El Clímax de la creación de Dios: El Hombre

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EL EVANGELIO EN MARCHA

El Clímax de la creación de Dios: El Hombre

GÉNESIS 1:26 – 2:20

Por: Pastor Kléber Jiménez

 

La gente de hoy concibe al primer hombre como un rústico, torpe e ignorante cavernícola. La ciencia lo concibe como una persona falta de habla, que supuestamente se comunicaba a través de señales, vestía pieles de animales, era torpe en sus movimientos y que le faltaba mucha inteligencia, y vivía en situaciones muy paupérrimas.

La ciencia trata de expresar que el ser humano viene de los más bajo y se proyecta a una supuesta perfección humanista.

Pero la Palabra de Dios, dice totalmente lo contrario de lo que la ciencia y la humanidad creen hoy en día.

A la luz de este pasaje vamos a comprobar que el hombre fue creado moralmente perfecto, muy inteligente y sabio, siendo así el clímax de la creación de Dios, pero lamentablemente por causa del pecado viene cayendo precipitadamente de ese estado de rectitud a una degradación inimaginable.

 

  1. EL HOMBRE: EL ÚNICO SER CREADO A LA IMAGEN DE DIOS: V:26-27.

El hombre fue creado al último de todas las criaturas, para que no pudiese sospecharse que pudo ser de algún modo, ayudante de Dios en la creación.

Pero con todo, fue un honor y un favor para el hombre haber sido creado al último de la creación; por cuanto el método de la creación de Dios, fue un proceso de las cosas menos perfectas hasta lo más perfecto. Y un favor, pues cuando fue creado, pudo apreciar y disfrutar de todo lo creado por Dios. La creación del hombre fue el acto más importante del poder, de la sabiduría y del amor de Dios que la de las otras criaturas.

Cuando Dios creó todas las cosas antes que al hombre, lo hizo con autoridad, pero la Trinidad en plena comunión y comunicación, decidieron mostrar el amor, que es la esencia del Dios Trino, en crear al hombre, muy diferente de las demás criaturas creadas, las cuales fueron creados según su género y especie, SOLAMENTE el hombre fue creado a la imagen y semejanza de Dios, la unión de lo celestial con lo terrenal estaba en el hombre, aunque la verdadera imagen del Dios invisible es Cristo Jesús solamente: Colosenses 1:15.

La imagen de Dios en el hombre, no significa en su apariencia física, ni en su inteligencia, porque el diablo y los ángeles son muy superiores; no en su inmortalidad, porque no es; Dios tiene una eternidad pasada y futura, sino en las disposiciones morales de su alma, comúnmente llamadas justicia original (Eclesiastés 7:29).

El alma tiene las facultades que Dios tiene, es decir: amor, sentimientos, entendimiento, voluntad y facultad activa. En su pureza y rectitud, la imagen de Dios en el hombre va también revestida de rectitud y santidad.

Dios hizo al hombre semejante a Él: Dios es Trino, el hombre es tripartito, consta de cuerpo, alma y espíritu: 2:7.

 

  1. EL HOMBRE: EL VIRREY SOBRE LA TIERRA: GÉNESIS 1:26-31; 2:1-15.

Otro tremendo privilegio que ha recibido el hombre, es que Dios nos ha puesto como sus “socios”, para administrar su bella creación.

Es increíble que aunque existieron y existan enormes criaturas como los dinosaurios, los mamut, los elefantes, jirafas, etc., sobre la tierra y como las ballenas en el mar, o fieras salvajes, violentas y más fuertes que el hombre como el león, tigre, rinocerontes, serpientes, etcéteras, o grandes montañas, ríos, estas han sucumbido ante el dominio del hombre; SOLAMENTE, porque Dios le ha dado esa autoridad. Aunque el hombre no tiene que proveerles a las demás criaturas, en fin todas las demás criaturas le proveen para el hombre: v:28.

Dios puso al hombre sobre la tierra, ya con todo lo creado, para que él se sirva de ellas (1:29-31); en pocas palabras, Dios le puso al hombre en bandeja de plata y a plena disposición de él, toda su creación, para que la disfrute, la cuide; y le pareció bueno en gran manera. Además, Dios le dio un palacio natural, al plantar el Edén; y como todo palacio, este estaba lleno de riquezas, veamos 2:8-14.

 

  1. EL HOMBRE: LA PERSONA MÁS SABIA SOBRE LA TIERRA: 2:19-20.

Aunque la ciencia diga que el primer hombre tenía un aspecto similar a los simios, ¿cómo se explica las bellezas de las diferentes mujeres en el mundo? El primer hombre y la primera mujer, debieron haber sido la pareja más perfecta y bella, pues fueron la primicia de la creación de la humanidad de Dios.

Además la ciencia concibe al primer hombre como rústico, tosco e ignorante, pues en estos versículos queda demostrado que Adán fue la persona más inteligente del planeta, pues les puso nombre a todos los animales y recordó los nombres de todos ellos. ¿Usted puede recordar los nombres de todos los presentes?

  1. LA RESPONSABILIDAD DEL HOMBRE ANTE TAN GRANDE PRIVILEGIO:
  2. Administrar la tierra: Génesis 1:26, 28; 2:15.

Dios le dio al hombre un tremendo y ÚNICO privilegio, no se lo dio a ninguna otra criatura, le dio poder sobre la tierra; pero este privilegio, trae consigo una enorme RESPONSABILIDAD, pues el hombre debió haber “guardado” (2:15) la tierra, debió haberla cuidado; pero lamentablemente lo que el hombre ha hecho con esa bella mansión que Dios le ha dado es tristemente deplorable.

El hombre en menos de 100 años ha maltratado, abusado y corrompido la tierra con tanta contaminación, que ella misma “gime con dolores de parto hasta hoy” Romanos 8:22.

Aunque el hombre haya “progresado” en la medicina, sin embargo hoy existen más enfermedades que antes, debido a la sobre explotación, a la contaminación de la tierra con químicos.

Debido a la contaminación el calentamiento del planeta ha crecido produciendo catástrofes naturales; debido a la extracción del petróleo de lo interior de la tierra, dejando vacíos; se producen los temblores, terremotos y tsunamis.

Hoy comemos químicos en vez de las sanas y vitamínicas plantas que el Señor nos entregó al inicio. (Dios nos dio plantas, frutas, vegetales y semillas para comer, y por así decirlo, como broma, el diablo inventó Mc Donald, Burger King, etcétera): 1:29-31.

  1. Reposar en Dios: Génesis 2:1-3.

Aquí, podríamos pensar que Dios se “cansó” de tanto trabajo realizado; pero la verdad es que Dios es Todopoderoso y no se cansa, ni se fatiga: Isaías 40:28.

El día de reposo fue hecho por Dios para el hombre: Marcos 2:27-28. Fue dado para que el hombre y la creación, reposaran en Dios y aprecien la grandeza de Dios, para que reposen de sus obras, porque nosotros si nos cansamos y necesitamos reposar; no solamente físicamente, sino sobre todo, necesitamos entrar en el reposo del Señor: Hebreos 3:7 – 4:11; 10:19-25.

CONCLUSIÓN:

Con todos estos privilegio que Dios nos ha dado, lo que debemos hacer como imagen y productos del amor de Dios, es amarlo, glorificarlo, obedecerle y servirlo; porque esto es el todo del hombre: Eclesiastés 12:13.

 

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La gracia es perdón ¡y poder!

  Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia para conmigo no resultó vana; antes bien he trabajado mucho más que todos ellos, aunque no yo, sino la gracia de Dios en mí.(1 Corintios 15:10).

La gracia no es simplemente lenidad cuando hemos pecado. La gracia es el regalo de Dios que nos capacita para no pecar. La gracia es poder, no solo perdón.

Lo vemos claramente, por ejemplo, en 1 Corintios 15:10, donde Pablo describe la gracia como el poder que nos capacita para hacer su obra. No es simplemente el perdón de los pecados, es el poder para perseverar en obediencia.

Por lo tanto, nuestros esfuerzos por obedecer a Dios no son hechos en nuestras propias fuerzas, sino «por la fortaleza que Dios da, para que en todo Dios sea glorificado» (1 Pedro 4:11). Es la obediencia de la fe.

Pablo lo confirma en 2 Tesalonicenses 1:11-12 al llamar a nuestros actos de bondad «obras de fe» y al decir que la gloria que estas obras traen a Jesús es «conforme a la gracia de nuestro Dios», ya que las llevamos a cabo «con [su] poder»:

«Con este fin también nosotros oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os considere dignos de vuestro llamamiento y cumpla todo deseo de bondad y la obra de fe, con poder, a fin de que el nombre de nuestro Señor Jesús sea glorificado en vosotros, y vosotros en Él, conforme a la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.»

La obediencia que agrada a Dios es fruto del poder de la gracia de Dios por medio de la fe. La misma dinámica opera en cada etapa de la vida cristiana. El poder de la gracia de Dios que salva por medio de la fe (Efesios 2:8) es el mismo poder de la gracia de Dios que santifica por medio de la fe.