Por casi 16 años, le dije a mi gran amigo Betto Bran: “El otro año llego a Perú” y no llegaba…. pero como “los tiempos de Dios son perfectos”, me fui y me encontré, con una de las ciudades más hermosas y más históricas de Latinoamérica, “La Ciudad de los Reyes, el pulpo o La Perla del Pacífico” como se le dice de cariño, pero yo le digo, la extraordinaria Lima.
Todo el mundo habla espectacular de la gastronomía peruana y en realidad se quedan cortos, en lo que dicen, con sus casi 40,000 restaurantes, sólo en la ciudad de Lima, en donde podemos degustar: el ceviche, el lomo saltado, el ají de gallina, el arroz chaufa, y el pollo a la brasa y cientos más de platillos.
Pero Lima también es un desborde de colores, sonidos, formas y diseños, con una infraestructura moderna, con su edificio más alto, Torre Banco de la Nación; sus museos son de los más importantes del planeta, sus playas como El Callao, La Plaza de Armas y La Plaza San Martín, el bello Centro Histórico, su metro tren moderno, centros comerciales con las mejores marcas del planeta y mucho más que presenta esta cosmopolita ciudad Sudamericana.
La ciudad de Lima, encaja perfectamente en una de las ciudades capitales, más modernas de Latinoamérica, recordemos que Lima fue fundada el 18 de enero de 1535 por el conquistador español Francisco Pizarro, desde ahí su auge económico, social, cultural, religioso, fue creciendo hasta llegar a ser quienes son.
Sin duda alguna, si regresaré a esta ciudad, pero en vistas de ir a conocer, Machu Picchu, la ciudad de Lima, muy recomendada; mucha seguridad, muchos lugares donde de ir, pero lo mejor de todo, la esencia de sus buenos habitantes, extraordinarias personas con un calor humano, increíble, que lo hacen sentir en casa.
La verdad que no me extrañó nada de esto, porque yo conozco muchas peruanas y peruanos en nuestra área que, si representan lo que es ser peruano, como mi querida Klementina Requena, que aunque no es de Lima, pero es una de las mujeres más queridas en el área del DMV; María Elena Guzmán, Sugey Inspiración Carnero, Patricia González, Luis Peralta.
Especiales gracias al gran ingeniero de la belleza Betto Bran y a Vladimir Chávez Santur, por su extraordinaria hospitalidad y distinción hacia mi persona, quiero dedicarte este reportaje, querido amigo Betto, regreso pronto.
