OPINION
Deportaciones Exprés
José Manuel Ortiz Benítez*
En la era Obama, ICE perseguía y capturaba activamente a indocumentados con antecedentes penales (convictos de crímenes ante un juez), a indocumentados recién llegados a EE.UU. y a indocumentados encontrados cerca a zonas fronterizas con México. Esa era, a grandes rasgos, la política escrita de las deportaciones del Presidente Obama.
En la realidad, Obama también aplastó a gente inocente y la deportó. En 8 años, Obama deportó un total a 2.5 millones de indocumentados, 1.5 (57%) millones de trabajadores sin antecedentes penales y 1.1 millones (43%) con algún tipo de antecedentes criminales (homicidio, ofensas sexuales, drogas, DWI Conducción bajo la influencia del alcohol).
En Comparativa, George Bush deportó 2.1 millones, de los cuales aproximadamente 800,000 (38%) tenían antecedentes penales (homicidio, ofensa sexuales, drogas, DWI Conducción bajo la influencia del alcohol).
Lo anterior es lo que está plasmado sobre el papel en los libros de estadísticas de deportaciones de ICE. Pero el debate de qué Presidente, demócrata o republicano, ha deportado más indocumentados y si Donald Trump va a superar ese récord no se acaba en los números oficiales, porque no todos los deportados aparecen registrados en esa compilación estadística que ICE deja registrada para la posteridad.
Hay una estadística “off the record”, que ICE solo ofrece si se le pide específicamente por escrito. En esa estadística hay cientos de miles de “deportados exprés”, que no forman parte de ninguna publicación oficial. En la jerga de ICE se les llama “returns (devoluciones)” que incluye todas deportaciones arbitrarias hechas por agentes de ICE en puntos de entradas.
Por ejemplo, todos los pasajeros (cientos de miles cada año), que son detenidos en los puertos y aeropuertos y deportados a su país de origen en el siguiente avión disponible, no forman parte de la publicación oficial y tampoco los cientos de miles de aprensiones y devoluciones exprés realizadas en las inmediaciones de la frontera entre EE.UU y México.
La suma total de returns o “devoluciones exprés” en la era de George Bush fue de 8.3 millones mientras que en la era de Obama fue de 2.3 millones, según las propias estimaciones internas de ICE. Claramente Bush aplicó una política altamente más restrictiva hacia la inmigración que el presidente Obama, aunque Fox News diría que fue Obama quien dejó entrar a todos los criminales en el país.
Obviamente, la política hacia el inmigrante no solo tiene que ver con las actuaciones de detención de inmigrantes por parte de los agentes de ICE al interior de EE.UU. sino también en los puntos de entrada en el país y, como hemos visto en las estimaciones, el número de personas atrapadas en esa política, suave o dura por parte de ICE, es espectacular: 10.3 millones de retornados de manera exprés, en las últimas 2 administraciones. Esa política parece altamente restrictiva y, visto los números, no cualquiera pasa el control que ICE aplica en los puntos entrada.
Poco a poco la entrada a EE.UU. se está convirtiendo en un acto de fe, como la entrada al reino de los cielos, y en la puerta ahora tenemos a San Trump quien, inexplicablemente, ha relevado a San Pedro en el control del pasador. En la puerta, no se admiten a cristianos con historiales pecaminosos, ni a musulmanes con pasados impecables.
¿Qué podemos esperar del presidente Trump? Como dice mi estimado tocayo Don Manuel en su crudo tono habitual “Si eres musulmán o cristiano pecaminoso, te irás al infierno.” (José Manuel Ortiz Benítez es columnista salvadoreño en la ciudad de Washington, DC. Twitter: @jjmmortiz)