CALIFORNIA EEUU
Siete estudiantes murieron y tres más resultaron heridos el lunes luego de que un hombre les disparara en la Universidad cristiana y médica de Oikos, en Oakland, California.
La policía identificó al sospechoso de la masacre como un hombre coreano-estadounidense de 43 años de edad llamado One Goh. Se trata de un ex alumno de la universidad.
Howard Jordan, jefe de policía de Oakland, declaró: “No sabemos con exactitud cómo se dio la sucesión de hechos. Nos dimos cuenta cuando llegamos allí. Los oficiales encontraron a varias víctimas en el salón de clase y por todo el edificio. Varias personas permanecían ocultas encerradas dentro de los edificios, detrás de escritorios, como pueden imaginar estaban muy asustadas. Algunas de ellas estaban heridas, de modo que tuvimos que rescatarlas”.
No se arrepiente
One Goh, el coreano-americano que mató a siete estudiantes se queja de que sus compañeros se “metían” con él y que el centro educativo lo expulsó hace tres meses sin razón.
El jefe de policía de Oakland aseguró el martes que el asesino confeso “no se arrepiente para nada” de sus acciones e insiste en que “no fue tratado de manera justa”. Varios estudiantes describieron a One como “un poco raro” y al menos uno mencionó que los demás le “tomaban el pelo”. “Fue una ejecución calculada, a sangra fría en el aula”, aseguró a la CNN el jefe de policía, Howard Jordan. El ex estudiante “sentía el deseo de hacer daño” a sus compañeros.
One buscaba a una empleada en particular, pero al no encontrarla cogió de rehén a una recepcionista y entró con ella en una clase de Enfermería. “Los voy a matar a todos”, dijo, según los testigos. Varios describieron también cómo los obligó a ponerse contra la pared e intentó ejecutarlos. Algunos salieron corriendo y One se puso a disparar. Mató a la secretaria y a seis estudiantes, cinco de ellos mujeres. Las víctimas tenían entre 21 y 40 años y la mayoría eran inmigrantes de Corea, aunque también de Nepal, Nigeria y Filipinas.
Según la policía de Oakland, el hombre no tenía ningún historial criminal. Nació en Corea, se nacionalizó estadounidense y estudió Enfermería durante unos meses. A principios de este año, fue expulsado por su comportamiento errático, según la Universidad. El coreano debía varios miles de dólares a Hacienda y aún estaba recuperándose de la muerte de su hermano, un militar de las fuerzas especiales que falleció en un accidente de coche, según la televisión local KGO.
Poco antes de las diez y media de la mañana, el asesino entró en un aula dentro de uno de los edificios en el campus. El hombre disparó a bocajarro al pecho de un estudiante y siguió repartiendo balas a su alrededor.
Se entregó a la policía
Los agentes tardaron en llegar al campus y cuando se desplegaron, el culpable había escapado de la zona. La policía, de las fuerzas especiales, sólo se encontró los cadáveres y a docenas de estudiantes que se negaban a abrir las puertas por temor a que fuera una trampa del asesino.
Una hora después, One Goh apareció en un supermercado de Alameda, una isla enfrente de Oakland. Se acercó al centro de atención al cliente de la tienda e informó: “He disparado a varias personas. Me tienen que arrestar”. Los empleados llamaron a la policía, que detuvo al hombre sin forcejeos. El supuesto asesino estaba “tranquilo” durante su arresto según los testigos. La policía de Oakland también aseguró que el detenido “cooperó en todo momento” y estaba “muy tranquilo”. Después, les relató el asesinato con “todos los detalles”.
La Universidad de Oikos es un centro privado con un centenar de estudiantes especializado en Teología, Música, Enfermería y Medicina. “Nuestro principal objetivo es formar a líderes espirituales cristianos que respeten las intenciones de Dios y ampliar el pueblo de Dios a través suyo”, explica el fundador en la web de la Universidad, descrita como un lugar plácido “que cambia positivamente su entorno y el mundo en general”. (Con datos de María Ramírez, EL MUNDO)