EL EVANGELIO EN MARCHA
Por: Enrique Monterroza
A veces creemos que tenemos que llenar cierta cantidad de requisitos como para que Dios nos tome en cuenta para realizar determinada tarea. Yo veo a través de la Biblia hombres y mujeres que no tenían nada de especial, no tenían cualidades especiales que les hicieran merecerse ser usados por Dios, de hecho la mayoría de ellos eran personas normales como nosotros, con sus virtudes sí, pero con muchos defectos, sin embargo Dios no busca personas especiales para llevar a cabo su obra, sino que Él los hace especiales.
Por ejemplo:
Un Abraham de muy avanzada edad elegido especialmente para que por medio de él Dios levantara a un pueblo suyo. Un Jacob que toda su vida usurpó lo que no era suyo, pero Dios lo transforma y lo llama por primera vez como “Israel”. Un Moisés con un carácter impulsivo que asesinó a un egipcio, Dios lo lleva al desierto y lo convierte en el hombre mas manso sobre la faz de la tierra, ideal para ser el caudillo que libertaría a su pueblo de la esclavitud egipcia.
Una mujer prostituta llama Rahab que es utilizada por Dios para guardar la vida de los espías enviados por el pueblo de Israel a reconocer la ciudad de Jericó. Un Gedeón que se escondía por temor a ser muerto por el pueblo enemigo y que no se creía digno del llamado de Dios por ser el menor de su casa, pero Dios aun así lo llama y lo convierte en un juez libertador.
Un David no tomado en cuenta por su padre como candidato a ser el futuro rey de Israel, un joven pastor de ovejas, pero con una pasión especial por Dios para adorarlo y hacer su voluntad, joven, sencillo, humilde, pero Dios lo vio conforme a su corazón y lo eligió para ser el próximo rey de Israel y el mas memorable de la historia de su pueblo.
Un Isaías de mal hablar que cuando se mira delante de la presencia de Dios reconoce que es un hombre de labios inmundos, pero Dios utiliza a ese hombre como un profeta que menciona muchas de las cosas que el Cristo iba a experimentar cuando fuera su venida.
Un Jeremías temeroso y llorón que Dios utiliza para predicar a su pueblo durante muchos años. Un Jonás desobediente y rebelde que Dios utiliza para llevar un mensaje especial a la ciudad de Nínive.
Jesús elige a doce hombres normales, comunes, sin nada especial en ellos: Un Pedro con un carácter fuerte e impulsivo, un Judas que le gustaba tomar lo ajeno; Dos hermanos Juan y Jacobo llamados “Los hijos del trueno” peleoneros y con poca tolerancia. Un Simón el Zelote con ideas revolucionarias terrenales y no espirituales. Un Mateo que por ser cobrador de impuestos de su mismo pueblo, era tenido como traidor. Un Tomás con poca fe y así cada uno de los doce no tenía nada de especial y es que eso es lo hermoso de Dios, no toma lo especial, sino que LO HACE ESPECIAL.
Al igual que cada uno de los personajes que te he descrito nosotros no éramos especiales, no teníamos ningún don que nos hiciera merecedores del favor de Dios, es más la mayoría de nosotros ni sabíamos que teníamos algunas cualidades o dones que ahora desarrollamos para el Señor y eso es lo especial de Dios.
No se necesita tener excelentes cualidades para que Dios te use, no se necesita ser súper especial para que Él cumpla una misión contigo, Dios es quien nos hace especiales, Él es quien le da valor a nuestra vida.
Quizá los últimos días te has sentido despreciado por la gente, quizá tu misma familia te ha dado la espalda, quizá piensas que no eres nada especial como para que Dios te vuelva a ver y obre en tu vida.
Pueda que durante toda tu vida has escuchado frases de desprecio hacia ti, quizá tus mismos padres te dijeron algo que marco negativamente tu vida y cada palabra o frase que has escuchado durante toda tu vida te ha llevado a pensar que no eres especial para Dios, pero ¿Sabes que?, Dios no busca gente especial, Él los hace especiales.
La Biblia dice: “Y aunque la gente de este mundo piensa que ustedes son tontos y no tienen importancia, Dios los eligió, para que los que se creen sabios entiendan que no saben nada. Dios eligió a los que, desde el punto de vista humano, son débiles, despreciables y de poca importancia, para que los que se creen muy importantes se den cuenta de que en realidad no lo son. Así, Dios ha demostrado que, en realidad, esa gente no vale nada”.
1 Corintios 1:27-28 (Traducción en lenguaje actual)
Dios no busca gente especial, Él los hace especiales. Nunca creas que no tienes importancia, porque para Dios eres muy importante, si la gente no cree en ti, entonces déjalos, porque Dios si cree en ti y por eso comenzó un obra maravillosa en tu vida.
¡Eres especial para Dios, porque Él te ha hecho especial! “te he llamado desde los confines de la tierra, diciéndote: “Eres mi siervo”. Pues te he escogido y no te desecharé”. Isaías 41:9 (Nueva Traducción Viviente)