LAS RESPONSABILIDADES DEL ESPOSO DENTRO DEL MATRIMONIO (PARTE VIII)

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EL EVANGELIO EN MARCHA

Matrimonio

LAS RESPONSABILIDADES DEL ESPOSO DENTRO DEL MATRIMONIO

(PARTE VIII)

Por: Pastor Kléber Jiménez

 

La Biblia a través del apóstol Pablo, claramente nos muestra la tipología del matrimonio entre Cristo y su Iglesia. Donde nuestro Señor personifica al novio o esposo; y toda la Iglesia, personifica a la novia o esposa. Y este es un ejemplo por excelencia de cuáles son los roles o responsabilidades, tanto del esposo como de la esposa, en este caso vamos a ver que:

 

EL HOMBRE ILUSTRA EL PAPEL DE CRISTO: EFESIOS 5:21-33.

A la luz de este pasaje, vamos a ver 11 principios bíblicos del rol del esposo en el matrimonio.

 

1.TAMBIÉN SE SOMETE SEGÚN EFESIOS 5:21.

Dios ha establecido una línea de sometimiento; pero dejemos bien en claro que esta palabra: sometimiento, muchas veces es mal interpretada; el sometimiento que Pablo expresa, es mas bien una línea de sujeción, es decir, cada persona debe estar sometida o sujetada Dios, a través de Cristo Jesús, lo cual va de acorde con el mandamiento que encierra toda la Ley y los Profetas: “Amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a uno mismo” Mateo 22:37-40.

Así como nuestro Salvador, se sujetó a la voluntad del Padre cuando ejerció su misión aquí en la tierra, de la misma manera, todo cristiano, está sujetado a Cristo. Si como esposo, está sujetado a Cristo; siendo cabeza del hogar, la esposa por ende se sujetará al esposo y los hijos a ellos.

 

2.AMA A SU ESPOSA CON AMOR DIVINO (AGÁPE). El esposo debe amar a su esposa de una manera única, entregando todo de sí a ella, así como Cristo ofrendó su vida por su Iglesia. El verdadero amor desea lo mejor para su pareja, es hacer feliz a la persona que ama, es darle cariño, ternura, comprensión. Es más que decir te quiero, el amor se expresa con hechos y acciones a favor de la esposa que dice amar. La Palabra de Dios establece el principio de que para amar a mi prójimo debo amarme a mí mismo primero, y eso determina el amar a mi esposa, ya que ella es mi propio cuerpo: Primero, porque del hombre fue formada; y segundo porque somos una sola carne en el momento del clímax de la expresión del amor: el acto sexual. Debe ser tratada como vaso frágil, es decir con delicadeza, con palabras agradables, enamorándola cada día, haciéndola sentir amada. Ya que la mujer es la que trae al mundo a los hijos, como coheredera de la vida. Si no actuamos sabiamente con ellas de esta manera, nuestras oraciones no tendrán eco en Dios. 1 Pedro 3:7.

 

LA ORDEN DE DIOS

3.Comprende que la orden de Dios es amar a su esposa, no dice: entienda a su esposa. Efesios 5:25.

La palabra “amad”, no es una sugerencia; sino una orden. Y más que una orden, es algo espontáneo que nace del amor de Dios al cual el esposo está sujeto a Dios a través de Cristo Jesús. Es decir, ese amor a la esposa, viene como consecuencia de mi íntima y plena relación con Dios.

Lamentablemente, algunos esposos tratan de comprender a sus esposas, y lo que hacen es terminar enojándose, produciendo un conflicto matrimonial; y aun, algunas veces hasta llegan al divorcio. Recuerde, Dios nos creó diferentes; por eso dice la Escritura, que la esposa es la ayuda idónea; es decir, la que complementa al hombre. Pongo como ejemplo las dos parte principales para que un vehículo ruede, debe tener motor y trasmisión; sin uno de ellos, el auto no camina. Y aun así, si un carro es marca, por ejemplo, es Ford Focus 2010, debe tener motor y trasmisión de la misma marca, del mismo modelo y del mismo año; no encaja, aun si el motor o la trasmisión fueran Ford Fiesta 2010, por dar un ejemplo.

 

NEGARSE A SUS PROPIOS DESEOS

4.Se entrega por ella, negándose a sus propios deseos para complacerla: Efesios 5:25.

Humanamente no fue fácil para nuestro Señor esas horas previas a su arresto y crucifixión allá en el huerto de Getsemaní: Mateo 26:36-46; donde vemos que por tres ocasiones clamo al Padre de que si era posible que pasase de Él esa copa; pero sobre todo, se negó a sí mismo y se sometió a la voluntad del Padre, por amor a Su Iglesia.

Y aun mas, el apóstol Pablo en Filipenses 2:5-8; nos dice que nuestro Señor se humilló hasta lo sumo y dejando Su trono de gloria, vino a tomar forma de siervo y fue obediente hasta la muerte; todo eso lo hizo, por amor a usted, a mí y a toda la humanidad. Glorificado sea Dios, por esa expresión sublime de negación por amor a nosotros.

 

LA SANTIFICA

5.La santifica, la separa para sí únicamente y no hay otra mujer en su vida: Efesios 5:26.

Esto simplemente significa, que el esposo debe y será fiel a su esposa hasta la muerte. Ella es solamente para él y el únicamente para ella. La infidelidad no debe estar en el diccionario, ni en la mente, ni peor en el corazón del esposo.

 

LA PURIFICA

6.La purifica, manteniendo la pureza de la relación y la aplicación con la Palabra de  Dios. Efesios 5:26.

El esposo como cabeza del hogar, es el sacerdote del hogar; y como tal debe cumplir este privilegio. Él es el que debe poner la pauta o poner el dedo en el renglón para que la relación matrimonial vaya fortaleciéndose; y esto se hace estudiando, escudriñando, enseñando y practicando la Palabra de Dios.

Además, esto significa, que cuando vengan las manchas en el matrimonio por cualquier conflicto o pecado cometido; es el hombre, como cabeza que es, que debe tomar la iniciativa en purificar esa mala situación a través de la Palabra de Dios. Tal como dice el Salmo 119:9: ¿Con qué limpiara el joven su camino? Con obedecer Tu palabra.

 

Seguiremos estudiando los cinco principios restantes en nuestro siguiente artículo.

 

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