EL EVANGELIO EN MARCHA
El Carácter del Cristiano: Marido de una sola mujer
Por: Tim Challies
Hoy continuamos con esta serie sobre el carácter del cristiano. Estamos explorando cómo los diversos requisitos del carácter de los ancianos son en realidad un llamado de Dios para todos los cristianos. Mientras que los ancianos tienen como propósito ejemplificar estos rasgos, todos los cristianos deben mostrarlos igualmente. Quiero que examinemos si es que estamos mostrando estos rasgos y aprender juntos cómo podemos orar para tenerlos en mayor medida.
Nuestro tema de hoy es una calificación que Pablo repite tanto en 1 Timoteo 3: 2 como también en Tito 1:6. La LBLA lo traduce como “marido de una sola mujer”, una descripción común del griego, que significa, literalmente, “hombre de una sola mujer.” Hay varias maneras en que podríamos interpretar esta calificación.
¿Significa que Pablo está diciendo que un pastor no puede ser un polígamo? ¿Quiere decir que un anciano debe estar casado? ¿Quiere decir que el pastor no puede haber sido previamente divorciado y vuelto a casar? Ninguna de estas cosas llega al fondo del asunto. John MacArthur dice, “No es algo relativo al estado civil, sino al carácter. No es una cuestión de circunstancia, es una cuestión de virtud. Y el asunto aquí tiene que ver con un hombre que se halle total y exclusivamente dedicado a la mujer que es su esposa. Es una cuestión de carácter. Es hombre de una sola mujer. Cualquier cosa menos que esto es una descalificación”.
De manera similar, en su libro Liderazgo Bíblico de Ancianos, Alexander Strauch nos recuerda que la primera calificación, irreprensible, es un resumen que se define por las virtudes que le siguen. Él escribe: “En las dos listas de calificaciones de Pablo, él coloca la calificación “marido de una sola mujer” inmediatamente después de “irreprensible.” Así que la primera y más importante área en la que un anciano debe ser irreprensible es en su vida conyugal y sexual. …
La frase “marido de una sola mujer” está destinada a ser una declaración positiva que expresa fidelidad conyugal, monogamia. En español diríamos, “fiel y verdadero a una mujer.” Philip Ryken dice que Pablo “quiere que los líderes de la iglesia sean ejemplos vivos de un matrimonio bíblico: Un hombre y una mujer en un pacto de amor de por vida”.
De la misma manera en la que un anciano debe ser un ejemplo de integridad sexual, también hay un llamado dirigido a todos los cristianos a “abstengáis de inmoralidad sexual” (1 Tesalonicenses 4: 3). Esto es cierto ya sea que el cristiano esté casado o sea soltero, hombre o mujer. Pablo ordena a toda la congregación en Corinto a “Huid de la fornicación” y advierte que “Todos los demás pecados que un hombre comete están fuera del cuerpo, pero el fornicario peca contra su propio cuerpo.” (1 Corintios 6:18). Al escribir a la iglesia reunida en Éfeso, Pablo establece un estándar tan alto como para exigir “Pero que la inmoralidad, y toda impureza o avaricia, ni siquiera se mencionen entre vosotros, como corresponde a los santos;” (Efesios 5:3). Si tú eres “inmoral o impuro”, dice, no tienes ninguna “herencia en el reino de Cristo y de Dios.”(Efesios 5: 5). Escribiendo de nuevo a toda una congregación, Pablo llama tal fornicación una de las “obras de la carne” (Gálatas 5:19).
Por supuesto, al igual que con todos estos requisitos, no vamos a ejemplificarlos perfectamente por lo que siempre hay que volver a las buenas nuevas de salvación y santificación por medio de Jesucristo. Pablo también dice que a pesar de que algunos miembros de la congregación habían sido “fornicarios” y por lo tanto no tenían herencia en el reino de Dios, comienza a alegrarse al expresar, “Y esto erais algunos de vosotros; pero fuisteis lavados, pero fuisteis santificados, pero fuisteis justificados en el nombre del Señor Jesucristo y en el Espíritu de nuestro Dios.”(1 Corintios 6: 9-11). Les recuerda que su pecado sexual está relacionado con el viejo hombre y sus malos caminos, no con el nuevo hombre y sus caminos rectos. Aun así, el llamado a la pureza sexual es uno de los mandatos más importantes y repetidos en el Nuevo Testamento.
Por lo tanto, esta calificación es un llamado a la devoción—devoción primeramente a Dios y luego a un cónyuge dado por Dios. Sin lugar a dudas es un llamado a alejarnos del adulterio, pero también a alejarnos de un corazón errante, de ojos errantes, o manos errantes. Es un llamado para cada uno de nosotros a ser puros y castos, a ser ejemplos en carácter y conducta, ya sea en el matrimonio o en la soltería. Es un llamado a los casados a buscar y disfrutar la relación sexual con su cónyuge y un llamado a los solteros a someter voluntariamente su sexualidad a la voluntad y el cuidado de un Dios de amor.
AUTOEVALUACIÓN
Para fortalecer tu lucha contra la inmoralidad sexual y tu esfuerzo hacia la pureza sexual, te animo a evaluarte a ti mismo a la luz de preguntas como las que están a continuación:
– A pesar de que tú eres imperfecto, ¿podrías estar delante el Señor y decir honestamente, “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el camino eterno”(Salmo 139: 23-24)?
– ¿Existen pecados sexuales que hayas cometido los cuales tienes que confesar y arrepentirte? ¿Hay algún o algunos pecados que hayas estado escondiendo y que necesitas sacar a la luz? (Salmo 32:3-7)
– ¿Existen ciertos escenarios o contextos donde eres especialmente propenso al fracaso sexual? ¿Qué precauciones has tomado para evitar estas situaciones? ¿Existen acciones radicales que todavía necesitas tomar? (Mateo 5: 27-30)
– ¿Sirve tu matrimonio como un ejemplo del diseño ideal de Dios para el matrimonio? ¿Estás enamorado de tu cónyuge? ¿Buscas regularmente la unión sexual con tu cónyuge? (1 Corintios 7: 3-5)
– ¿Disfrutas regularmente de entretenimiento que muestra desnudo explícito o que envilecen el diseño y el propósito de Dios para la sexualidad? ¿Te abstienes voluntariamente de toda forma de mal y te niegas a hacer del mismo un asunto trivial? (1 Tesalonicenses 5:22; Efesios 5: 3)
PUNTOS DE ORACIÓN
Si vamos a incrementar nuestra pureza sexual, mantenerla, y crecer en ella, debemos orar. Les animo a orar de esta manera:
– Oro para que me des el deseo y la sabiduría de proteger mi corazón de todas las formas de inmoralidad sexual. Yo oro para ser diligente en confesar y abandonar todo pecado sexual conocido. [Considera orar a través de Proverbios 6:23-35]
– Para los hombres: Oro para considerar a las ancianas, como a madres y a las mujeres jóvenes, como a hermanas, con toda pureza. (1 Timoteo 5: 1-2)
– Para las mujeres: Oro para considerar a los hombres mayores como a padres y a los hombres más jóvenes como a hermanos, con toda pureza. (1 Timoteo 5: 1-2)
– Oro para que purifiques mi corazón para que el pecado de adulterio—expresado incluso en pensamientos y miradas lujuriosas—pierda todo su poder sobre mí. (Mateo 5: 27-30) “Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, oh Jehová, roca mía, y redentor mío.” (Salmo 19:14)
– Oro para no desanimarme cuando peque. Por favor, déjame tener consuelo en el conocimiento de que cuando confieso mis pecados, eres fiel y justo para perdonar mis pecados y limpiarme de toda maldad. (1 Juan 1: 9)