EL EVANGELIO EN MARCHA
Por: Boris López, Tabernáculo Bíblico Bautista, Manassas, Virginia (borislopez986@yahoo.com)*
Todo lo que existe, todo lo que no está terminado puede terminar en cualquier cosa, en lo que se planea hacer según el plan original o puede terminar en una catástrofe. Cuando las cosas están inconclusas pueden terminar en cualquier dirección. Si tu vida está inconclusa en cualquier área, puede tomar el rumbo que sea y terminar lamentándolo porque cualquier cosa puede pasar.
Es como aquel que maneja un vehículo en mal estado, por ejemplo, una llanta que está perdiendo el aire, a cada momento tiene que revisarse para que no le de problemas y probablemente el percance se presentará cuando llegue a quedarse en el camino, si no es que antes ha sufrido un accidente.
Cuando caminamos en la vida estamos sujetos a la fortuna. Curiosamente a la fortuna solo se le ve por el lado positivo, en sinónimo de buena suerte, pero la fortuna puede también ser negativa, fortuna viene de fortuito, de lo futuro, de lo porvenir, puede ser bueno o malo. De modo que las cosas pueden terminar bien o caminar en la incertidumbre y terminar en la desgracia o en la calamidad.
Es por eso que debemos buscar el camino seguro, el camino según Dios. Hay un pasaje bíblico que habla sobre cómo el hombre camina en la vida y según su propia sabiduría: “Hay camino que parece derecho al hombre, pero su fin es camino de muerte.” Prov. 16:25. Y está dirigido a aquellos que se apoyan en su propia prudencia a los que creen que lo saben todo.
Hubo un hombre que conoció a Jesucristo, sus caminos, su forma de tratar con el hombre, pero un día, el enemigo logró ganarle la batalla y se llenó de desánimo, y no volvió a la iglesia, se fue a vivir como oveja sin pastor. Como su vida ya no tenía dirección con respecto a Dios, su vida se convirtió en un desastre, definitivamente, vivía en la cuerda floja y al final terminó cayéndose.
La cuerda floja al contrario del cable tenso, está floja y comúnmente se le confunde con el cable o cuerda tensa. Se encuentra sujeta por los dos extremos, despegada del suelo y con una ligera curvatura por su extensión. La altura a la que se encuentre varía de acuerdo a la habilidad del ejecutante y de las posibilidades de seguridad del sitio. Generalmente descalza, la persona logra estabilidad sin ayuda de otros objetos. Se denomina funámbulo al acróbata que realiza ejercicios sobre la cuerda floja o el alambre. Se han establecido muchos records con respecto a la cuerda floja, un hombre estuvo caminando sobre ella 60 días consecutivos, su jornada era al principio de 9 horas y terminó el día sesenta con cinco horas diarias sobre la cuerda floja.
Lo curioso de la cuerda floja es que el que la practica, siempre termina en un lugar seguro, o en su defecto, se cae. Así es el hombre que vive alejado de Dios, vive sin control, vive confiando en su capacidad, en su inteligencia, en su apariencia, su confianza está en sus capacidades de hacer negocios, en su fuerza física y capacidad de lograr hacer un trabajo, en su salud.
Hubo un hombre, que cita el libro de Daniel, que se llamaba Nabucodonosor, este hombre era en su momento el hombre mas poderoso de la tierra, y desafió a Dios, por esa razón llegó a su vida una enfermedad esquizofrénica, que lo mandó a comer sus alimentos con los animales, se alimentaba de pasto, como las cabras, fue hasta que reconoció que había un Dios del cielo que gobierna la vida de los hombres y solo cuando reconoció su autoridad fue restituido de sus capacidades emocionales.
Probablemente muchas personas hoy en día estén viviendo en la cuerda floja, o buscan un lugar seguro para encontrar un fundamento verdadero o su caída está garantizada. Ese fundamento verdadero se llama Jesucristo, él dirige la vida de los hombres para que encuentren puerto seguro. Si no tienes a Cristo, vives en la cuerda floja, tu vida puede tomar cualquier dirección, hoy puedes cambiar tu condición conociéndolo como Señor y Salvador y vivir con seguridad en tus pasos. Jesús es el fundamento que necesita el hombre.
*El pastor Boris López, es graduado del seminario de la Misión Bautista Internacional de El Salvador.
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