EL EVANGELIO EN MARCHA
Por: Rev. Ricardo Carrillo
LOS HEROES DE LA FE: HEBREOS 11: 8-16
INTRODUCCION
Este capítulo de Hebreos es muy extenso y contiene varias historias de aquellos hombres de fe, que no solamente creyeron en Dios, sino que le creyeron a Dios.
Confiaron en sus promesas y pudieron tomar decisiones a partir de esa fe. En esta sección del capítulo 11, como algunos tradicionalmente lo llaman, (el salón de la fama, los héroes de la fe), no puede dejar afuera a un personaje el cual el pueblo lo reconoce como el padre de la fe, ¿sabemos de quien nos referimos? Abraham.
Esta fe de Abraham, que serviría de ejemplo para inspirar a los creyentes de la iglesia primitiva, quienes estaban desanimados y tentados a volver atrás, a abandonar la fe en Jesucristo y regresar a su antigua religión.
De igual manera, nosotros también podríamos ser tentados a abandonar la fe en Jesucristo y regresar quizás a tu religión antigua o a tu antigua forma de vivir sin Cristo, pero vale la pena recordar que nosotros no somos los que retrocedemos para perdición, dice en Hebreos 10:39, sino de los que tienen fe para preservación del alma.
Muchos hombres y mujeres tuvieron este tipo de fe Bíblica “Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios. Hebreos 11: 8-10.
Abraham, ¿qué dice? que fue llamado, ¿Quién lo llamo? Dios, ¿Donde? en el Génesis 12:1. Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela y de la casa de tu padre a la tierra que te mostraré: Génesis 12:1.
Dios le hizo un llamado a salir de su zona confortable, para ir a una ciudad que él le mostraría; Abraham escucha esto y lo único que hace es OBEDECER.
Abraham obedeció a la voz de Dios, y en el verso 8 lo dice: …siendo llamado obedeció… … y salió sin saber a dónde iba… Dios no le dio detalles, Dios simplemente le dice: sal de tu tierra y de tu parentela, de la casa de tu padre a la tierra que yo te mostraré.
LA OBEDIENCIA
No le dijo el tamaño de la tierra que iba a encontrar, no le dijo que iba ser una tierra muy especial, única, donde habría mucha leche y miel, simplemente le dijo sal; tampoco le dijo que esa tierra sería suya. Simplemente le dijo que saliera y el obedeció y salió.
En Hebreos 11:8 al final dice: … y salió sin saber a dónde iba. Tú te has puesto a pensar, imagínate, despedirte de tu familia y decirle eso: ¿A dónde te vas? No sé, pero me llevo mis cosas; ¿Pero tú estás loco? Algo parecido vivió Abraham, parecía una locura salir sin un destino, pero él obedeció.
Y sin duda, salir de tu lugar confortable, es un gran reto que implica fe; es interesante, porque muchos de nosotros no haríamos algo así, muchos de nosotros si no tenemos nuestra travesía bien planeada y organizada, prevista y estructurada en el tiempo, no nos atrevemos a tomar decisiones; pero la fe de Abraham, nos reta, a ser hombres y mujeres de fe.
Que empieces a tomar tu primer paso, sin tener en claro los resultados finales, sin tener una garantía de estabilidad, cierta seguridad temporal antes de tomar decisiones.
Pero cuando hablo de tomar pasos de fe, no te estoy diciendo: Que empieces un negocio sin dinero y que te hagas un préstamo del banco y te endeudas hasta hipotecar la casa que tienes por diez años y que digas: yo sé que lo voy a pagar porque tengo fe.
La Biblia nos dice que no debamos nada a nadie, eso no sería fe, debemos ser prudentes en eso; sin embargo, hay veces que tú sabes que Dios te está pidiendo que tomes una decisión, avanzar y eso no es con el fin de tener tus propios intereses personales y egoístas, sino con el fin de conocerle, con el fin de adorarle, con el fin de entregarle más y servirle mejor.
VALE LA PENA CONFIAR EN DIOS
El Señor no te va a abandonar a la mitad del camino; Abraham aunque Dios no le dice exactamente a donde ir, si le dice algo “Y haré de ti una nación grande y te bendeciré y engrandeceré tu nombre, y serás bendición; bendeciré a los que te bendijeren y a los que te maldijeren maldeciré y serán benditas en ti todas las familias de la tierra: Génesis 12: 2-3.
Dios está garantizando a Abraham estar con él, respaldarlo, bendecirlo, mientras él da este paso de obediencia. Tú debes saber eso que, aunque no tienes bien claro el final, sabes que, en el proceso, Dios está contigo y no te va abandonar.
Así que, eso es lo que aprendemos de la fe de Abraham; Cuando Dios te pide hacer algo, tú tienes que estar seguro que vale la pena obedecer, porque él va a estar contigo, por loco que parezca salir, sin tener bien claros los planes.
“Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa” Hebreos 11:9.
Dios cumple su promesa y lo lleva hasta la tierra prometida, a la tierra que Él le iba a mostrar y llega a este lugar, él recibe la tierra prometida; sin embargo, él entendía que esa ciudad, no era su residencia permanente, esa no sería su ciudad final.
Sus pies estaban en la tierra prometida, pero su corazón estaba en el cielo, en la ciudad que tiene fundamentos y cuyo arquitecto y constructor es Dios.
El texto dice que el habitó como extranjero, Abraham no atesoró esa ciudad, porque tenía su corazón puesto, en aquel lugar que Dios le había prometido, la patria celestial; él moró en tiendas con sus hijos y herederos con la misma promesa.
Su padre estaba determinado en instruir a sus hijos en la idea de que no son de este mundo. Dígame, ¿sino necesitamos seguir este ejemplo con nuestros hijos? Quizás usted tiene su casa, o está planeando comprar una; quizás tenga posesiones en este mundo; ¿eso está mal? ¡No! eso no está mal; Dios te ha bendecido, te ha provisto.
El problema es del corazón, cuando tu esas posesiones y esa casa y esos carros y lo que estás planeando, todos los bienes temporales, lo tienes como prioridad en tu vida, como el fin máximo en tu vida, el último propósito de tu existencia y lo amas por sobre todas las cosas, lo atesoras por sobre todas las cosas.
LA FE DE SARA
Pero no solamente habla de la fe de Abraham “Por la fe también la misma Sara, siendo estéril, recibió fuerza para concebir y dio a luz aun fuera del tiempo de la edad, porque creyó que era fiel quien lo había prometido”. Hebreos 11:11
En este versículo se nos habla de Sara, sin embargo; en el original este versículo, la frase: …recibió fuerza para concebir. En el griego se traduce, recibió poder para depositar la simiente.
De manera que los estudiosos creen que, la Biblia en esta porción, está hablando todavía de la fe de Abraham, no de la fe de Sara; el que deposita la simiente para que el embarazo sea efectivo es el varón, lógicamente, hay una versión como la NVI dice: 11 Por la fe Abraham, a pesar de su avanzada edad y de que Sara misma era estéril, recibió fuerza para tener hijos, porque consideró fiel al que le había hecho la promesa. Hebreos 11:11 (NVI).
Aquí también, se considera que se continúa hablando de la fe de Abraham y no de la fe de Sara. Eso significa que ¿Sara no tenía fe?; recordemos que es lo que hizo Sara, cuando Dios le dijo que iba a tener un hijo, siendo de casi 90 años; ella se rio, pero dos capítulos de Después, dice la Biblia. Que Sara creyó al Señor,
¿Finalmente Sara tuvo fe o no? Entonces que se está hablando de la fe de Sara o la fe Abraham, la respuesta es Sí; creo que habla de la fe de Abraham y de la fe de Sara.
Vemos como ellos no podían tener hijos, sino que ya eran mayores y Dios viendo su edad, les prometió que iban a ser padres; ¿Porque era tan importante esto del hijo?, Porque Dios le había prometido a Abraham bendecir en su simiente, todas las naciones de la tierra.
¿Cómo? Por medio de la venida del Mesías, el Cristo, Jesucristo iba ser aquel salvador que daría su vida por todo aquel que creyere e iba a salvar a todos aquellos que confían en Dios, por medio de su sacrificio.
Pero él iba ser descendiente de Abraham, entonces era importante que él tuviera un hijo, porque si no tenía un hijo; la promesa no se iba a cumplir, pero Dios cumple sus promesas, y Dios cumplió su promesa aun cuando ellos eran muy mayores.
Porque Dios es fiel y cumple su Palabra, “Y no se debilitó en la fe al considerar su cuerpo, que estaba ya como muerto (siendo de casi cien años, o la esterilidad de la matriz de Sara. Tampoco dudó, por incredulidad, de la promesa de Dios, sino que se fortaleció en fe, dando gloria a Dios,plenamente convencido de que era también poderoso para hacer todo lo que había prometido” Romanos 4:19-21.
Abraham como un hombre de fe, consideró la palabra de Dios, superior a su incapacidad y eso nos muestra la importancia de no mirar las circunstancias, no mirar nuestra imposibilidad, sino confiar en las promesas de Dios.
“Por lo cual también, de uno, (hablando de Abraham) y ése ya casi muerto, (100 años, no tenía la capacidad, ni el vigor físico, para tener intimidad con Sara, a su esposa ya le había cesado la costumbre de las mujeres, según lo que dice la Biblia, había mostrado esterilidad por varios años, sin embargo de este hombre casi muerto) salieron como las estrellas del cielo en multitud y como la arena innumerable que está a la orilla del mar” Hebreos 11:12.
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