EL VATICANO
Benedicto XVI ofreció su “incondicional reverencia y obediencia” al futuro Papa y llamó a la Iglesia a permanecer unida, en una reunión con cardenales realizada este jueves 28 de febrero, en el Palacio Apostólico en el Vaticano.
“Seguiré cerca de ustedes en oración, especialmente en los próximos días […] mientras eligen al nuevo Papa, a quien hoy declaro mi incondicional reverencia y obediencia”, dijo el líder católico a unas horas de que termine oficialmente su pontificado.
Benedicto se despidió personalmente de cada uno de los cardenales en la sala Clementina y los urgió a trabajar para que el Colegio de Cardenales, que se reunirá en el cónclave en los próximos días, actúe “como una orquesta” y alcance “acuerdo y armonía”.
“En los pasados ocho años vivimos con fe momentos bellos de luz radiante en el camino de la Iglesia, así como momentos cuando algunas nubes oscurecieron el cielo”, dijo Benedicto. “Intentamos servir a Cristo y a su Iglesia”, agregó.
Un total de 115 cardenales participarán en el cónclave, afirmó este jueves Federico Lombardi, vocero del Vaticano.
Benedicto XVI vivirá en un monasterio rodeado de rosas y árboles frutales
El primer papa en renunciar en casi 600 años se dedicará a una vida de oración en un sitio ubicado en los jardines de El Vaticano
Luego de casi ocho años de liderar a 1,200 millones de católicos, Benedicto XVI iniciará una vida de descanso y oración en un sitio anteriormente habitado por monjas, rodeado de rosales, fuentes y limoneros.
El monasterio Mater Ecclesiae recibirá al “papa emérito” —como será conocido a partir del fin de su pontificado— una vez que terminen ahí los actuales trabajos de remodelación y después de una estancia temporal en la residencia papal de verano de Castel Gandolfo.
Ubicado dentro de los jardines del Vaticano, a espaldas de la Basílica de San Pedro, en Italia, el monasterio ofrece una vista privilegiada de la Santa Sede. La privacidad en su interior está resguardada por sus altos muros y vallas de setos.
El complejo monacal, cuyo nombre es traducido del latín como Madre Iglesia, fue construido en 1994 por orden de Juan Pablo II (1978-2005) y colinda con una antigua muralla edificada en el siglo IX para proteger la Santa Sede de los ataques musulmanes.
Su principal edificio tiene cuatro pisos y una decoración sobria, con muros de ladrillos, tejas y algunos vitrales que exhiben motivos sacros. En la planta baja están el comedor, la cocina y la enfermería, mientras que los pisos segundo y tercero son ocupados por 12 celdas monásticas, según un reporte de EFE. Las remodelaciones actuales están concentradas en el cuarto nivel.
Una parte nueva del monasterio, adjunta al edificio principal, ocupa unos 450 metros cuadrados y alberga la capilla, el coro y una biblioteca, informó EFE.
En la parte exterior del complejo hay una huerta donde se cultivan pimientos, tomates o calabacines, y entre los jardines es posible encontrar rosales, limoneros y naranjos, cuyos frutos eran usados por las religiosas para elaborar mermelada y licores.
A un costado del lugar se encuentra la Fontana Dello Scoglio (Fuente de la colina), construida en los primeros años del siglo XVII con un diámetro de seis metros. A unos metros más se encuentra la Cueva de Lourdes, uno de los lugares preferidos por Benedicto XVI para rezar.
Desde su creación, el monasterio ha sido ocupado por religiosas de distintas órdenes. Las últimas fueron siete monjas españolas y una italiana de la Orden de la Visitación de Santa María, quienes deshabitaron el lugar en noviembre de 2012. Previamente, el lugar había sido habitado por clarisas y benedictinas.
El Vaticano no ha informado aún si un nuevo grupo de monjas arribará al monasterio al terminar las remodelaciones. De confirmarse, sería “un puñado de hermanas que vivirían en clausura, sin contacto alguno” con el jerarca, dijo a principios de febrero el vocero, Federico Lombardi.
El lugar de contemplación en la colina vaticana será el refugio para un pontífice que ha prometido no inmiscuirse en la dirección de la Iglesia, afectada en los últimos años por casos de corrupción, abuso sexual y lavado de dinero.
El primer papa en renunciar en más de 600 años anunció su decisión el 11 de febrero de este año bajo los argumentos de falta de fuerzas y una edad avanzada. “Por lo que a mí respecta, también en el futuro, quisiera servir de todo corazón a la Santa Iglesia de Dios con una vida dedicada a la plegaria”, dijo Benedicto XVI en esa ocasión.
Su sucesor será elegido por un cónclave cardenalicio que se celebrará, a más tardar, 20 días después de su salida.
¿Quién será su sucesor?
El amor al dinero es la raíz de todo mal, de acuerdo con la Biblia, pero eso no ha evitado que los corredores de apuestas hagan sus listas sobre quién emergerá como Papa cuando se vea el humo blanco.
Las posibilidades son 2-1, para el cardenal Angelo Scola, el arzobispo de Milán, el favorito de los corredores de apuestas para suceder a Benedicto XVI, quien este jueves se convirtió en el primer papa en renunciar en casi 600 años.
Aquellos que apuestan a que un africano se quedará por primera vez con el máximo trabajo de la Iglesia católica estarán felices de que las apuestas a favor del cardenal de Ghana, Peter Turkson, están 5-2, mientras que el cardenal Tarcisio Bertone, secretario de Estado del Vaticano, están en 7-2, lo que lo ubica en tercer lugar.
Claire Davies, vocera del corredor de apuestas irlandés, Paddy Power, dijo que se han hecho apuestas por más de 450,000 dólares sobre el próximo Papa desde que Benedicto XVI dio a conocer su renuncia; incluso antes de que comience el cónclave en que será electo el sucesor de Benedicto.
“Es nuestro mayor evento no-deportivo del año”, dijo Davies a CNN, “y esperamos que las apuestas realmente aumenten mientras nos dirigimos al cónclave”.
El cardenal canadiense Marc Ouellet y el cardenal italiano Angelo Bagnasco completan la lista de los cinco favoritos, y aunque apostar por el próximo Papa es ilegal en Estados Unidos, el corredor de apuestas irlandés ofrece 33-1 por la elección del cardenal estadounidense Timothy Dolan.
Pero no sólo se puede votar por quien será el cardenal que suplirá a Benedicto con la esperanza de que el humo blanco que anuncie al elegido ponga las cuentas del ganador en negro.
Davies dice que ha recibido nueve apuestas a que el padre Dougal Maguire –un personaje ficticio del programa Father Ted de la televisión irlandesa– y el cardenal brasileño, Claudio Hummes, serán electos, con el beneficio de que éste último sí es real.
También recibió 20 apuestas de 1,000-1 a que el vocalista de U2, Bono, será electo como el próximo Papa, y otras cinco apostaron por Richard Dawking, el famoso ateo inglés (por 666-1).
Las apuestas no necesariamente son el mejor indicador de quién será el próximo Papa, de acuerdo con Davies. Benedicto estaba a 20-1 luego de la muerte de su predecesor, aunque al inicio del cónclave aumento a 6-1.
Aunque es casi seguro que el próximo Papa será elegido entre los cardenales que acudan al cónclave en el Vaticano en las próximas semanas, técnicamente cualquier católico puede ser electo para dirigir la Iglesia.
Así que alguien se puede sentir con suerte. Las posibilidades del tres veces exprimer ministro de Italia, Silvio Berlusconi, en ocupar el cargo de Papa son de 2,500-1. (Fuente: CNN)