EL EVANGELIO EN MARCHA
Salven el matrimonio mientras pueda ser salvado
Por: Boris López, Tabernáculo Bíblico Bautista, Manassas, Virginia (borislopez986@yahoo.com)*
Un poeta salvadoreño escribió un libro titulado “Flor de Carao” en este libro sostenía que el matrimonio se asemejaba a esta flor, porque es una de las flores mas bellas que nos ha podido dar la naturaleza, el árbol se llena completamente de tonalidades color rosa y por lo frondoso del árbol es completamente un espectáculo, pero que con el pasar del tiempo da lugar al fruto que no es mas que una vaina negra, aquellas hermosas flores terminan siendo, no mas que vainas, decía pues el escritor que el amor en el matrimonio es así, flores hermosas al principio que terminan siendo puras vainas.
Ese podríamos decir es el destino de un matrimonio donde se descuida el amor. El amor en pareja incluye muchos aspectos, se forma en base a compartir los asuntos cotidianos para formar lazos que unen para siempre, se alimenta de las atenciones y se fortalece con el respeto mutuo.
Pero lo descuidamos, y es que cuando comienzan a surgir señales del desgaste matrimonial es el tiempo de comenzar a darle tratamiento, es de humanos caer en la rutina, en el aburrimiento y es allí cuando debemos reinventar el matrimonio.
Es casi seguro que nuestro temperamento tenga que ver, y el problema es que vivimos engañados por el sistema, el divorcio es una alternativa que hoy en día se nos presenta como algo muy normal, y nos refugiamos en nuestro propio egoísmo, y orgullo.
Si tomamos las medidas suficientes para poder restaurar el amor con el que surgen todas la parejas al principio, vamos a revivir la relación, pero eso dependerá de que podamos encontrar las señales del desgaste y que tengamos la voluntad de hacerlo.
El matrimonio es cosa seria y no podemos destruirlo peleando como niños, es por eso que como seres humanos responsables debemos a la primer señal, buscar la solución de cualquier conflicto y llegar a un entendimiento, el entendimiento que es la clave de la relación, te gusta, no me gusta pero respeto tu gusto. No hay dos personas iguales en el mundo, no con los mismos gustos, no hay almas gemelas, todos somos diferentes y de allí que debemos fundamentar nuestra relación en primer lugar en el vínculo perfecto que es el amor, y reforzarlo con el respeto.
En una ocasión en un seminario matrimonial se llegó a la fase de preguntas sobre la pareja, allí se dieron varias sorpresas, una de ellas fue que el moderador pidió anotar en una hoja, el nombre de sus mejores cinco amigos, la intención era conocer si las parejas además de ser un matrimonio eran amigos, la respuesta fue desalentadora, nadie había incluido a su parejas como una de sus mejores amigos, ni mujeres ni hombres, y si alguien debe ser nuestro amigo o amiga debe ser nuestra pareja con la que hemos decidido compartir nuestra vida.
Otra de las sorpresas es que cuando llegamos a la parte de las “frases hirientes”, lo que no nos gusta que nuestra pareja nos diga, una esposa escribió que lo que no le gustaba que le dijera su esposa era “gorda”, el esposo estaba sorprendido porque a lo largo de veinticinco años de casados, él la había llamado así “de cariño”, él le replicó: – si siempre te he llamado así – le dijo, a lo que ella contestó: – nunca me ha gustado-.
El síndrome de la incomunicación es un flagelo en los matrimonios que los está destruyendo. Comunicación familias hay que comunicarse.
Es diferente decir ¿como estás? a ¿como te sientes?, Este debe ser un buen inicio familias para rescatar nuestros matrimonios porque el deseo de Dios es que luchemos por la relación que tenemos actualmente y no que vivamos experimentando con una y otra pareja.
Es por eso que el centro de toda relación matrimonial debe de ser Jesucristo porque es El quien nos da la apertura necesaria para poder abrir la comunicación. Si estás en problemas matrimoniales y quieres encontrar una solución, busca a Jesucristo hoy, él te espera para darte vida y vida en abundancia.
*El pastor Boris López, es graduado del Seminario de la Misión Bautista Internacional de El Salvador. ¿Desea Congregarse? Llámenos al 703-357- 2908. Tenemos servicio de transporte para todas las áreas