Tiempo de orar

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EL EVANGELIO EN MARCHA

 Tiempo de orar

Por: Francisco Aular (faular@hotmail.com)

 

Man PrayingAsí que recomiendo, ante todo, que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos, especialmente por los gobernantes y por todas las autoridades, para que tengamos paz y tranquilidad, y llevemos una vida piadosa y digna. 1 Timoteo 2:1,2 (NVI)
Si alguna vez se necesitó oración por el mundo en el cual vivimos, es ahora. Nuestro mundo ya no es aquel en el cual nacimos los que tenemos varias décadas encima. Si bien, los humanos pecadores siempre hemos sido iguales, nuestros días contemplan una multiplicación de la maldad en todo el orbe, como nunca antes. ¡El mismo Satanás, se quitó la máscara y ha abierto las puertas del infierno y lanzado a sus demonios por toda la tierra! Nuestro mundo ha emprendido un viaje sin retorno a su propia destrucción, y el ser humano sin Dios nunca podrá detenerlo. Vivimos en el período más difícil de la historia de la humanidad y lo que necesitamos ahora es a JESÚS y Su mensaje de amor, fe y esperanza.

El afamado Dr. Billy Graham ha contado en sus predicaciones y en sus libros, la conversación que tuvo hace muchos años en Nueva York con el señor Dag Hammarskjold, entonces Secretario General de las Naciones Unidas. Relata: “Durante nuestra conversación parecía profundamente deprimido. Mirando desde la ventana el panorama de Nueva York, dijo con voz queda: “No veo esperanza de una paz permanente para el mundo. Lo hemos intentado arduamente, y hemos fracasado miserablemente”. Después de una pausa me miró y dijo: “A no ser que el mundo tenga un renacimiento espiritual dentro de los próximos años, la civilización estará condenada…”. ¡Volvamos a la oración porque esta lucha es espiritual! Esto estaba en la mente del Apóstol cuando escribió: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.” (Efesios 6:12,RV60).

Hoy necesitamos a hombres como Abraham intercediendo por un pueblo pagano como Sodoma y Gomorra; como Moisés intercediendo delante de un Dios airado por el pecado idolátrico de Israel, su pueblo. El Señor le dijo: “Déjame que los destruya” (Deuteronomio 9:14 NIV). Moisés se asustó de la ira y el justo enojo de Dios, pero libró una de las grandes batallas que los intercesores por sus naciones hacen, y con esa grandeza que sólo tienen los hombres y mujeres de oración por sus pueblos, puso como condición delante de Dios, lo único que poseía: “Volvió entonces Moisés para hablar con el Señor, y le dijo: — ¡Qué pecado tan grande ha cometido este pueblo al hacerse dioses de oro! Sin embargo, yo te ruego que les perdones su pecado. Pero si no vas a perdonarlos, ¡bórrame del libro que has escrito!” (Éxodo 32:31,32 NIV).¡Moisés oró y fue oído!

Como Moisés, nosotros sabemos que cuando oramos, Dios obra. La oración es un asunto serio que puede sacudir a nuestras naciones y al mundo entero. Yo la he llamado la bomba “O”, detonémosla, Dios puede cambiar la historia si consigue que alguien ore. No es que la oración sea poderosa en sí misma, sino que es Dios Todopoderoso quien promete hacer grades cosas y vencer dificultades que nosotros desconocemos: “Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes” (Jeremías 33:3, NVI).

¿Qué podemos hacer los cristianos nacidos de nuevo en este mundo, ahora? Veamos al apóstol Pablo quien vivió igualmente en un mundo en crisis durante la dictadura del imperio romano, bajo la mano férrea del sanguinario Nerón. Siguiendo el ejemplo de JESÚS, el Apóstol no dedicó ninguna línea de sus numerosos escritos a la historia profana, excepto para pedir plegarias, súplicas y acciones de gracias por todos especialmente por los gobernantes y por todas las autoridades”. Usted podría criticar a JESÚS y a Pablo por sus posiciones políticas al respecto, sin embargo, hoy en día los recordamos por lo que fueron, pero de los gobernantes que ostentaban el poder en aquella época, el mundo los ha puesto en el olvido.

Oración: Bendito Padre celestial: Aquí estamos en esta hora, tú Señor sabes de qué tenemos necesidad los seres humanos a nivel mundial, necesitamos urgentemente, que nos llene de fe, esperanza y amor, que solamente encontramos en tu Hijo, ayúdame a ser un instrumento de tu Mensaje. Tú eres nuestra única esperanza. En el nombre de JESÚS. Amén.

Perla de hoy: Dios es todavía el Dios de la historia. Nada humano es demasiado grande o demasiado pequeño como para no llevarlo delante de Él.