Como lidiar con el estrés

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Por: Pastor Dr. Rolando Soriano*

  El cuerpo humano ha sido diseñado perfectamente por Dios y como tal reacciona ante cualquier forma de amenaza, demanda o presión sobre nosotros. Estas situaciones pueden venir de diferentes áreas de nuestra vida, sea del trabajo, el hogar, la escuela, la iglesia, los amigos o cosas del pasado que no hemos resuelto todavía y nos siguen persiguiendo.

  Las reacciones químicas del cuerpo humano son normales y producidas por hormonas que tienen efecto en todo nuestro sistema corporal, el cual produce que nos preparemos internamente para lidiar con cualquier situación que percibamos difícil (Proverbios 14:30).

  Pero lamentablemente si estamos bajo presión en forma continua y por largos periodos de tiempo como muchos hoy en día, todos estos químicos que nuestro cuerpo produce para ayudarnos a sobrellevar estas situaciones, pueden fácilmente empezar a hacernos daño y eso es lo que debemos evitar.

  Entonces nuestro cuerpo, al estar bajo alguna situación de peligro o de presión suprime otros sistemas y funciones lo cual tienen efectos secundarios en contra de nuestra salud.

  Literalmente, se empiezan a notar las consecuencias del estrés, por ejemplo, al tener falta de apetito o el querer comer en cantidades excesivas, se nota al no tener ganas de dormir o querer dormir por largas horas, el estar siempre preocupado, el mantenerte de mal humor, entre muchos otros trastornos físicos.

  Puede ser que también te falte la concentración y empieces a cometer errores que antes no ocurrían, o simplemente tomar decisiones poco sabias, todo a razón del estrés.

  Estas situaciones se empezarán a notar y multiplicar en tu vida de tal manera que entre más tiempo pase y no hagas nada al respecto, afectará tu hogar y las personas que te rodean.

  Debes de ser consciente de que el dolor y la tristeza que no haya sido resuelta en tu vida, son un detonante para el estrés, porque te puede causar un daño silencioso al convertirse en un mal crónico.

  En esta circunstancia debemos de acudir a Dios por paz, dirección y sabiduría (Filipenses 4:6-7) (1 Pedro 5:7), y buscar ayuda profesional si es necesaria. En el mundo espiritual debemos venir a Cristo para sostenernos en él, quien nos dará una fortaleza que no tiene límites y sobre pasa todo entendimiento, y en el plano físico acudir a un profesional si es necesario y aprender a cuidar de nuestro cuerpo, el cual es templo de Cristo.

  Por ejemplo, aprender a dormir adecuadamente, es decir, dormir las horas necesarias que tu cuerpo en particular necesita. Algunos se sienten muy bien descansados después de dormir 6 horas, otros posiblemente necesiten 8 horas de descanso, y todo eso está bien.

  No debemos de juzgar a nadie por su manera de lidiar con la presión y los problemas que le aquejan, y la razón es que cada uno tiene una medida que puede tolerar y lo hace de acuerdo con sus propias vivencias, de sus genes heredados, de las estrategias que ha desarrollado a través de su vida, y usando sus valores y principios. Que en este caso esperamos sea centrado en la palabra de Dios.

TRES RESULTADOS INMEDIATOS

  El cuerpo que Jehová nos ha diseñado genera 3 resultados inmediatos cuando estamos bajo estrés:

El primero es el cambio de humor, el cual puede generar el morder, chasquear y gruñir, o quedarse inerte y no hacer nada, entre muchos otros síntomas que son la exteriorización del cambio de humor en la persona bajo presión.

  El segundo fluye de la fluctuación dentro del sistema hormonal, y en este caso los mensajes a los diversos órganos son “confundidos” por las hormonas del estrés que inundan el cuerpo, y cualquier debilidad del sistema o lesiones antiguas son detectadas y estos pueden ser afectados dañándolos por el exceso de hormonas.

  El tercer resultado ocurre cuando el sistema comienza a reequilibrarse y concentra la energía dentro de las glándulas para producir más hormonas del estrés. En este punto, hay supresión de todos los sistemas que el cuerpo puede reducir y esto significa que la persona afectada puede sentir más síntomas como consecuencia de la reducción de ciertos sistemas en el cuerpo humano.

  Estos se manifiestan de diferentes maneras, desde el agotamiento hasta los dolores de cuerpo y cabeza, y diversas molestias, y también puede ser que el sistema inmunológico en sí mismo está suprimido, dejando las puertas abiertas a cualquier infección viral.

  La solución debe de ser inmediata y sostenidamente, es decir, el momento de actuar para contrarrestar el estrés que te ataca es apenas te das cuenta de que te está afectando. Muchos acostumbran a poner su salud en segundo plano; sin embargo, requiere atención inmediata. Esta es una enfermedad silenciosa que de verdad puede hacer daño y la precaución es importante.

  2 Timoteo 1:7 “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”.

*La información vertida en esta columna no refleja la opinión de este periódico ni indican un consejo profesional de parte del escritor, recomendamos consultar con un profesional en la materia.

Si quieres comunicarte con el Pastor Dr. Rolando Soriano: revsoriano@yahoo.com

Facebook: Rolando Soriano Pastor

*El autor de este artículo es el Dr. Rolando Soriano, pastor, consejero bíblico y empresario. Es el Pastor de la Iglesia Buena Tierra en Woodbrige, VA, Director del Seminario Cristiano Internacional, y dirige programas de ayuda a la comunidad. Graduado de la Universidad Bautista Great Plains y actualmente estudia en el Seminario Teológico Bautista de Southwestern y el prestigioso Seminario Bautista Reformado de Londres, escuela que pertenece al Tabernáculo Metropolitano de Londres del ya fallecido Pastor Charles R. Spurgeon.