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La oficina forense del Condado de Los Ángeles clasificó el jueves la muerte del exjugador de la NFL Junior Seau como un suicidio. Sin embargo, el hallazgo probablemente hará poco para resolver las dudas que comenzaron a brotar después de que la policía encontró su cuerpo con una herida en el pecho.
Los resultados toxicológicos que podrían revelar factores que contribuyeron con la muerte podrían tardar semanas en completarse, dijo Sarah Gordon, de la oficina del médico forense.
Desde que se supo que Seau murió en su casa de Oceanside, California, surgió la especulación respecto a si influyeron todos los golpes que recibió en la cabeza durante sus 20 años de carrera como jugador profesional.
No hay evidencia de que Seau haya sufrido encefalopatía traumática crónica, una enfermedad degenerativa causada por las conmociones cerebrales múltiples. No obstante, amigos y familiares mencionaron que el exjugador sufrió innumerables golpes en la cabeza durante su carrera.
Como linebacker, él jugó una de las posiciones con más contacto en la NFL, “él sufrió muchas conmociones cerebrales”, dijo Shawn Mitchell, un pastor y amigo de la familia de Seau.
La oficina del médico forense dijo en un comunicado el jueves que espera a que la familia del exjugador les permita estudiar su cerebro.
Un reporte final de la autopsia podría tardar hasta 90 días en completarse, aunque hasta el momento se confirmó que murió por una herida de bala que se provocó él mismo en el pecho.
Seau fue seleccionado por la NFL en la ronda selectiva de 1990, después de egresar de la Universidad del Sur de California. Durante 20 años de carrera acumuló 1,526 tacleadas, 56.5 capturas y 18 intercepciones. (Fuente: CNN)