¿Cómo reedificar mi vida?

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EL EVANGELIO EN MARCHA

Por: Rev. Ricardo Carrillo

PODEMOS VIVIR ESPERANDO EL PORVENIR

  Júzgame, oh Dios, y defiende mi causa; líbrame de gente impía y del hombre engañoso e inicuo. Pues que tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado? ¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo? Salmo 43:1-2

  Esta misma pregunta se la hace en el salmo 42, en este contexto la palabra Júzgame significa, decir: “Señor estoy apelando a ti, así como cuando perdemos un juicio y apelamos a una instancia superior, ¿verdad? Eso es lo que está haciendo aquí el salmista, está pidiendo que Dios intervenga, porque le está diciendo, Señor, yo sé que en ti podre tener la victoria, no importa las circunstancias que estoy viviendo, no importa si estoy exiliado o deportado en otro país, no importa que esté lejos de mi familia, lejos de mi país, lejos de mi cultura, de mis costumbres.

  El salmista le está diciendo yo creo que tú eres el Dios de mis fortaleza. Si miramos en nuestras Biblias, vamos a encontrar como un contraste entre esta reacción de júzgame Señor, defiéndeme tu, con lo que dijo al comenzar del capítulo 42, que estaba completamente deprimido.

  Es necesario clarificar algunas frases de los versos 1 y 2 “Júzgame es una apelación”, cuando dice líbrame de gente impía, en el original dice: “de esta nación impía” es indiscutible que el salmista estaba fuera del país y estaba con esa gente impía y además se burlaba de él, le preguntaban, ¿dónde está tu Dios y acaso? ¿Tú no has experimentado lo mismo en esta vida?

  Acaso cuando tú dices que confías en el Dios verdadero, yo confío en Jesucristo vivo y de repente te encuentras espiritualmente débil y estás desmotivado, acaso no te dicen: Pero que pasa, tú no eres cristiano, donde está tu fe.

  Alguien dijo que el Dios del pasado se convierte en el Dios del porvenir, del futuro; si vemos el inicio del salmo 43 vamos a encontrar estas frases: ¿Por qué me has desechado? ¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo?

  La Palabra desechado, significa deportado, ¿por qué me has deportado?, por qué has permitido que me exilien fuera del país, nadie puede afirmar que lo deportaron literalmente o en forma figurada. Pero los versos 3-4 nos aclaran, envía tu luz y tu verdad, éstas me guiarán, me conducirán a tu santo monte a tus moradas, entraré al altar de Dios, al Dios de mi alegría y de mi gozo y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío, Salmos 43:3-4.

TU LUZ Y TU VERDAD

  El salmista continúa deprimido, pero está seguro que el Señor lo va a sacar de esa depresión, dice: envía tu luz y tu verdad, éstas me guiarán, me conducirán a tu santo monte.

  Los salmos nos enseñan que los hombres estaban lejos de Jerusalén, ¿sabes lo que hacían? hacían equivalentes espirituales.

  “Suba mi oración delante de ti como el incienso, (este salmista está diciendo, Señor yo quiero orar, pero que signifique lo mismo, como si estuviera en Jerusalén viendo el incienso subir) el don de mis manos como la ofrenda de la tarde. Salmo 141:2

  Lo mismo son elementos espirituales equivalentes, que son sustituidos en la lejanía y eso es lo que está diciendo el salmista, pero un momento, ¿tú eres cristiano verdad?, tu no necesitas estar en un lugar específico para adorar, porque la palabra de Dios dice en el nuevo testamento que el que le adora Dios debe adorarle en Espíritu y en verdad.

  Pero es necesario meternos en la cabeza del salmista, porque los judíos solo podían adorar en ese lugar santo y tenía que hacerse en ese lugar, porque allí habitaba la gloria de Dios, pero desde que vino nuestro Señor Jesucristo las cosas cambiaron, mira lo que Jesús le dice a la Samaritana, la hora llega en donde los verdaderos adoradores, adorarán al padre en Espíritu y en verdad.

JUNTOS Y EN ARMONÍA

  En cualquier lugar en donde estén, ¿el espíritu Santo vive en tu corazón? ¿Seguro? Si es así tu puedes adorarlo en cualquier lugar, pero no te olvides del valor que tiene estar todos los hermanos juntos y en armonía.

  “No dejando de congregarnos como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. Hebreos 10:25

  Ya en el primer siglo había personas que por cualquier pretexto dejaban de venir a la iglesia, de tener este gozo espiritual que es tan grande, de adorar juntos a Dios, desde ese tiempo ya habían personas que ponían en segundo o en tercer lugar  a Dios.

  Aquí el autor de los hebreos dice: exhortándonos solo cuando estás en la familia de Dios, tu puedes estar en medio de una exhortación mutua, nunca la exhortación es para humillarte o para que te traten mal por algo, sino tiene un énfasis de ánimo, de levantar al caído.

  Exhortar no es hundirlo en su problema, no nos equivoquemos, el concepto de exhortación es aliento, ánimo, para poder ayudar a salir, es por eso que necesitamos congregarnos, porque cuando nos congregamos, Dios puede hacer que la persona que parece que por casualidad se sentó a tu lado, esa persona tiene el encargo de Dios, de darte una palabra de bendición.

  Y tanto más, cuando veis que aquel día se acerca, aquel día se refiere a la venida de nuestro Señor Jesucristo.

  La frase “Porque te abates oh alma mía y te turbas dentro de mí, espera en Dios porque aun he de alabarle, salvación mía y Dios mío.” se repite tres veces; en 42:5; 42:11; y 43:5; están escritos con las mismas letras, pero el tono es distinto, en cada una de ellas.

  42:5 tiene un tono apesadumbrado y contrasta con el verso 11, las mismas palabras pero con otro tono y cuando llegamos a 43:5, el tono es un tono de triunfo, es un tono de aquel que sabe que su alma está equivocada y se da cuenta que está enmarañado en sus sentimientos de depresión, cuando llega al final del 43: 5 se está repitiendo por tercera vez las mismas palabras, pero sabe ahora que su alma está absolutamente equivocada al dejarse envolver por la depresión, ¿por qué? Porque la victoria está segura porque Jesucristo se la ha prometido.

  Es necesario mirar al futuro y cuando venga la depresión, cuando la depresión toque la puerta de tu vida, acuérdate de esto, esto no durara para siempre y el Señor te va a sacar de la depresión. Eso se llama ESPERANZA

PODEMOS VIVIR ENFRENTANDO EL PRESENTE

  Y por supuesto las palabras claves son ENFRENTANDO y PRESENTE. Ya hemos visto que podemos evocar el pasado y también hemos visto esperar el futuro, veamos la segunda parte del salmo 42, podríamos decir que en este salmo, abarca algo del pasado, pero predomina el presente, entre la primera estrofa que es la primera parte del salmo 42 y el salmo 43, está la porción que representa el presente.

  Qué cosa pasa entre el evocar el pasado, hundido en la depresión e ir saliendo de la depresión, porque hay esperanza, ¿qué pasa aquí en el intermedio?, qué pasa en el presente, que puede estar pasando hoy en tu vida, en el cual estás deprimido, ¿te has puesto en pensar?.

  Mira lo que sucede entre el pasado y el futuro es un cambio emocional, mi hermano, si miras el pasado reconocerás ese proceso, ¿qué pasó primero? brotó como una inquietud interna en forma de sed, “tengo sed de Dios” eso es lo que dice el salmista. El salmista está representando en la sed una necesidad, como si por medio del agua nosotros viviremos, el agua significa la vida, si estoy con sed y tengo agua, voy a vivir.

  Pero si leemos salmo 42:7, un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas, todas tus ondas y tus olas han pasado sobre mí.

  En uno de los casos hay falta de agua y en el otro lado el agua es aniquiladora; cuando evocas al pasado el símil es alguien que está con sed, que anhela un poco de agua para vivir, pero cuando la depresión sigue y él va subiendo en su confianza en Dios, enfrenta una figura absolutamente al revés, ya no es la falta de agua sino el exceso de agua, él está ahogándose en agua.

  Por un lado el agua es vida y por otro es un peligro inminente de muerte. ¿Ves el contraste? El hombre está deprimido, pero está saliendo de su depresión, ¿por qué? Porque algo está pasando con él, aquí vemos un cambio emocional, lo que era una voz interna que se mostraba como sed de Dios simplemente, pero ahora hay una voz interior que ha cambiado el control de su ser interior.

  ¿Cómo el salmista le dice a su propia alma? , ¿Por qué te abates alma mía, porque te turbas?, Si Dios está conmigo, yo tengo que alabar a Dios, tú no tienes derecho que con tus sentimientos envuelvas a toda mi persona, de tal manera que me estoy hundiendo en la depresión. ¿Qué pasó? ¿Es mágico ese cambio? No querido hermano, ¿sabes lo que pasó?

  El Salmo 43:3, nos dice: Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán, me conducirán a tu santo monte y a tus moradas, entraré al altar de Dios, al Dios de mi alegría y de mi gozo y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío. Envía tu luz y tu verdad y este es el cambio emocional que traerá la victoria en esta lucha.

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