CAMINANDO CON DIOS
Por: Boris López, Tabernáculo Bíblico Bautista, Manassas, Virginia (borislopez986@yahoo.com)*
El judaísmo del antiguo testamento sostenía que el depósito del Alma es el Corazón. El ser humano tiene una naturaleza tricotómica, tenemos el soplo de vida, el que recibió Adán en el jardín del Edén, que es el espíritu del hombre, el hálito de vida, lógicamente tenemos un cuerpo físico, que es la parte visible nuestra, y lo más importante es nuestra Alma, el alma es el conjunto de sentimientos y conciencia que habita nuestro ser. ¿Dónde está el Alma? El alma es etérea, pertenece a otras dimensiones.
Cuando una persona muere su espíritu vuelve a Dios, el cuerpo va a la tierra y el Alma a un destino eterno, en la enseñanza judaica sostenía que el Alma está en el corazón. Cuando Dios pide que le demos nuestro corazón, se refiere a que todo nuestro ser, el conjunto de emociones y sentimientos, raciocinios, juicios, se los entreguemos a él. Dame, hijo mío, tu corazón, Y miren tus ojos por mis caminos. (Proverbio 23:23).
¿Por qué? Porque del corazón mana la vida. Cuando surge una idea en nuestro cerebro, y luego esa idea forma un sentimiento que nos lleva a crear un plan de acción, esa acción tendrá un efecto que cambiará nuestra vida para siempre. Pensemos en el rencor, el odio o la envidia, cuando pensamos en alguien y alguno de estos sentimientos ataca nuestra alma, creamos diferentes ideas que nos llevan a planear el mal contra aquella persona, creamos los planes mas siniestros para efectuar la maldad, incluye hacer daño, causar dolor o incluso la muerte, por eso la Escritura nos manda, nos ordena, que nuestro corazón debemos guárdalo de estos planes maléficos porque crearemos una situación que a la larga destruirá nuestra propia vida: “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida” (proverbio 4:23).
Muchos se preguntarán, ¿y cuál es la forma mas correcta de guardar nuestro corazón?, dice la escritura en Santiago que cuando de nuestra concupiscencia, es decir, nuestra capacidad aprendida de hacer el pecado, surgen todas estas ideas, y luego damos a luz el pecado, tendremos muerte espiritual, el único remedio, la única medicina es que, al asaltarnos un sentimiento de este tipo, debemos conjugarlo con el fruto de nuestra relación con Dios, con el Espíritu Santo, así podremos ubicar los pros y los contras, bajo un control absoluto de Dios y no dejamos a nuestro libre sentir lo que se nos está ocurriendo, es de esta manera como nuestra vida caminará en rectitud y tendremos nuestro anhelado fruto, de lo que verdaderamente deseamos.
Cuántas personas hoy en día están pagando las consecuencias de haberse obedecido así mismos, a sus equivocadas emociones, y hoy tienen que pagar en la cárcel o con una pena de por vida, de allí la importancia que nuestra vida está controlada por Dios. Amigo la única forma de mantener control en nuestra vida, es entregando nuestro corazón a Jesucristo, él puede darnos una nueva vida en donde el Espíritu Santo monitoreará todo lo que salga de nuestros corazones, hoy es el momento de entregar tu corazón a Jesús.
Dile así: Señor Jesús, te abro mi corazón para que lo gobiernes, límpiame de mis pecados y perdóname, Salva mi alma hoy, te recibo como señor y Salvador personal, Amén. Ahora que has hecho esta oración y si lo hiciste de corazón, ahora eres una nueva criatura, Cristo dirigirá tu vida, Que Dios te bendiga!
*El pastor Boris López, es graduado del Seminario de la Misión Bautista Internacional de El Salvador. ¿Desea Congregarse? Llámenos al 703-357- 2908. Tenemos servicio de transporte para todas las áreas