EL EVANGELIO EN MARCHA
PERLAS DEL ALMA
La persona que Dios usa
Por: Francisco Aular (faular@hotmail.com)
Porque éste (Juan el Bautista) es de quien está escrito: He aquí, yo envío mi mensajero delante de tu faz, el cual preparará tu camino delante de ti. Mateo 11:10 (RV60, paréntesis mío)
Mi monumento de gratitud a las personas que me han ayudado, tanto en mi vida biológica como en mi vida espiritual, a ser quien soy es grande. Soy deudor a muchos; será imposible pagarles en esta vida. No me hice solo, a Dios en su presciencia, nada ni nadie se le escapa; nos rodea de otros seres humanos que nos cuidan, nos alientan, nos apoyan desde nuestra niñez hasta que nos vamos de este mundo. JESÚS nos dice que Juan el Bautista fue usado por Dios para prepararle el camino, él anunciaría que las profecías del Antiguo Testamento se habían cumplido. Juan fue usado por Dios de manera poderosa.
¿Cómo era Juan el Bautista? Era un hombre excéntrico, de esos que uno ve y dice, ¡miren como está el mundo!: “Juan estaba vestido de pelo de camello, y tenía un cinto de cuero alrededor de sus lomos; y comía langostas y miel silvestre” (Marcos 1:8 RV60). Aclaro que la langosta, no es como la que conocemos, sino un insecto que abundaba en el desierto en donde Juan vivía.
¿Cómo puede Dios usar a alguien así? Requería de mucha imaginación pensar siquiera, que hubiera sido un profeta escogido por Dios y bautizado por el Espíritu Santo desde el vientre de su madre. La verdad, ¡Dios sabía que Juan era solamente un vaso de barro en sus manos y podía usarlo como Él quisiera! Juan el Bautista, con esa apariencia, voz fuerte, un carácter rústico mostrado en una cara curtida por el sol, y la frugalidad de de su alimentación, cumplió con lo que Dios había requerido de él ¡ser el vocero del Nuevo Pacto entre Dios y los seres humanos!
Escuchémoslo decir: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo” (Juan 1:29b). Lo cierto es que Dios nos usa de muchas maneras para cumplir sus propósitos, y también nos usa para ayudar a otros a encontrarse con Él. Nunca debemos olvidar que Dios siempre está trabajando en su plan eterno de tener a los seres humanos como su familia en el cielo (Efesios 2:19; Juan 1:12).
Como cristianos nacidos de nuevo, Dios nos invita a ser parte de su plan. Así que cada vez que anunciamos el evangelio a otros, estamos ayudando a alguien para venir a la familia del Señor y estamos preparando el camino para su encuentro con Dios. Juan el Bautista fue dócil al Espíritu Santo, y usted y yo, que ya estamos en el Reino por la gracia del Señor, tenemos que ponernos a la disposición de Dios para que ayudemos de la mejor manera a la extensión de su reino en la tierra en ésta, nuestra generación.
¿Y qué en cuanto a su apariencia? Hace un tiempo, mientras visitaba a una hermana de nuestra iglesia, convaleciente de una operación en el hospital, vi a una mujer joven y muy bella con un estetoscopio en su cuello, iba sonriente de un lado a otro, tal vez médico, no lo sé. La mujer no tenía piernas, pero iba sentada en una silla de ruedas muy moderna; ella me miró y me dio una sonrisa, yo le envié otra; creo que tanto ella como yo somos usados por Dios para llevar alegría, consuelo, esperanza y paz en un lugar donde tanto se necesita.
Oración: Padre eterno: Ahora entiendo que Tú me amas y que desde antes de la creación del mundo, Tú quisiste que yo fuera parte de tu familia. Gracias JESÚS por salvarme; Tú eres mi Señor y Salvador. Amén.
Perla de hoy: Nuestro amor por JESÚS y por los que Él amó es la clave para la pasión evangelizadora que Dios usa.