Infiniti Q50. El último auto de la firma japonesa

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Por: Roger Rivero

  Los fabricantes ponen atención y capital a sus productos más rentables. Nada que repróchales, si no fuera que la psicosis de los SUV ha provocado que algunos desatiendan o eliminen modelos de su alineación. Echamos o echaremos de menos a nombres como Fusion, Impala, Jaguar XE, Avalon o Mercedes A-Class, por solo mencionar algunos de los sedanes que han sido abatidos, presa de la fiebre SUV.

  Otros se mantienen “colgando de un hilito” como dice la canción, y es el caso de nuestro auto de prueba esta semana, el 2023 Infiniti Q50. Este Infiniti compite en el segmento de los autos compactos premium o de lujo, y aunque es atractivo visualmente por su galante diseño, una vez instalados en su interior descubrimos que sus tiempos de esplendor han quedado en el pasado.

  La actual y primera generación del Q50 data del 2014, lo que en años automovilísticos viene siendo una eternidad. A pesar de esto, el sedán conserva atractivos como el diseño clásico de un potente motor delantero y tracción trasera, algo que los entusiastas agradecen.

DESDE AFUERA Y POR DENTRO

  Un buen diseño es como el vino de buena cosecha, que envejece con encanto. Bajo la tutela de Alfonso Albaisa, la marca nipona se ha distinguido por creaciones bien concebidas, en proporciones y estilo. El Q50 2023 está envejeciendo con gracia, aunque todavía recuerda a los modelos más antiguos de la marca, particularmente al G35.

  El interior del Q50 no ha recibido cambios notables desde su aparición en el 2014, lo que le causa cierta desazón visual, cuando rememoramos modelos similares más actualizados de la competencia. Los únicos cambios en el 2023 son la opción de interior Saddle Brown, ahora disponible en el acabado Luxe. En el exterior se puede obtener la insignia de parrilla INFINITI iluminada en el acabado Sensory.

  Los asientos de cuero semi anilina brindan una sensación elegante, pero percibimos la cabina innecesariamente abarrotada, particularmente debido a las pantallas gemelas dispuestas verticalmente, y un diseño que está pidiendo renovación. Notamos más ruido exterior de la carretera que el lujo de este auto debería permitir.

  En el lado positivo, la cabina se siente bastante resistente y hay muchas superficies acolchadas y suaves al tacto en todas partes. Los asientos traseros son razonablemente cómodos, aunque es probable que los ocupantes más altos encuentren poco espacio para la cabeza.

EQUIPAMIENTO Y SEGURIDAD

  El Q50 está equipado con el sistema de información y entretenimiento InTouch, que combina una pantalla táctil de 8 pulgadas en la parte superior del tablero, con otra de 7 pulgadas directamente debajo. En esencia, la pantalla superior maneja Apple CarPlay, Android Auto y las funciones de navegación, mientras que la pantalla inferior ajusta el audio, los controles de clima y la configuración del vehículo.

  Este sistema es parecido al que encontramos en algunos modelos de Acura, y que por suerte este fabricante está discontinuando. En teoría, esta división de tener pantallas independientes puede parecer una buena solución, pero en la práctica exige mucha atención por parte del conductor, y no siempre aprovechan óptimamente el espacio disponible. El diseño del menú no es intuitivo, las respuestas a menudo son lentas y los gráficos, especialmente para la pantalla táctil superior, tienen poca resolución y son difíciles de ver cuando les da la luz del sol.

  Infiniti es generoso cuando repasamos las opciones de seguridad y asistencia al conductor. Contrario a competidores alemanes que cobran extra por casi todo lo que podría prevenir un accidente, el Q50 integra por el precio todo, incluido el crucero adaptativo.

EN LA CARRETERA

  La mejor parte del Q50 creemos es su tren motor. El motor ya comienza a ser una rareza, pero en el mejor sentido de la palabra. Creo la mayoría o todos sus competidores han optado por los motores de 4 cilindros en línea, mientras que el Infiniti Q50 del 2023, se pavonea con un V6 de 3.0 litros con doble turbocompresor, que produce 300 caballos de potencia y 400 caballos para los modelos Red Sport. No hay opciones híbridas hasta este momento.

  Una transmisión automática de siete velocidades y tracción trasera vienen de serie, mientras que la tracción total está disponible si está dispuesto a desembozar $2,000 adicionales, cantidad algo abultada en mi opinión.

  Nosotros probamos un Sensory de 300 caballos y tracción total, y la aceleración la sentimos bastante rápida. No hubo un retraso notable en el turbo y la entrega de potencia a través de la transmisión automática de 7 velocidades fue suave. Un elemento que necesita mejora es la dirección. Es ligera pero no rápida, y carece de buena retroalimentación.

  Quienes han conducido la versión Red Sport reportan un mejor comportamiento de la suspensión y la dirección. Esta versión logra llegar a las 60 millas o 100 kilómetros en 4.5 segundos, mientras que el resto de los Q50 agregan un segundo más. 

  La suspensión del Q50 brindó una conducción controlada y serena, pero las imperfecciones mayores de la carretera se sienten con más fuerza en el interior de lo que esperaríamos de un auto de lujo. Por suerte está la opción de amortiguadores adaptativos, lo que puede ser una buena elección para los conductores en áreas con un pavimento especialmente deficiente.

  En materia de eficiencia también el Infiniti Q50 enseña su vetustez. Aunque 24.5 millas por galón o 9.6 litros por cada 100 kilómetros no son números demasiado altos para un motor de seis cilindros, estas cifras si quedan rezagadas en comparación con otros vehículos en el segmento.

PARA ESCOGER

  El sedán Infiniti Q50 2023 viene en tres versiones: Luxe, Sensory y Red Sport 400. Cada versión agrega algunas características más que la anterior, a intervalos de precios bastante elevados, pero la principal diferencia está debajo del capó. Los modelos Luxe y Sensory tienen un V6 bi turbo de 300 caballos de potencia, mientras que el Red Sport 400 tiene una versión mejorada de ese mismo motor con 400 caballos.

  Un Infiniti Q50 Luxe viene preciado en $42,650, mientras que el Sensory como el que probamos sube a los $48,350. Por ese precio agregan navegación, iluminación ambiental, una parrilla rediseñada y rines de 19 pulgadas.

  En el segmento de los sedanes compactos de lujo hay proposiciones atrayentes, ante las que este Infiniti, con todos los méritos que le acreditan, le sería algo laborioso competir. Hablamos de viejos conocidos como el Audi A4, Acura TLX o Mercedes C-Class, sin descontar nuevas opciones como el Genesis G70 que le aventaja en varios factores, y tiene precio más económico.

CONCLUYENDO

  El mercado de los sedanes se está reduciendo, y alabamos a los fabricantes (sobre todo los europeos, coreanos y japoneses) que mantienen su compromiso con este tipo de autos, que aún siguen acaparando alrededor del 30 % del mercado de vehículos nuevos de EE. UU, el mayor del mundo.

  El Infiniti Q50 retiene méritos, pero necesita una renovación, sobre todo en su interior, para que pueda seguir siendo competente. Es el último de los autos de Infiniti, pues el resto de la alineación del fabricante está compuesta de SUV. 

  ¿Renovará Infiniti este modelo cuya generación data del 2014? La pregunta queda en el aire, y la respuesta… En el aire también.

Roger Rivero es un periodista independiente, miembro de NAHJ, la Asociación nacional de periodistas Hispanos y de NWAPA, la Asociación de periodistas automovilísticos del noroeste. Los vehículos son proporcionados por los fabricantes como préstamo por una semana para fines de la reseña. De ninguna manera, los fabricantes controlan el contenido de los comentarios.