Durante la edad media, el estudio de las plantas medicinales, aromáticas y comestibles estaba en manos de los monjes. En sus monasterios las sembraban, clasificaban y probaban cada una de ellas, para luego estudiar sus especies y si eran nativas o exportadas. Fue así como el conocimiento de ellos y estudios científicos, se fue extendiendo en el mundo para curar y alimentar a los seres humanos.
Eso ayudó a que la producción de alimentos dependiera del 100% de la agricultura, ganadería y de la mano de los seres humanos, que desde muy temprano hacen sus preparativos para ir al campo y trabajar la tierra. Ellos son la columna principal de cualquier economía del mundo, por qué alimentarnos depende de ellos.
“La salud vegetal de las plantas, no solo está condicionada por su mejora, sino por el manejo que el ser humano realiza a sus cultivos. Rescatar, cuidar y proteger árboles frutales, plantas medicinales, comestibles y aromáticas, nativas de El Salvador es un gran reto, lo estamos haciendo desde el 2006. No hemos parado y no creo que lo hagamos, seguimos investigando una diversidad de árboles como el cacao, marañón, aguacate, ojushte, café, entre otros”.
“Estar al día con los temas relacionados a la agricultura, ganadería y medio ambiente, nos ayuda a educar mejor a los estudiantes y a participar en concursos medioambientales, que patrocinan organismos internacionales. En el 2017, hicieron una convocatoria a las universidades del país, para participar en la investigación “Conservación y Manejo de Recursos Fitogenéticos de Café Robusta y Cacao Criollo, en Sistemas Agroecológicos Productivos, como Estrategia frente al Cambio Climático”, participamos, trabajamos fuerte y ganamos el proyecto que financió USAID”.
PROYECTOS DE INVESTIGACIÓN
“Realizar proyectos de investigación de este tipo, beneficia a productores agrícolas como don Jaime Arévalo, quien vive en Izalco y que por él conocimos la zona para hacer la investigación de cacao y ahora de plantas comestibles, aromáticas y medicinales, que están en peligro de extinción, él se ha convertido para nosotros en un referente de apoyo a la Universidad de El Salvador”.
“Hoy en día, Sara Amaya y José García, estudiantes egresados de la UES y nuestro equipo fitotecnista, estamos viajando al cantón Cangrejera del municipio de Izalco del departamento de Sonsonate, para iniciar un nuevo trabajo de investigación, denominado “Identificación de Especies Vegetales Nativos, Introducidas y Aptos para el Consumo Humano y su Importancia en la Seguridad Alimentaria y Nutricional en El Salvador”.
“Los docentes e investigadores de la UES, siempre damos un aporte educativo, científico y técnico a los estudiantes, agricultores y ganaderos del país. Nos sentimos orgullosos de hacerlo y aportar conocimiento a los futuros ingenieros agrónomos. Constantemente nos actualizamos con temas de país, más ahora con el cambio climático, que nos obliga a hacer propuestas de mejora del medio ambiente”.
“Nuestro trabajo es dinámico, agotador, interesante, pasas horas recolectando plantas bajo el sol y no sientes el tiempo, por eso siempre cargamos sombrero, agua, libreta y depósitos para guardar las muestras a estudiar”, asegura el Ingeniero Fidel Parada, docente e investigador de la Facultad de Ciencias Agronómica de la Universidad de El Salvador y jefe del departamento de Fitotecnia.
OLORES, COLORES Y SABORES
Llegamos al lugar, preparan sus equipos de trabajo y caminamos bajo el sol, hasta llegar a nuestro punto de referencia. Cada uno realiza un trabajo minucioso, donde debe de existir la paciencia, concentración, tranquilidad, un buen gusto y olfato, porque muchas veces las plantas, se identifican por sus olores, colores y sabores. Su misión es identificar plantas medicinales, comestibles y aromáticas, como el perejil, romero, cilantro, alcapate, albahaca, mora, chipilín, entre otras, para luego analizarlas.
“Esta investigación la iniciamos en marzo del 2021, creemos que nos tardaremos un año. Por el momento, hemos seleccionado unas 25 especies de plantas, las estamos estudiando, identificando y analizando con detalle, hay que tener paciencia para tener datos reales”.
ALIMENTOS NUTRITIVOS
“Con los resultados de este trabajo, tenemos que hacer una propuesta a las autoridades correspondientes y a la misma sociedad salvadoreña, para que consuman estos alimentos, tanto por su valor nutritivo como su bajo costo económico”.
“Hacer este tipo de cultivo en el campo y en casa es fácil, solo necesitas agua, tiempo y ganas de cultivarlas. Es un trabajo bonito, interesante y agotador, que después de colectar las plantas, se trasladan al vivero y laboratorio de agronomía de la UES, donde identificamos las muestras, que se traen de los lugares que visitamos”. asegura Sara Amaya, estudiante egresada de Fitotecnia de la UES.
José García, estudiante egresado de la facultad de agronomía, asegura que “Esta investigación de las plantas es innovadora, muchas de ellas no tienen sus propios análisis químicos y científicos, eso nos permite profundizar más sobre el tema”.
“Por el momento, estamos analizando plantas como el chipilín, alcapate, malanga, papa del aire, tomates silvestres, orégano, entre otras. Por lo tanto, al finalizar esta investigación, entregaremos los resultados a las autoridades competentes y a las comunidades de donde se han extraído las muestras, se les explicará lo importante, que es consumir este tipo de plantas por los nutrientes que aportan al ser humano.
Ha sido un trabajo con mucho detalle, hemos monitoreado el proceso de crecimiento de ellas y cuando ya están listas, se cortan, rotulan con sus nombres comunes y científicos, las introducimos en depósitos y se identifican de donde fueron extraídas.
“Luego se trasladan al laboratorio de la UES. Ya estando ahí, se procede a secarlas en estufa, para luego molerlas, clasificarlas por especie y hacer el análisis de cada una de ellas. Hay que tener paciencia, para tener excelentes resultados”, concluye el futuro ingeniero agrónomo.