En Estados Unidos, las hospitalizaciones por COVID-19 han llegado a su nivel más alto hasta el momento, con más de 150.000 pacientes internados.
Casi 2.000 residentes estadounidenses mueren a causa de la enfermedad todos los días, la gran mayoría de los cuales no están vacunados, al tiempo que el país registra un promedio de alrededor de 800.000 contagios diarios, lo que representa una leve disminución del número récord alcanzado la semana pasada.
Entre los últimos funcionarios estadounidenses de alto perfil en dar positivo por COVID-19 se encuentran dos miembros del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas. Uno de ellos es el principal líder militar del país, el general Mark Milley.
El viernes, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades actualizaron sus directrices para recomendar que las personas usen una mascarilla de tela sobre una mascarilla de grado médico, y declararon que las mascarillas N95 bien ajustadas ofrecen la protección más alta. (Fuente: Democracy Now)