PRESIDENCIALES MEXICO
En el segundo tramo de la contienda, los aspirantes viajarán más a los estados o pedirán a colaboradores hacer proselitismo para ganar votos
Los cuatro candidatos a la presidencia de México harán algunos ajustes en sus actividades y las de sus equipos en la segunda mitad de la campaña, con el propósito de cerrar con fuerza la contienda antes de las elecciones del 1 de julio.
El Partido Acción Nacional (PAN), por ejemplo, busca aprovechar la molestia de algunos electores con el Partido Revolucionario Institucional (PRI), en tanto la izquierda planea que los colaboradores de su abanderado hagan proselitismo por su cuenta.
El único punto en común es que todos los candidatos viajarán más por el país. Según los equipos de campaña, ninguna de estas medidas implica ajustes de último momento o un cambio de estrategia, sino que estaban planeadas desde el inicio de la competencia.
Los colaboradores de Enrique Peña Nieto afirman que el candidato del PRI tiene como objetivo visitar todo el país antes del segundo debate presidencial, programado para el 10 de junio.
Durante la primera parte de la contienda, el aspirante puntero en las preferencias electorales – de acuerdo con las encuestas- viajó a 22 de las 32 entidades. “Tal como habíamos planeado, vamos a intensificar las visitas a los estados”, dijo el diputado federal Jorge Carlos Ramírez Marín, vicecoordinador de la campaña de Peña Nieto.
En este periodo, según Ramírez Marín, el equipo de Peña Nieto también buscará “mejorar” el diálogo con organizaciones civiles que han buscado al candidato sin que se les haya podido atender, al tiempo que el PRI revisará el trabajo de sus promotores del voto.
El “sentimiento anti PRI”
Los segundos 45 días de campaña iniciaron con al menos tres protestas contra el PRI y Peña Nieto. La primera fue la manifestación de estudiantes de la Universidad Iberoamericana (UIA) que lo abuchearon en una visita a la institución, el 11 de marzo. A ésta siguieron una protesta en Córdoba, Veracruz, donde unos 50 manifestantes fueron golpeados por supuestos priistas, así como la Marcha Anti Peña Nieto, en la que 46,000 ciudadanos reunidos en el centro de la capital mexicana llamaron a no votar por el exgobernador del Estado de México.
Estas acciones han llamado la atención de los equipos de los candidatos. Del lado del PRI, de acuerdo con Ramírez Marín, existe “preocupación” ante la posibilidad de que en esta etapa de la contienda esas protestas sean incitadas por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) para posicionar a su candidato, Andrés Manuel López Obrador.
“Vamos a tener mucho más cuidado en nuestros eventos masivos. Nos preocupa mucho esta inyección de odio que está haciendo el PRD. La campaña de Enrique Peña Nieto es por México, no por un afán personal”, dijo el priista.
El PRD, sin embargo, niega tener relación con las manifestaciones contra el PRI, en tanto López Obrador, aspirante de la izquierda, ha dicho que los priistas están “nerviosos” por el desarrollo de la contienda.
En el PAN, que encabeza el gobierno desde hace 12 años, la existencia de un “sentimiento anti PRI” se percibe como un factor que puede explotarse electoralmente a favor de su candidata presidencial, Josefina Vázquez Mota.
“Uno de nuestros retos (para las siguientes semanas) es cómo captar buena parte de ese sentimiento anti PRI”, dijo Rafael Giménez, coordinador adjunto de la campaña panista. Otros objetivos del equipo de Vázquez Mota son que la aspirante mantenga su ritmo de entre dos y cuatro eventos por día en sus giras por los estados, así como acercarse lo más posible a Peña Nieto en la intención de voto antes del segundo debate.
La encuesta de la empresa Consulta Mitofsky del 22 de mayo señala que Peña Nieto tiene el 37.9% de la preferencia bruta, por el 20.5% de López Obrador, el 20.1% de Vázquez Mota y el 1.8% de Gabriel Quadri, del Partido Nueva Alianza (Panal). (Fuente: Mauricio Torres, CNNMéxico).