El despertar de la gracia

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EL EVANGELIO EN MARCHA

PERLAS DEL ALMA

El despertar de la gracia

Por: Francisco Aular (faular@hotmail.com)

 

Ustedes han sido salvados porque aceptaron el amor de Dios. Ninguno de ustedes se ganó la salvación, sino que Dios se la regaló.La salvación de ustedes no es el resultado de sus propios esfuerzos. Por eso nadie puede sentirse orgulloso. Efesios 2:8,9 (La Biblia en lenguaje actual)

 

  Gracia es quizás la palabra más hermosa que tenga la Palabra de Dios. Podemos definir la gracia como “la provisión amorosa y misericordiosa de Dios para la necesidad del hombre perdido. El hombre, en su estado natural es egoísta, egocéntrico y orgulloso; se halla esclavizado por Satanás, y espiritualmente muerto en delitos y pecados. Debido a su naturaleza pecaminosa, el hombre es incapaz de salvarse a sí mismo” (Fe y Mensaje Bautistas), en efecto, la Biblia nos dice que el ser humano sin Cristo está “muerto en sus delitos y pecados” (Efesios 2:1,2).

Yo que trabajé en una sala de autopsias de un hospital por más de cinco años, y vi tantos cadáveres, nunca escuché un “ay” de ninguno de ellos. ¿Ha visto usted a algún muerto hacer algo por él mismo? No. Nunca lo verá. Esta es una gran verdad porque algunos que están muertos según Dios, no tienen la vida verdadera y eterna “zoé”, están vivos con la vida humana “bíos”, nada más. En realidad están muertos como bien lo dijera el poeta Antonio Muñoz Feijoo:

No son los muertos los que en dulce calma
la paz disfrutan de su tumba fría,
muertos son los que tienen muerta el alma
y viven todavía.

  Pues bien, un muerto lo que necesita es vida, y JESÚS es la Vida: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí” (Juan 14:6 RV60). “De cierto, de cierto os digo: “El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida” (Juan 5:24 RV60).  Por eso, pudo dar esperanza a los familiares y amigos de su discípulo Lázaro al traerlo de nuevo a la vida “bíos”, sin duda que, Lázaro volvería a morir, así que se refería a la Vida Espiritual, la vida que vino del cielo, ¡JESÚS mismo!: “Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá” (Juan 11:25 RV60).

¿Saben? Hubo un tiempo en que yo también estuve muerto. Mis amigos me hablaban de JESÚS como la Vida, pero yo continuaba muerto, me invitaban a sus reuniones, cantaban leían la Biblia y hasta me predicaban, y yo, allí insensible, yerto en un mármol frío. Como muerto no tenía una relación con Dios; estaba sordo a su llamado, y el bendito sonido del Evangelio sólo me olía a religión; yo decía: “Yo tengo una religión, yo hago buenas obras, yo soy bueno y no le hago mal a nadie”, pero seguía muerto.

Un inolvidable día, ¡la gracia de Dios abrió mis ojos!, y me vi a mí mismo camino a la perdición eterna y lejos de Dios; se abrieron mis oídos y pude escuchar las palabras más hermosas que jamás había oído: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16). Como un dedo venido desde el cielo tocó mi corazón, y también mi mente; se cayeron las vendas de mis ojos, y lo miré a Él con los ojos del espíritu, y ese toque de la gracia, de su bendita gracia, me despertó de la muerte y me dio Vida.

Ahora puedo decir como el Apóstol: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gálatas 2:20 RV60). Eso no quiere decir, que no sufra, que no tenga problemas como los que andan todavía, “muertos en sus delitos y pecados”, porque no soy perfecto, pero en medio de las circunstancias de la vida me aferro a mi nueva Vida, y soy más que vencedor.

El apóstol Pablo, antes de dar su vida por la fe, también sufrió, oró a Dios y esta fue la respuesta: “Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo” (2 Corintios 12:19 RV60). ¡Así es el despertar de la gracia sirve para la presente vida y la eterna!

 

Perla de hoy: La salvación por gracia se desprende del lugar que compró JESÚS y hoy nos lo ofrece como un regalo. No tenga en poco lo que Él hizo al intentar comprarlo usted.