Las cosas que han sido ciertísimas

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(Lucas 1:1-4)

 POR: REV. JULIO RUIZ*

Proposición:  Veamos la certeza de la verdad del evangelio para que amemos más a Jesús.

Uno de los retos de todo pastor es predicar, de acuerdo con lo dicho por Pablo en Hechos 20:27, “todo el consejo de Dios”. Esta tarea no es fácil, sobre todo porque nuestras predicaciones saltan de un tema a otro, tratando de llenar siempre las necesidades de una congregación que viene preguntándose “¿cuál será el plato de hoy?”.  Sin embargo, una manera de cumplir con el “consejo de Dios” es a través de las llamadas predicaciones expositivas, tomando los libros de la Biblia y dando a conocer su contenido histórico, exégesis y su aplicación para cada época.  Algunos de los beneficios de predicar a través de los libros de la Biblia, además de una dieta más saludable de alimento espiritual, es protege al predicador de predicar sólo sus partes favoritas de la Biblia, sin tomar en cuenta que “toda la Escritura es inspirada por Dios…” (2 Timoteo 3:16). Por tales razones, he sentido de parte del Señor la necesidad comenzar una nueva serie de predicaciones titulada: “Certidumbre en tiempos de la Inseguridad”, basados en el libro de Lucas, la obra más hermosa jamás escrita como ha sido llamada. Por qué Lucas. Porque él escribió el tercer evangelio y también el libro de los Hechos, dirigido a un mismo remitente (un tal Teófilo), y ambos libros forman hasta una cuarta parte del Nuevo Testamento. Por otra parte, porque de acuerdo con los expositores del propósito del libro, Lucas 19:10 debería ser el texto central del libro, mostrándonos a un Cristo muy humano, mientras lo muestran trascendente. Con esto en mente podemos estudiar a Lucas como un libro cuyo mensaje es Cristocéntrico, revelando a Jesucristo como Hijo de Dios, haciéndose Hijo del Hombre, viviendo una vida perfecta. Les propongo pues embarcarnos en esta nueva y enriquecedora aventura de estudiar este libro bajo la visión del “médico amado”, y como un periodista acucioso e investigador de sucesos. ¿Cuál es el propósito de este libro? Mostrar que la vida y el evangelio de Jesús es verdad v. 4. Veamos este contenido.   

        I.  EL EVANGELIO ES UNA VERDAD CONFIABLE

1. Por las cosas que han sido ciertísimas v. 1. Lucas comienza su libro revelando el trabajo de los “muchos” que se habían dado a la tarea de poner en orden las cosas “ciertísimas”, ya sucedidas, por lo tanto, este libro debió escribirse alrededor del año 63 d. C. Nos gustaría saber quiénes fueron esos “muchos” que describían los acontecimientos de Jesucristo, pero si pensamos en cada seguidor de Jesús, concluimos que cada uno de ellos debió escribir su propio evangelio. Mateo y Juan escribieron la versión de los hechos acerca de Cristo, pero ¿se ha puesto a pensar en el “evangelio” de un Zaqueo, la mujer samaritana, el ciego Bartimeo, Lázaro, María Magdalena, entre otros? La vida de Jesús dio tanto para escribir que nunca sabríamos de aquellos que estaban tratando “de poner en orden las cosas”. Y con esto concuerdan las palabras de Juan 21:25, quien habló de “otras muchas cosas que Jesús hizo”.  ¿Cuáles son estas cosas?  Aquellas donde la vida y la muerte de Jesús cumplieron las expectativas proféticas del Mesías, Salvador y Libertador. En este sentido veremos cómo en este evangelio hay más de treinta citas explícitas y cientos de alusiones al AT acerca de Jesús, incluyendo el encuentro de Jesús con los caminantes de Emaús a quienes les dio una clase de cómo las Escrituras antiguas se cumplieron en él (Lucas 24:27).

2. Por los testigos oculares y ministros de la palabra v.2. Definitivamente Lucas debió conocer a los demás apóstoles, probablemente después de la asunción de Cristo. Esto nos hace pensar que Lucas debió tener entrevistas con algunos de ellos para dar su propia versión de los hechos. Pero la entrevista mayor debió ser a la propia María. De hecho, la iglesia católica sostiene que Lucas es el “libro mariano”, por el lugar que ocupa María en los primeros capítulos. Pero si bien es cierto que Lucas habla mucho de María, eso no lo hace un “libro mariano”. Lucas debió hablar mucho con los “testigos oculares” y “ministros de la palabra” como los apóstoles. Ellos fueron los testigos más cercanos con quien seguramente Lucas habló para referirse en un evangelio confiable.  Ellos habían estado con Jesús “desde el principio” de su ministerio. Habían caminado con el Señor Jesucristo, habían oído lo que Él había dicho, lo habían visto morir en la cruz, lo habían visto con su cuerpo resucitado y lo habían visto ascender al cielo. Eran testigos oculares y ministros de la palabra. Ellos “transmitieron” lo que habían visto para este evangelio confiable.

3. ¿Qué hizo Lucas para dejarnos esta verdad confiable? Le dio crédito al trabajo hecho por otros, reconociendo a los muchos quienes ya estaban escribiendo la historia, eso habla que él no pretendió ser original. Lucas era de un carácter humilde, a pesar de su profundo conocimiento del idioma griego. Debo entender que Lucas como un buen investigador debió leer mucho de todas esas cosas “ciertísimas”, y al hacer tales lecturas, debió ir recopilando lo que era verdaderamente cierto.  Para el momento cuando Lucas escribe ya había muchos escritos, incluyendo leyendas, cartas y relatos acerca de la vida de Jesús, pero muchos de ellos formaron parte de los llamados “libros apócrifos”, de dudosa inspiración, y por tales razones no pasaban la prueba de un libro canónico o inspirado por Dios.  No sabemos cuántas historias debió escuchar Lucas para compilar la suya propia. Pero el punto central de esta hermosa historia, jamás escrita, es que todas esas cosas eran ciertas, confiables, no eran cuentos. Entonces ¿por qué su interés en escribir la historia de Jesús de acuerdo con su estilo y su conocimiento? La respuesta sería, porque el Nuevo Testamento estaría incompleto sin esta obra. El Espíritu Santo inspiró a Lucas para escribir su propia versión de los hechos, y revelarnos a un Cristo humano, sensible, siendo esto el real propósito de su libro.

      II.   EL EVANGELIO ES UNA VERDAD RAZONABLE   

1. Por su trabajo de investigación v. 3ª. Una de las cosas que siempre me llama la atención del NT es que, si bien Jesucristo escogió a doce apóstoles, y uno le falló, fue necesario escoger a Pablo para llenar la vacante, aunque los discípulos “por suerte” habían escogido a Matías.  Y de igual manera, aunque Jesús escogió a los doce, era necesario escoger a Lucas para completar el NT. Considere esto, el NT contiene 27 libros, pero de ese número 15 libros y cartas son de Lucas y de Pablo. Por lo tanto, ambos autores escribieron más de la mitad del NT. ¿No es esto interesante?  Con esto en mente, las palabras “me ha parecido a mí”, y las palabras “investigado con diligencia desde su origen”, recobran una importancia única para la obra que Lucas va a escribir. Todo esto nos muestra a un hombre preocupado por la exactitud de las cosas. Él va a escribir su primer libro acerca de su propio “entendimiento perfecto de todas las cosas desde el principio”. La investigación de Lucas fue acerca de las cosas que escuchó y leyó del testimonio de testigos oculares. La palabra “investigación” nos revela también que Lucas no basó esta obra sobre la base de rumores o cuentos y las leyendas circulantes. De esta manera, la investigación  inspirada del Espíritu nos dejó un libro con historias y hechos que no fueron narrados ni por Mateo o Marcos.

2. Por el orden en que se dieron los hechos v. 3b. Lucas fue un hombre humilde a pesar de sus profundos conocimientos. Esto queda evidenciado cuando en su “segundo tratado”, dirigido al tal Teófilo conocido como el Libro de los Hechos, no menciona por ninguna parte su nombre, sino que hace una aparición con los pronombres “íbamos” “nosotros” “nos embarcamos”, etc. Y por ese carácter humilde, cuando habla de hacer “un relato ordenado”, ni pretende ser el mejor de lo que ya otros han escrito, ni tampoco es un menosprecio, inclusive, al trabajo de narración que seguramente estaban haciendo los apóstoles, por ser “testigos oculares”. El propósito de Lucas es el de escribir esta información verdadera del Señor Jesucristo de una manera razonable y práctica. La idea de ese “orden” no es tanto cronológica, sino lógica. No se trata de poner cada acontecimiento en orden a partir de uno en adelante, sino poner los eventos para comprobar que todo lo referente a Cristo es una verdad razonable, porque fueron hechos ciertos.   Es aquí donde vemos cómo la inspiración del Espíritu Santo, y la personalidad del autor, se unieron para dejarnos este evangelio con tantas certezas, como la obra cumbre de la literatura mundial. Al final, las cosas escritas en orden por la pluma de Lucas fueron inspiradas por el Espíritu Santo.

3. Por la persona a quien escribió su obra v. 3c. Lo que hace más intrigante esta historia es la persona a quien Lucas le escribe, un tal Teófilo. No sabemos por qué Lucas decide escribir toda esta verdad e investiga a este hombre, quien al parecer era un influyente de su época. Su nombre significa “amigo de Dios” o “amante de Dios”, lo cual presupone para Lucas un hombre con una gran distinción por la palabra “excelentísimo”, al dedicarle esta obra. En este sentido, Lucas no tiene dudas, sino razones, para escribir este libro. Quería que su amigo Teófilo conociera la verdad por escrita (1:4), de manera que, al repasar sus bellísimos detalles, confirmara la veracidad de lo escrito por su amigo Lucas. Y como si esta historia le faltara algo más, Lucas le escribió otro tratado (Hechos 1:1-3), donde hace una conexión con el primer tratado, o sea el libro de Lucas, resaltando estas palabras “En el primer relato, oh Teófilo, hablé de todas las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar…” v. 1. De esta manera, cuando Teófilo leyó los dos tomos acerca de Jesucristo, comprobó una historia asombrosa, incluyendo la resurrección de Cristo, los 40 días apareciéndose, hasta ser ascendido al cielo. Lucas escribió la historia completa de Jesús.

     III.   EL EVANGELIO ES UNA VERDAD RECIBIDA

Una verdad bien conocida v. 4ª. Hasta ahora hemos visto la manera cómo Lucas ha sido un investigador diligente para darle conocer la verdad acerca de quién ha sido Jesucristo. Su método ha sido bien sistemático, como alguien lo apuntó: investigar (diligentemente); ordenar (cronológica y teológicamente); y documentar (en dos tomos). El excelentísimo Teófilo conoció una verdad de primera mano y de muy buena fuente. Desconocemos la relación que hubo entre Lucas y su remitente, pero el dedicarle los dos libros debió ser alguien con un profundo amor a Dios, y alguien en quien Lucas depositó estos dos documentos para que el mismo Teófilo divulgara la verdad ya conocida. Suponemos que cuando Lucas le dice esto a su destinatario, ya él sabía mucho de Jesús, pero Lucas percibe que Teófilo necesitaba de un fundamento más completo en la verdad, y los hechos acerca de Cristo y del nacimiento de la iglesia. ¿Por qué Lucas estaría interesado en esto?  Para que Teófilo no cayera en el error, pues la verdad ya era atacada, pero, sobre todo, para su salvación y su discipulado, porque ya estaba siendo instruido. Hermanos, ¿se imaginan a Teófilo teniendo estos dos tomos de la Biblia? ¿Pensó él en su trascendencia?

 CONCLUSIÓN: Cuando Pablo estuvo preso en Roma nos dejó esta frase: “Solo Lucas está conmigo” (2 Timoteo 4:11). Y la razón fue porque Lucas se había convertido en su “médico amado” (Colosenses 4:14).  Y es por esa revelación de Pablo acerca de Lucas, como médico, que vemos en su libro la revelación de un Salvador compasivo con los necesitados.  De este modo, mientras algunos evangelios hablan de los milagros de Jesús, Lucas habla de curaciones. Mientras otros evangelios hablan del soldado que le cortó la oreja al siervo llamado Malco, Lucas especifica que fue la oreja derecha y que Jesús restauró a su lugar el miembro amputado. Lucas afirma con exactitud que la suegra de Pedro “estaba afligida con una fiebre alta”.  Es Lucas quien hace una distinción entre una enfermedad física y una posesión demoníaca. Pero el ejemplo más grande de Lucas como médico es cuando describe la agonía de Jesús, en su oración, siendo como grandes gotas de sangre. En fin, Lucas nos muestra a un Cristomuy humano, misericordioso, entregando su vida para el perdón de nuestros pecados. Estudiemos este libro como lo estudió Teófilo, maravillándonos de esta historia, para amar más a quien es la razón de ella.   

     Julio Ruiz es pastor de la Iglesia Bautista, Ambiente de Gracia, ubicada en la 5424 Ox Rd. Fairfax Station, VA 22039 Tel. 571-251-6590 (pastorjulioruiz55@gmail.com)