EE.UU. podría limitar el número de visados a familiares

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 INMIGRACION

 

La propuesta, rechazada por diversas organizaciones de inmigrantes, cambiaría fundamentalmente la concepción del sistema migratorio

 

La reforma del sistema de inmigración estadounidense podría incluir nuevos límites al número de permisos de residencia entregados cada año a familiares de inmigrantes, según reconoció Lindsey Graham, uno de los senadores republicanos que trabajan en la nueva legislación. La propuesta ha sido ampliamente rechazada por organizaciones a favor de la reforma, ya que limitaría drásticamente una de las principales vías de entrada legal en el país para muchos inmigrantes.

“Ahora mismo los inmigrantes adultos, sus hijos y los abuelos pueden obtener la green card”, afirmó el senador Graham, en referencia a los permisos de residencia. “Lo que yo pretendo hacer es otorgar los permisos en función de las necesidades económicas del país, y por supuesto que haremos algo con las familias, pero mi prioridad es que la reforma del actual sistema se base en criterios económicos”.

Cuatro senadores republicanos y cuatro demócratas trabajan desde el pasado mes de enero en la reforma del sistema de inmigración. El presidente estadounidense, Barack Obama, coincide con las bases de la reforma planteada por el ya conocido como “grupo de los ocho” y podría presentar su propio proyecto legislativo si el Senado no consigue grandes avances en las próximas semanas.

Mientras que los senadores -y el presidente- coinciden en la creación de una vía para regularizar a los 11 millones de indocumentados que se estima residen en el país, otros aspectos de la reforma han inspirado menos consenso. Es el caso del número de visados y permisos de residencia que se entregan cada año, y quién debe tener prioridad.

Hasta ahora, el 65% de inmigrantes legales que entran en EE UU lo hacen con green cards -permisos de residencia- a través de sus familiares, según un estudio del Migration Policy Institute, con sede en Washington. Otro 14%, sin embargo, lo hace gracias a permisos de trabajo, una cifra que, según diversos grupos, debería aumentar.

Organizaciones de empresarios, así como los líderes de las grandes empresas estadounidenses han pedido en diversas ocasiones que se facilite la entrada en el país de ingenieros y profesionales altamente cualificados que son imprescindibles para mantener el liderazgo económico del país. Muchos de ellos, además, han estudiado en universidades norteamericanas pero encuentran serias dificultades para lograr permisos de trabajo que les faciliten ejercer su profesión allí donde la aprendieron.

Como solución, los senadores proponen que los visados den prioridad a los trabajadores que necesita la economía de EE UU, y no a familiares de inmigrantes, lo que rompería con el fundamento del sistema tal y como estaba planteado hasta ahora. En total, podrían desaparecer 90.000 visados entregados a descendientes mayores de 21 años, así como a las familias de sus esposos. La noticia no ha gustado a los congresistas que integran el grupo de legisladores asiático-americano del Capitolio. 24 de sus miembros remitieron una carta a los ocho senadores impulsores de la reforma y en rechazo a la propuesta.

“Eliminar a las familias numerosas de la posibilidad de obtener permisos de residencia supondrá una reducción mínima del número de visados que, por el contrario, generará muchos problemas y preocupación a miles de ciudadanos de EE UU y a sus familiares”, indicaba la carta. “Nos oponemos a cualquier intención de poner límites a la definición de familia”.

En el mismo sentido se expresó el jueves Mee Moua, presidente del Centro para la Justicia Asiático-Americana, que ha hecho de la reunificación familiar una de sus prioridades. “Hemos tratado de hablar con la Casa Blanca y con la Cámara de Representantes y el Senado para explicarles que no pueden acotar lo que se entiende por núcleo familiar”, aseguró Moua.

La Conferencia Episcopal de EE UU tampoco ha recibido con ilusión la posible reducción del número de visados para las familias numerosas. Su director de política migratoria, Kevin Appleby, aseguró que “el Congreso no debe sacrificar a las familias de inmigrantes, muchas de las cuales han comenzado a crear sus propios negocios, por un interés meramente económico”. (Fuente: Cristina F. Pereda / Eva Saiz, EL PAIS)