Por: Rafael Lazo
Bien podrían vivir como lo hace la mayoría de inmigrantes en los Estados Unidos, trabajar, pagar sus deudas, divertirse, ayudar un poco a sus familias y hasta ahí.. pero no, Flor Cardona es una más, de ese reducido número de personas, que no duermen tranquilas, porque están pensando cómo ayudan a los más necesitados.
Y es que Flor Cardona, según comenta, sabe lo que es vivir en pobreza, ella ha experimentado en su vida la dura situación de no tener un techo seguro, de ver una mesa sin alimentos, de no tener más que un vestido y un par de zapatos; ella sabe lo que es acostarse sin haber comido un día antes, por eso, su especial interés en ayudar a los que sufren necesidad.
Flor nació en El Salvador, tiene varios años de residir en Alexandria, Virginia, ha logrado superarse, es estilista profesional y es propietaria de un salón de belleza en Arlington.
Flor junto a su esposo, tienen ese don de ayudar al próximo y de una manera formal tienen más de doce años de enviar ayuda a Quezaltepeque y otros lugares de El Salvador.
“Hemos mantenido siempre una disposición de regalar canastas navideñas cada fin de año, juguetes a los niños; ropa, que me regalaban mis clientas y la enviábamos para que mi madre y mis hermanos, la hicieran llegar a las personas que necesitaban”.
FUNDACIÓN EBENEZER
A fin de expandirse e incorporar a otras personas para llevar mayores beneficios a los necesitados en El Salvador, los esposos Cardona, han constituido la Fundación Ebenezer; desde hace dos años, recolectan ayuda y la trasladan a El Salvador para que sea repartida sobre todo a adultos, niños y gente con grandes necesidades.
“He venido caminando de la mano con mi esposo y mi familia, tratando de convertir este sueño en una realidad, porque la Fundación Ebenezer nació de un sueño, de estar con mi familia ayudando a pequeños grupos familiares, de bajos recursos en mi país, más que todo en mi área donde yo crecí, viendo muchas necesidades”. Expresa Flor.
TRANSPARENCIA
Flor hace ver que a toda la gente le interesa saber realmente cómo es que se va a invertir lo que se recauda, pues hay muchos casos de gente que aprovechan para lucrarse de lo que otros dan y por eso se abstienen de ayudar.
En el caso de la Fundación Ebenezer, hemos constituido una directiva que trabaja muy activa y entrega todos los donativos a las personas que realmente lo necesitan, comenta.
“Tenemos una directiva que está trabajando con familias vulnerables en El Salvador, la fundación está ubicada en Quezaltepeque, departamento de La Libertad, desde ahí, se lleva ayuda a todo el país, porque se han logrado integrar personas en los 14 departamentos.
“Deseamos crear conciencia en un amplio sector de la población y que nos comprometamos para ayudar a más familias vulnerables, gente que no tiene recursos; nuestra visión es que la gente contribuya, se unan para hacer este grupo más grande y estar más atentos a la necesidad de las personas”
Una de nuestras misiones que tenemos como fundación, es rescatar los valores perdidos que nos hacen olvidar a los ancianos y adultos mayores que sufren al no tener lo mínimo para sobrevivir y también la falta de amor, dice Flor.
BANCO DE ALIMENTOS
La Fundación Ebenezer realiza convivios con ancianos, se les otorga un refrigerio y alimentos para que no les falten en su mesa “Mantenemos un banco de alimentos, no es como quisiéramos, pero si, es una asistencia a lo que es la alimentación en la familia; tenemos de ocho a diez familias a quienes mensualmente se les da granos básicos, como arroz y frijoles; leche y pollo, entre otros productos”.
“Sabemos que la gente come todos los días y nuestro anhelo es entregar alimentos, por lo menos dos veces al mes, para que los ancianos tengan con seguridad, su sustento diario”, manifiesta.
Flor, espera encontrar muchas personas que apadrinen y se conviertan en colaboradores permanentes, para llevar ayuda constante a estas personas necesitadas “Necesitamos que se nos unan muchas personas más, por ahora, gracias a Dios, del negocio que tenemos con mi esposo, sacamos un porcentaje de la ganancia, que es destinada para la fundación, a fin de no desamparar a los necesitados”.
Flor sueña con tener una bodega muy grande, llena de alimentos, para repartir entre cientos de personas necesitadas, para que no les falte el alimento “que lo que nosotros tenemos en la mesa, también lo puedan tener ellos” dice.
Y es que Flor, describe la terrible situación que se vive en un lugar donde faltan los alimentos, “esta fundación nació de una persona, que ha vivido esa situación de necesidad, sin un techo, sin comida, yo sé lo que es vivir en pobreza, ese fue mi caso” recalca.
CELEBRACIONES ESPECIALES
La Fundación Ebenezer, se mantiene atenta a llevar alegría, esperanza y ayuda a los necesitados, en fechas especiales como las celebraciones del Día de la Madre y Navidad, “hay muchas madres, muchas ancianas, que no tienen, no reciben nada en esas fechas, es difícil no ablandar nuestro corazón para llevar una ayuda”, comenta Flor, al tiempo que hace el llamado para que otras personas se unan a esta causa, donando o sirviendo de alguna manera, para llevar mucha más ayuda a los necesitados.
“Qué bonito es recibir por ejemplo una canasta de víveres y otros alimentos, en épocas como Navidad; es muy gratificante también, observar los rostros de felicidad en los niños que reciben un juguete, un plato de comida, o revientan una piñata; durante los festejos navideños” agrega.
DIFÍCIL TAREA, PERO GRATIFICANTE
Mantener una fundación no es fácil dice Flor, pues se necesita de apoyar económicamente y disponer de tiempo para que la misión de ayudar se cumpla; el trabajo en equipo, ha sido muy importante para lograr lo que hasta hoy se ha hecho.
Por ejemplo, el presidente de la directiva Carlos Castillo, es una persona muy dedicada, su tiempo libre lo dedica para ayudar y si se trata de auxiliar a un anciano, lo hace con mucho más entusiasmo; “quisiéramos que, así como él, muchas otras personas se puedan unir a este esfuerzo, brindando su tiempo y cualquier ayuda” comenta.
REPARACIÓN DE CASAS
La Fundación Ebenezer, además de ayudar con productos de primera necesidad a los necesitados, también visualiza y atiende necesidades como la reparación de casas dañadas, principalmente de ancianos o personas discapacitadas. Son varios los casos donde además de comprar los materiales, un grupo de colaboradores de la fundación, reparan las viviendas.
ASISTENCIA MÉDICA
Otra área donde la fundación se involucra es la atención médica, participando en jornadas de salud, control de niños sano, Papanicolaou y mamografía a las mujeres; actividad que realizan en coordinación con la Unidad de Salud de Quezaltepeque; aprovechando que uno de los miembros de la directiva de la fundación, es promotor de salud.
MEDIO AMBIENTE
La defensa del medio ambiente, es otra área donde la fundación se involucra, “exhortamos a la gente a cuidar nuestro ecosistema ya que se está perdiendo en esos lugares, además de concientizar, realizamos jornadas de reforestación; motivamos a los niños, a sembrar un arbolito” dice Flor.
La fundación Ebenezer, tiene otros proyectos a ejecutar como la realización de talleres vocacionales, para enseñar oficios a los jóvenes, principalmente durante las vacaciones de fin de año en las escuelas.
SILLAS DE RUEDAS
Debido a la alta necesidad de sillas de ruedas en muchos ancianos, la fundación solicita a quienes deseen donar estos aparatos en buen estado, lo hagan, para hacerlas llegar hasta lugares remotos en El Salvador.
“Necesitamos mucho, todo es bienvenido para el crecimiento de nuestra fundación y así llevar mucha más ayuda a todos los rincones de El Salvador”, exclama esta filántropa salvadoreña.
La Fundación Ebenezer, tiene su sede en Quezaltepeque, departamento de La Libertad, desde donde se lleva la ayuda a la gente necesitada.
Si usted desea unirse a esta noble causa, contacte a Flor Cardona, quien es la vice presidenta y representante legal, de la fundación Ebenezer; ella reside en Alexandria, Virginia, le puede llamar al 703- 945-7992; más información la encuentra en la página en Facebook: Fundación El Salvador Eben – Ezer o en www.fundacionebenezerelsalvador.org