La superioridad de Jesucristo

0
571

Por: Rev. Ricardo Carrillo

SOMETERNOS A PECADORES

  Esa es la iglesia y es difícil, llegar a la iglesia y someternos a pecadores, estar en comunión y tener como amigos a personas que son rarísimas, es difícil. Por eso es que hay gente que dice;  yo leo mi Biblia en mi casa, porque como sea Dios puede hacer su obra en mi vida, no necesito ir a la iglesia. Exactamente, Dios, puede hacer su obra en tu vida como él quiera, él ha querido hacer su obra en tu vida, a través de la iglesia.

  Alguien dijo: Dios ha establecido, congrégate, se parte del cuerpo, involúcrate, comprométete con la iglesia local, si no te gusta la idea; no estás en desacuerdo con un hombre, sino estás en desacuerdo con Dios.

 Hermano querido, en la iglesia no están tus personas favoritas, no están las personas con las que tiene una gran afinidad según la carne. En la iglesia están las personas que Dios puso allí para tratar contigo y para transformar tu vida cada vez más.

  No con gente fácil, quizás sean la gente más difícil, por eso es importante la iglesia, hay cosas que Dios no va a poder forjar en tu vida, si tú no eres parte de la iglesia, hay bendiciones que no vas a poder recibir, si tú no eres parte de la iglesia y hay una obra de transformación en tu corazón que no va a suceder, si tú no eres parte de la iglesia, ¿Para quién está escrito el Nuevo Testamento?, ¿las cartas a quien están escritas?

  A las iglesias y los pastores de las iglesias, pero se tenían que leer en toda la iglesia; una de las frases que más se escribe en el Nuevo Testamento, es unos a otros, unos con otros, unos por otros.

AMARNOS UNOS A OTROS

  “Este es mi mandamiento, que os améis unos a otros, como yo os he amado. Juan 15:12. ¿Cuál es el lugar donde tú vas a aprender a amar a los demás como el Señor nos ha amado? En la iglesia; ¿Cuál es la marca de un verdadero discípulo?, ¿Cuánta teología sabe?, ¿Cuantos predicadores impresionantes conoce? ¿Cuántas clases tiene a la semana?, No,  Juan 13:35 dice: En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.

  Recuerda algo, que él nos amó primero, y nos amó cuando formábamos parte de sus enemigos, éramos enemigos  de la cruz del calvario; el cuerpo de Cristo, la iglesia ha sido diseñada para ayudar a los llamados por Dios, para su transformación.

  Si tú no te congregas, vas a perderte esta bendición. Otro pasaje es efesios 4:32: Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

  Benigno, perdonándoos unos a otros, usted pude decir: pero es mejor no intimar en nuestras relaciones, porque nos creamos problemas, porque si no hay relación, no hay ofensa y no necesitamos el perdón. Mejor evito esto.

  Pero no puedo ser formado, como Dios quiere formarme. Mi hermano siempre en la iglesia te vas a sentir ofendido y tú sin querer vas a ofender y necesitamos ser perdonados y perdonar.

PERSONAS CON DEBILIDADES

  La Biblia no dice: Ve a la iglesia porque allí, nadie te va a ofender. No es cierto, somos personas con debilidades, con defectos, imperfectos y tenemos que aprender a vivir el evangelio de una manera real.

  Este último ejemplo de unos a otros no nos va a gustar, Efesios 5:21: Someteos unos a otros en el temor de Dios.

  Someteos unos a otros en el temor de Dios, esto nos gusta mucho. Yo quiero que me digan cómo vivir, yo quiero someterme a todos mis hermanos, esto no le gusta a la carne, no me gusta que digan lo que tengo que hacer. Cuántas veces hemos dicho esta frase, en la iglesia puede haber momentos en que pudieras  escuchar.

  Una persona llega al estacionamiento de una iglesia grande y el ujier le dice hermano disculpe no se puede estacionar allí. ,¡No me gusta que me digan lo que tengo que hacer! Yo aquí estoy bien, muchas gracias y si quieres moverlo, muévele tú.

  Y el ujier le responde: yo no lo muevo, porque yo tampoco soy su esclavo, perdón  y acúseme con el encargado.

UN CORAZÓN REBELDE POR EL PECADO

  No nos gusta someternos, no nos gusta rendir cuentas y esta es la provisión de Dios para que reconozcas tu condición. Tienes un corazón  rebelde por el pecado, Egoísta, que quiere hacer su voluntad, Dios a través de esto , te muestra y te dice:

  Tú necesitas más de mí. Tú necesitas cambiar tu corazón, y tú no lo puedes hacer, pero Yo sí. Si no me congrego y no me sujeto a nadie, puedo llegar a engañarme y pensar que estoy bien y no necesito corrección.

  Y existen áreas en nuestras vidas que Dios quiere tratar y nosotros no nos dejamos; es parte de la idea de Dios.

  Otro ejemplo es Santiago 5:16: Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.

LA CONFESIÓN DE NUESTROS PECADOS

  Para que Dios me perdone, ¿tengo que confesarlo a alguna persona? Si nosotros confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad, además dice que tenemos un abogado, para con el Padre, Jesucristo.

  Sin embargo es bueno la confesión entre nosotros, para la sanidad del alma, para la completa restauración.

  Si guardamos el secreto de ese pecado, no podemos tener comunión con Dios, porque el acusador, te estará acusando siempre, es más, el pecado va a regresar, sino le cortas las alas, vas a volver a caer.

  Tú te puedes sorprender cuando buscas a un hermano maduro y le dices: sabes han venido a mi mente estos pensamientos, ¿puedes ayudarme? Y el hermano me dice: ¿a ti también te pasó? No pues, tú también, ora por mí porque yo estoy peor y yo venía por oración y terminé orando por el hermano.

  Jesús derramó su sangre en la cruz para permitir que gocemos de estos tres privilegios, que también son una gran responsabilidad.

  Para acercarnos a Él, para estar firme confiando en su fidelidad y para considerar a tus hermanos y congregarte y ser parte de los que Dios está haciendo en la iglesia local. Nadie puede decir que ama al Señor y no ama a su iglesia.

SI USTED DESEA CONTACTARNOS, POR FAVOR LLÁMENOS AL (571) 217-2000