al leer los pasajes que creemos son alusivos a la creación y acto de rebeldía de Satanás en Isaías 14:9-17 y Ezequiel 28:12-19; podemos ver que el pecado de Satanás, se originó en su corazón, y este pecado fue el orgullo; por cierto, este es el pecado que da origen a todos los demás pecados. En su orgullo y egoísmo, no le bastó ser un querubín; quienes son los ángeles que están más cerca, alrededor del trono de Dios. No le bastó el haber sido creado el ángel más bello y sabio; sino que su soberbia y orgullo lo llevó a querer estar al lado del mismo trono de Dios y ser “semejante” a Dios.
Ahora, este fue el primer pecado de Satanás; pregunto: ¿Cuántas oportunidades le dio Dios para que Satanás se arrepienta? La respuesta es NINGUNA. El inmediatamente fue expulsado del cielo y su veredicto ya está determinado y el cumplimiento de su castigo eterno sucederá muy pronto: Apocalipsis 20:10.
Pero a los seres humanos, Dios les da una vida entera para que se arrepienta. Cada segundo de la existencia del ser humano, es una oportunidad para que se arrepienta de su mala decisión de obedecer al dios de este siglo que ciega el entendimiento a las personas para que no les resplandezca la Luz de Cristo: 1 Corintios 4:4.
Dios es el Dios de las oportunidades, no importa la cantidad de pecados que usted haya cometido. Dios es infinito en misericordia. Él está dispuesto a perdonar todos sus pecados y echarlos al fondo del mar y nunca más se acordará de ellos: Hebreos 8:12; 10:17.
- Porque si nos rendimos a Jesús el Mesías; estaremos en el lugar que él deseaba estar: Apocalipsis 3:20-21.
En este pasaje nuestro Salvador y Amo Jesús el Mesías, nos da una promesa a los vencedores: nos permitirá sentarnos en Su trono con el Padre Celestial; en el mismísimo lugar que Satanás deseaba sentarse. El apóstol Juan, nos dice que los vencedores somos aquellos que hemos vencido al mundo y hemos creído en el Hijo de Dios: 1 Juan 5:5. El creer, declarar o recibir a Jesús el Mesías como nuestro único y perfecto Salvador y Amo; no es simplemente creer, porque los demonios también creen en Dios y tiemblan y están condenados al castigo eterno. Creer en Dios y en Jesús el Mesías significa:
- Reconocer y confesar desde lo profundo de nuestros corazones que somos pecadores, que hemos ofendido a Dios con nuestros actos.
- Arrepentirme de todo corazón de todas las cosas malas con las que he ofendido a Dios; eso significa un cambio de dirección en su vida. Es no seguir la corriente o el estilo de vida de este mundo; es ser un vencedor de este mundo.
- Reconocer y aceptar como nuestro único Salvador y Amo (dueño) de nuestras vidas solamente a Jesucristo; el que murió por todos nuestros pecados, fue sepultado, resucitó después de tres días, ascendió a los cielos a la diestra del Padre y vendrá muy pronto a gobernar este mundo.
Al rendirse solamente a Cristo Jesús, usted recibe a la persona del Espíritu Santo en su vida, y Él es quien le guiará a toda verdad: Romanos 8. Y Él le ayudará a hacer la voluntad de Dios en su vida.
Al tomar esta decisión de corazón, usted experimenta un cambio de vida; una relación de amor con Dios a través de Cristo Jesús en el poder del Espíritu Santo.
Mi clamor es que usted sea libre del odio de Satanás a través de Jesucristo: Juan 8:36.
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