Mitt Romney estremece la campaña presidencial

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EEUU ELECCIONES

 

El presidente Barack Obama se enfrentó a su competidor, Mitt Romney, el miércoles por la noche en el primero de tres debates presidenciales. Colaboradores y analistas de CNN ofrecen su punto de vista sobre la noche:

 

Reihan Salam: Romney anotó, pero ¿tiene tiempo para darle la vuelta a la campaña?

Mitt Romney presionó el botón de reiniciar a su campaña anoche. Se presentó a sí mismo como un centrista compasivo, muy preocupado sobre el estado del desempleo y sobre los hogares con bajos ingresos que batallan para escalar en una economía estancada.

En cada oportunidad, él hizo referencia a cosas que afectan las finanzas como la dificultad de asegurar una hipoteca y los altos costos de los seguros médicos, la gasolina y la electricidad. Lo que resta por ver es si el público aceptará este reinicio de Romney.

Con solo unas semanas antes de la elección, y con los demócratas ganando impulso en estados clave, es posible que la campaña de Romney no tenga tiempo en cambiar la narrativa. Y por supuesto el presidente Obama tendrá dos debates más para recuperar el terreno perdido y pelear contra Romney. (Reinah Salam es un colaborador de CNN, un columnista de Reuters, escribe para The National Review, es un asesor político de e21, un grupo de investigación económica no partidista.)

 

Ilyse Hogue: la estrategia de Romney fue mentir rápidamente

La noche de este miércoles, Mitt Romney mostró que su estrategia para la victoria es mentir rápidamente. Romney escupió imprecisiones, mentiras completas con tanta habilidad y velocidad que dejó al moderador desconcertado.

Mucho tiempo y tinta se gastó sobre el estilo del debate: ¿el presidente parece demasiado académico? ¿Escuchaste la broma de Romney sobre el aniversario de Obama? ¿Obama lo miró de forma molesta? ¿Romney se miraba nervioso? La capacidad de conectar con el pueblo estadounidense es importante. Queremos a líderes que nos gusten, con el que uno se sienta cómodo, que creemos que va a estar de nuestro lado. Pero el estilo es efímero y después del período de cortejo, estaremos atascados con la sustancia en los próximos años.

Entonces, aclaremos algunas cosas. El plan de impuestos de Romney elevará los impuestos en la clase media, Obama no recordó Medicare, Obama ha recortado el déficit, y el plan de Romney y Ryan presionará a maestros y comprometerá la educación de nuestros hijos. Todos estos inventos pueden sonar bien saliendo de la boca de un rival irregular pero agresivo. Pero como dijo el presidente en el debate, la gran idea de Romney anoche fue “olvídalo”. Los estadounidenses merecen alguien que piense. (Ilyse Hogue es codirectora de Amigos de la Democracia, una organización de apoyo que busca que se elija a candidatos que buscan una reforma financiera. Ella es la exdirectora de apoyo político y comunicaciones de MoveOn.org, y ha sido estratega de grupos demócratas y progresistas.)

 

Timothy Stanley: Romney estaba encendido

¿Entrenó Rick Perry a Barack Obama para debatir? Justo como el gobernador de Texas lo hizo en las primarias, Obama se vio en el debate cansado y distraído. Su lenguaje personal estuvo mal, algunas veces contestando al moderador en vez de a su oponente.

Defendió lo que ha hecho en vez de atacar, y no hubo frases significativas o momentos de “visión”. Durante el segmento del Obamacare, debió de abrir su participación diciendo que Romney apoyó una reforma similar cuando fue gobernador de Massachusetts. En lo que Romney es realmente débil es en sus cambios radicales de opinión. Pero Obama al parecer no quiso explotarlo.

En contraste, Romney estaba encendido. Estaba tan entusiasta y se miraba como si estuviera feliz de seguir hablando más allá de la media noche. Sus ataques pudieron estar preparados, pero fueron buenos. (Timothy Stanley es un historiador de la Universidad de Oxford, y tiene un blog en el diario The Daily Telegraph. Es autor de “The Crusader: The Life and Times of Pat Buchanan.”)

 

Paul Begala: Obama debatió a un Romney sin posiciones firmes

No hubo golpes de nocaut en el primer debate presidencial, pero Mitt Romney dio más ganchos. El problema con Romney es que los ganchos por sí mismo no le darán el título. La campaña de Romney dijo que querían crear “momentos”. Pero no hubo muchos de ellos, aunque Romney martilló a Obama, atacándolo en el tema de los subsidios para energía limpia, el supuesto recorte de 716,000 millones de pesos en Medicare, y afirmando que Obama elevaría los impuestos a pequeños negocios.

Obama nunca mencionó que Romney paga menos impuestos que los estadounidenses de clase media. No exigió que Romney diera a conocer más declaraciones de impuestos, como lo hizo el padre de Romney. Nunca dijo que Romney insultó al 47% de los estadounidenses al asegurar que se sentían víctimas.

Tampoco mencionó que bajo Romney, Massachusetts estuvo en el lugar 47 en creación de empleo. Lo más frustrante para mí son las dos palabras que nunca mencionó nuestro presidente: Bain Capital.

Obama es un hombre que quiere creer que los políticos están al nivel. Para mí él estaba preparado para un debate serio, pero se encontró con un hombre que cambia de opinión conforme a las circunstancias, que rápidamente se alejó de sus 5 billones de recortes para los ricos.  No hay duda en que Romney tuvo una buena noche. Pero dudo enormemente que fuera lo suficientemente buena. (Paul Begala, un estratega demócrata y un colaborador político de CNN, es alto asesor de Priorities USA Action, el más grande grupo de acción a favor de la reelección de Barack Obama. Begala fue consultor político de la campaña presidencial de Bill Clinton y fue consejero de Clinton en la Casa Blanca.)

 

Ruben Navarrette: Un enfrentamiento que solo a un estudioso de la política podría gustarle

El debate fue una clara victoria para Mitt Romney. Pero eso solo porque aun cuando tuvo momentos malos, el presidente Obama tuvo momentos peores. Sé que tenemos un trabajo vacante, pero ¿no es demasiado tarde para pedir más candidatos?

Con algunas excepciones, ni Romney ni Obama parecían estar listos para pelear. Sabemos que pueden pelear. Miren lo que Romney le hizo a sus oponentes en la primaria, o como Obama destronó a Hillary Clinton.

Hubo un montón de hechos y cifras, en este encuentro que solo un nerd político podría adorar.

Los candidatos fueron agradables entre ellos. Inclusive la pareja presidencial estuvo en el estrado luego del debate para charlar con los Romney. (Ruben Navarrette es un colaborador de CNN y columnista nacional del Grupo de Escritores del Washington Post.)

 

LZ Granderson: Mitt Romney no mostró propuestas específicas

Si esperabas un golpe de nocaut, no hubo. Si estabas esperando para un par de comentarios agudos que recordar, entonces te decepcionarás. Si te fuiste a la cama preguntándote qué estaba haciendo Obama, entonces déjame explicarte: estaba siendo sí mismo.

Desde que llegó a la escena nacional en la Convención Nacional Demócrata en el 2004, se ha mostrado constantemente como muy pensativo, un hombre introspectivo. A algunos les gusta utilizar la palabra “académico”, como si hubiera algo malo con ser inteligente.

Claro, el fuego y el azufre puede mover una multitud, pero cuando las brasas se enfrían, entonces queda la sustancia. Y eso es sobre lo que este debate era: sustancia. Es cierto que hubo oportunidad para que el presidente recordara el “47%” o a “Bain Capital”, pero el presidente optó por ceñirse a un guión que se enfocó en una sola cosa: la falta de detalles de los planes de Romney.

¿Funcionó la postura de Obama? Bueno, depende de qué resultados eran los deseados. Ciertamente no movió a su base, de hecho, teniendo en cuenta lo bien que Romney fue –y sin duda alguna había momentos en los que parecía presidencial–, estoy seguro que el enfoque del presidente fue desconcertante para sus seguidores. Pero el presidente nunca pareció desconcertado.

Entonces, sí, Romney lo hizo mejor de lo esperado pero no dio a los votantes lo que necesitan: los detalles de sus planes. Dijo que las cosas estarían mejor con él pero no explicó el porqué. (LZ Granderson, que escribe una columna para CNN.com, fue nombrado periodista del año por la Asociación Nacional de Periodistas Gays y Lesbianas, y fue finalista en el 2011 para un Premio de Periodismo en Línea. También escribe para la revista ESPN y para ESPN.com.)

 

Julian Zelizer: el debate sin verdades

Este fue un debate que va a mantener ocupados por días a quienes verifican si los candidatos dijeron la verdad. Cada candidato intentó evitar grandes errores,  y de socavar las afirmaciones básicas de su oponente, lo que sugiere que los votantes en los estados indecisos que lo que vieron aún no tendrán decisión.

Ambos demostraron que estaban al mando de las políticas más importantes, con el debate a veces sonando más como una discusión en un centro de estudios en Washington que el tipo de escenas de campaña que los votantes están acostumbrados a ver.

El presidente Barack Obama utilizó gran parte de su tiempo atacando las propuestas de políticas fiscales de Romney, alegando que el exgobernador beneficiaría a los ricos y haría poco para reducir el déficit. Obama trató de conectarse con el propio presidente Bill Clinton y el auge económico de la década de 1990, y ligar a Mitt Romney con el presidente George W. Bush y el colapso financiero de 2008.

Romney, aunque insistió en que sus programas ayudarían a la clase media, pasó a la ofensiva poniendo en duda la veracidad del presidente. En un momento, comparó a Obama con sus hijos, afirmó que el presidente estaba tergiversando sus políticas y difundiendo información que no es cierta. En general, esto no parece que cambiará la campaña. Romney probablemente se benefició más al verse emocionado, comprometido, y llevó el debate hacia el tema de la economía, lejos de sus meteduras de pata. (Julian Zelizer es un profesor de historia en la Universidad de Princetown. Es autor de los libro Jimmy Carter y de Governing America.)

 

Bob Greene: Dos hombres inteligentes hablando de sustancia

“Usted ha sido presidente por cuatro años”. En el debate de Denver este miércoles por la noche, cuando Mitt Romney dijo esas palabras, sonó como una amonestación. Los televidentes que esperaban que los insultos volaran y frases incisivas destinadas a herir, se decepcionaron. Por años, el público se ha quejado de que la política presidencial se ha convertido en demasiado trivial: la pregunta ha sido: “¿Por qué los candidatos no hablan sobre asuntos serios?”.

Bueno, eso es lo que obtuvo el público. La frase Dodd-Frank fue dicha tantas veces que muchos esperarían que fuera un ataque, no el nombre de una ley sobre la reforma del sector financiero. Sin importar sus preferencias, lo que usted vio este miércoles fue a dos hombres hablando cosas que ellos consideran importantes para el futuro del país.  (Bob Greene es un autor de varios best-sellers.)

 

Hilary Rosen: la historia revisionista de Romney

Honestamente, creo que estoy más impresionado con el presidente Barack Obama porque si yo estuviera en el estrado no podría haber resistido los gritos de Mitt Romney, de su repetida historia revisionista, de sus propias posiciones, por su distorsión de lo que ha hecho el presidente, y por la sonrisa en su cara mientras lo hacía.

En impuestos: Romney dijo que no iba a cortar impuestos porque cerraría círculos viciosos, pero no dijo que círculos cerraría. Y luego negó que la extensión en el recorte de impuestos contribuya al déficit.

En salud: Romney falsamente sugirió que él tiene un plan que va a proporcionar a las personas los mismos beneficios del Obamacare. Él no tiene tal plan. Romney dice que su plan se ocupa de las enfermedades preexistentes, pero solo prohibiría a las aseguradoras que quiten la cobertura, sin hacer nada para los estadounidenses con condiciones preexistentes que no son capaces de obtener un plan de seguro. Como resultado, 72 millones de personas serían incapaces de obtener un seguro si el Obamacare no hubiera sido aprobado.

Y finalmente en el tema de la regulación, Romney niega que la derogación de la ley Dodd-Frank permitirá a los bancos darse rienda suelta de nuevo de una manera peligrosa. Cuando el país estaba en una crisis económica creada por las prácticas de préstamos riesgosos, Romney estaba en contra de frenar a los bancos. Y ahora él se compromete a derogar las correcciones que el presidente apoyó para asegurarse de que no vuelvan a ocurrir. (Hilary Rosen, una colaboradora de CNN, es una estratega demócrata y exdirectora ejecutiva de la Asociación de Industria Discográfica de Estados Unidos.). FUENTE CNN. Las opiniones recogidas en este texto pertenecen únicamente a los autores.