En Estados Unidos, se registraron más de un millón de casos confirmados de coronavirus el lunes, lo que rompió el récord anterior de contagios diarios.
Las hospitalizaciones siguen aumentando con rapidez en el país, y los pacientes con COVID-19 ahora ocupan más de 100.000 camas en los hospitales.
El lunes, la Administración de Alimentos y Medicamentos amplió la autorización de uso de emergencia para que la dosis de refuerzo contra la COVID-19 fabricada por las empresas Pfizer y BioNTech se administre a menores de entre 12 y 15 años.
Las dosis podrían comenzar a administrarse a finales de esta semana si los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) aprueban la medida. Esto se produce al tiempo que más de 3.200 escuelas de Estados Unidos cancelaron las clases presenciales esta semana en medio del aumento de los casos de coronavirus.
En el estado de Florida, que tiene una tasa de resultados positivos de más del 26%, el gobernador republicano, Ron DeSantis, rechazó el lunes los pedidos de abrir más centros de pruebas de diagnóstico de coronavirus.
Además, el gobernador volvió a negarse a las solicitudes de que exija medidas de salud pública, como el uso de mascarilla y el distanciamiento social, en las escuelas.
Gobernador Ron DeSantis: “Los menores de edad necesitan estar en la escuela, no seguir medidas locas de mitigación del coronavirus. Déjenlos disfrutar su infancia. Creo que está bastante claro que gran parte de estas medidas no ha tenido resultado, y punto”.
El lunes, se cancelaron más de 3.000 vuelos nacionales y vuelos internacionales hacia o desde Estados Unidos debido a las dificultades que atraviesan las aerolíneas ante la escasez de personal y el clima invernal.
Mientras tanto, la cadena de cafeterías y comida rápida Starbucks se ha convertido en el último gigante corporativo en exigir a sus trabajadores que se vacunen contra la COVID-19 o se sometan a pruebas semanales de coronavirus. (Fuente: Democracy Now)