O me pego un tiro o miro al cielo y sigo adelante

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 EL EVANGELIO EN MARCHA

Por: Boris López, Tabernáculo Bíblico Bautista, Manassas, Virginia (borislopez986@yahoo.com)*

 

“La vida me ha golpeado fuerte. Podría haberme hecho vulnerable y acabar pegándome un tiro, o podría mirar al cielo y crecer. Prefiero la segunda opción”, decía Manolo Preciado, fallecido el miércoles 6 de junio, última década nefasta en lo personal y completa de alegrías en lo profesional.

En abril del 2011, el técnico de origen cántabro (Astillero, Cantabria 1957) conoce la muerte de su padre por un desafortunado resbalón cuando intentaba ayudar a empujar el coche de un vecino en una rampa. Por aquella época el técnico luchaba por mantener al Sporting en Primera División y acabaría consiguiéndolo.

Preciado, viudo desde los 45 años, perdió a su mujer en 2002 a causa de un cáncer de piel. Golpe duro durante la pretemporada de la campaña 2002/03 en el equipo de su tierra. Etapa convulsa por el extravagante Piterman, que manejaba el club a su antojo. Desde entonces, el entrenador tomó una emotiva manía, besar la foto de su mujer, Puri, cada vez que comenzaba un partido.

Dos años después, durante su etapa en el Murcia, su hijo de 15 años falleció a causa de un accidente de moto. Preciado venía de hacer una gran temporada en el Levante, pero decidieron que el equipo no continuase bajo su mando. El club pimentero se hizo con sus servicios poco antes del fatídico accidente para ascender al club a la máxima categoría. Los resultados no le acompañaron y acabó siendo despedido.

El técnico rehizo su vida en Gijón allí se casó con su novia Arancha en octubre del año pasado y formó parte de un equipo donde le despidieron entre lágrimas. Manuel Vega-Arango, presidente del Sporting de Gijón, destituía a Preciado a finales de enero de este año, con la voz entrecortada y utilizando un pañuelo para hacer desaparecer sus gotas en la cara. Acabó así con seis años en el conjunto asturiano, dejando un buen recuerdo en la afición y reconociendo que se sentía ‘un gijonés más’.

El Villarreal se hizo con sus servicios el martes 5 de junio, para conseguir un reto en el que era especialista, ascender al conjunto amarillo a Primera División. En su carrera como entrenador el cántabro sumo cinco ascensos, dos a Primera (Levante y Sporting), con el Gimnástica de Torrelavega en el año de su estreno como entrenador (de 3ª a 2ªB), mismo destino siguió con el filial del Racing de Santander en dos ocasiones.

Al final murió un gran hombre, muy pocos saben de su altercado con Mourinhho del Real Madrid, por aquello de que se dejó ganar del Barza, creo que allí fue donde le puse atención a su vida, y sobretodo porque cuando lo despidieron del Sporting, en enero.  Mou lo invitó a Madrid, a pasear por el Santiago Bernabeu, a compartir, a cenar, y aquello de la enemistad se convirtió en amistad, el mismo Manolo lo dijo: – Hemos quedado como buenos amigos-.

Hacía un par de días que leía la noticia de que lo iban a nombrar el viernes pasado como entrenador del Villareal, mas que entrenador el “Submarino” necesitaban un Salvador, para regresar a primera. Su actitud de ganar las batallas y no darse por vencido era destacable loable y al abrir mi computadora leo la noticia de su muerte.

Lo que creo me impacta de su vida es la determinación a seguir adelante, sus palabras de pegarse un tiro o mirar al cielo y escoger lo segundo, definitivamente me estremecen, es que mirar al cielo, el mirar a Dios, su realidad y no tratar de entenderlo, sino de aceptar las cosas como él las manda bajo el propósito que solo él conoce. A veces en la vida no tenemos que buscar explicaciones, sino solamente seguir caminando, seguir en este peregrinar, quizás sin encontrar las explicaciones que queremos, pero lo cierto es que sepamos que nada ocurre por casualidad.

Pero para eso tenemos que tener una plena conciencia de la existencia de Dios y eso sólo ocurre cuando conocemos a Jesucristo su hijo, es entonces cuando nuestro ser se llena de su Espíritu Santo y comenzamos a recibir el testimonio de Dios, que nos pide que sigamos, que un día le veremos y entonces entenderemos todas las cosas. Quizás amigo, hoy necesitas conocer a Jesucristo para poder seguir adelante. Búscale, El está cerca de ti, cerca de tu corazón, sólo invítale a que viva en él.Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido. 1 Cor. 13:12)

 

*El pastor Boris López, es graduado del seminario de la Misión Bautista Internacional de El Salvador.

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