“Se dice, que para entrar a Israel, no necesitas visa, dinero o estatus social, lo que necesitas es permiso Divino de entrada”.
Les puedo contar, que en mi vida, ya he tenido muchos permisos divinos de entrar a Tierra Santa, en especial a Nazareth, además de ser una ciudad con un extraordinaria gastronomía, lugares espectaculares he historia.
La última vez que fuimos a Nazareth, regresamos cuatro días antes que iniciara la guerra, en 2023.
Otro dato muy interesante es que en Nazareth se encuentran los embajadores de las iglesias del mundo, y aquí es donde está la única embajadora de la República de El Salvador, que es la virgen de la Paz, patrona de San Miguel.
Siempre con la gran energía que solo Dios puede proveer; Lo primero que hicimos fue visitar la Basílica de la anunciación, donde se encuentran las gradas, donde el ángel, se le presenta a la virgen María, para anunciarle que iba a estar en gestación del Señor Jesús.
Después nos dirigimos a la Ermita, donde está la casa de San José, la virgen María y el Señor Jesús, donde pudimos observar cómo estaba distribuido su hogar.
No podíamos dejar de ir al Monte Tabor y el Monte del Precipicio, son dos montañas símbolos de la ciudad, donde se asegura que fue la transfiguración del Señor Jesús.
Aquí también se encuentran las sillas de piedra, donde el Nazareno impartía sus pláticas, y el lugar donde se despidió de Nazareth, antes de hacer su caminata por dos años y medio hacia Jerusalén.
Muchas personas me preguntan si no tengo temor de ir a Israel, por los conflictos que tiene, pero yo siempre les contesto lo que dicen los israelitas: “Israel, siempre estará abajo ataque, pero eso no debe de impedir, conocer los lugares más santos que existen en el planeta”.
En un futuro muy cercano volveremos a presenciar, donde el Señor Jesús inició todo, muchas bendiciones para todos.
