EL EVANGELIO EN MARCHA
Por: Rev. Ricardo Carrillo
Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo (este verbo id, Mateo lo traduce como un presente continuo, como yendo, el Señor no espera si vas o no vas, El Señor no te está dando dos mandamientos, es uno solo, lo que te está diciendo es, mientras vas, has discípulos, no te está poniendo una elección. El Señor sobreentiende que tú estás yendo y mientras estás yendo, debes estar haciendo discípulos, bautizándolos … Mateo 28:19-20
Dios demuestra su amor constructivo, sin consentimientos, sin favoritismos, Dios no tiene preferidos.
Cuando Dios habla de discipular, está refiriéndose a una obra activa de Dios. Hay tres palabras claves, con las cuales se puede demostrar que nosotros somos hijos de Dios, que somos convertidos y no meramente convencidos intelectuales.
1. EL SER.
Para entender esto mi hermano, tenemos que leer el Salmo 8:5-9 “Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites? Le has hecho poco menor que los ángeles y lo coronaste de gloria y de honra; le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies, ovejas y bueyes, todo ello y asimismo las bestias del campo; le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus pies, las aves de los cielos y los peces del mar; todo cuanto pasa por los senderos del mar.!!Oh Jehová, Señor nuestro, Cuán grande es tu nombre en toda la tierra!
Es interesante como comienza el salmo y como termina, !!Oh Jehová, Señor nuestro, Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra! Has puesto tu gloria sobre los cielos.
Aquí podemos ver que el salmista está reuniendo dos conceptos, lo grandioso de la creación, está hablando de las estrellas, del cosmos, de lo inalcanzable para el hombre, pero que puedes verlas con tus sentidos, está hablando de lo que se puede ver y después de las cosas más pequeñas, habla de las ovejas , de los bueyes, de los peces del mar, es impresionante como desde el verso 3 al 9 el salmista habla de las cosas grandes hasta llegar a las más pequeñas, pero en el medio, en el verso 4 Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites?.
Podríamos pasar mucho tiempo en hablar de la creación y el lugar tan honroso que ocupamos en ella.
Isaías 40:26, “Levantad en alto vuestros ojos y mirad quién creó estas cosas; él saca y cuenta su ejército, a todas llama por sus nombres; ninguna faltará, tal es la grandeza de su fuerza y el poder de su dominio.
Porque así dijo Jehová, que creó los cielos; él es Dios, el que formó la tierra, el que la hizo y la compuso; no la creó en vano, para que fuese habitada, la creó: Yo soy Jehová, y no hay otro. Isaías 45:18
Dios creó los cielos y la tierra con un propósito, él no la hizo vacía, no la creó en vano y en tu boca he puesto mis palabras y con la sombra de mi mano te cubrí, extendiendo los cielos y echando los cimientos de la tierra y diciendo a Sion: Pueblo mío eres tú. Isaías 51:16
CORONA DE LA CREACIÓN
El Señor está evocando los momentos de la creación de los cielos y la tierra, pero también estaba llamando a gente para ser su pueblo, es decir, Dios considerando al hombre como una cosa grandiosa, lo crea para ser representante suyo, lo crea con una dignidad tremenda, lo crea para ser el administrador de la tierra, el hombre es la corona de la creación, lo más importante de ella.
Para eso nos creo Dios, eso es el SER. El salmista en el verso 4 dice: Señor que es el hombre para que tu pienses en el, para que te acuerdes de el.
Hermano, ¿sabes por qué? Porque tú eres digno para Dios, eres digno mi hermano. Somos dignos para Dios, a ti no te ha creado Dios por casualidad, No; eres la corona de su creación. Cuando Adán cayó, dejó en claro que necesitaba un salvador, para recuperar el ser perdido.
2. EL TENER.
Junto con la creación, Dios le dio al hombre otro regalo, le dio el tener autoridad y dominio propio, los teólogos le llaman a eso “el libre albedrio” es la capacidad de auto gobierno.
Mateo 28:20 “Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; (una enseñanza de cómo obedecer mediante la transformación de la mente, o sea, tú has sido perdonado de tus pecados, pero hermano, allí no termina todo)
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”. Romanos 12:2
Dios quiere que transformemos la mente, porque EL TENER, me da autoridad y dominio propio. ¿para qué? Para hacer la voluntad de Dios.
¿Y cómo puedo hacer la voluntad de Dios?, a través del dominio propio y la autoridad, ¿cómo? Aprendiendo la Palabra de Dios, tomando la Palabra de Dios, permitiendo que mi mente sea renovada, cambiada.
El SER lo sumo con EL TENER, entonces pasamos a la tercera etapa que es EL HACER.
3. EL HACER.
El Hacer implica el cumplir el mandato divino, en el poder de Jesucristo, en la autoridad de Él.
Por eso que la gran comisión termina: “Y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo” Mateo 28:20
Se requiere obediencia a Dios y a su Palabra, hablando de la crianza de los hijos, se requiere, que tú no pongas los deseos de tus hijos primero que los deseos de Dios para sus vidas. Porque cuando priorizas los deseos de tus hijos en lugar de los de Dios, entonces estás bloqueando el proceso de santificación, la Biblia nos enseña que tiene que haber una disciplina y esa disciplina nos hace obedientes.
El amor constructivo define, el amor constructivo diseña, el amor constructivo demuestra la condición del corazón.
Para muchos creyentes lo más importante es HACER, pero en realidad nuestra prioridad y la prioridad de Dios para tu vida es EL SER; Dios quiere que SEAS, el ser tiene que ver con lo esencial de ti, entonces el SER se une al TENER más el poder del Espíritu Santo, entonces puedo HACER. Esto es lo que se le puede llamar el amor constructivo.
Hermanos, todos tenemos una tarea, vivir esto con nuestros hijos, entender que lo más importante es pastorear el corazón de ellos, influenciar en ellos con la Palabra de Dios en nuestras vidas y el ejemplo.
Influenciar en lo interior, con los propósitos eternos, no permitamos que las influencias externas (escuela y amigos, etc.) deformen las vidas de nuestros hijos, quiera Dios que lo podamos hacer.
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