La historia de Karla…

0
143

EL EVANGELIO EN MARCHA

La historia de Karla…

LA ILUSIONADORA

Por: Enrique Monterroza

 

Karla era muy bella, pareciera sacada de un revista de súper modelos, tenía un gracia especial en su vida que la hacía atractiva a cualquiera que la viera. Sin embargo tenía un pequeño defecto, a sabiendas de que era pretendida por casi todo el que se le acercara, ella no ponía claro su sola necesidad de amistad y no de una relación.

Jonathan, era un chico muy tranquilo, no era muy sociable sin embargo cuando alguien se le acercaba descubría en él a una gran persona. Karla y Jonathan coincidieron una vez en un grupo de estudio y su investigación ese día hizo que comenzara en ellos una bonita amistad.

Jonathan no era tan buen parecido, pero su forma de ser era espectacular, Karla quedó muy impresionada que detrás de ese chico de no tan buen parecer hubiese una persona muy especial, así que su amistad continuó los siguientes días.

Como habían intercambiado números telefónicos, PIN BB, Facebook, Twitter y hasta por WhatsApp, hablaban todos los días, Karla cada día descubría en Jonathan un chico espectacular, que no la buscaba por su belleza sino por lo que dentro de ella había. Pero Karla acostumbrada a los halagos constantes y a ser pretendida por medio mundo, sintió como que su toque especial no hacía efecto en Jonathan, pues este en ningún momento le había hecho cualquier clase de insinuación hacia su belleza física o a algún sentimiento que sintiera hacia ella.

Así que Karla como las otras veces con otros chicos, comenzó a ir más allá, de pronto comenzó a introducir en sus recurrentes pláticas algunas frases, preguntas o palabras que querían comprometer a Jonathan para que le dijera que estaba bonita, que le gustaba o que sentía algo por ella. Por alguna extraña razón Karla tenía la urgente necesidad de sentirte deseada por todo el mundo, a pesar que no había duda de su belleza ella necesitaba que se lo recordaran todos los días.

Comenzó a compartir fotografías un poco comprometedoras con Jonathan, comenzó a insistir e insistir en conversaciones que ya no eran solo de amistad sino con insinuaciones para ver cómo reaccionaba Jonathan, sin embargo su misma timidez hacía que Jonathan no dijera mucho.

La verdadera intención de Karla no era entablar una relación de noviazgo con Jonathan, ella solo quería sentirse deseada como siempre, por eso trataba por todos los medios de que Jonathan le dijera algo similar que la hiciera sentir bien y alimentara en ella el ego de su belleza.

Con el pasar de los días y la insistencia cada vez mayor de Karla, Jonathan fue cediendo, en un principio Jonathan sólo busca en Karla una bonita amistad, pero Karla lo había confundido tanto que ahora Jonathan pensaba en Karla como una novia para él.

Convencido Jonathan que Karla cada vez le hacía más fácil el trabajo para declarar su amor, un día se armó de valor, y con palabras tímidas como el realmente era, le expresó todo que ahora sentía por ella, le dijo que con el transcurrir del tiempo había crecido en él un amor hacia ella y que sería el hombre más feliz si ella fuese su novia, pues era hermosa, inteligente y la mujer perfecta para cualquier hombre.

¡Por fin Karla obtuvo lo que quería!, el reconocimiento de Jonathan por su belleza, entonces se dio por satisfecha a lo que respondió con un tono pésimo a Jonathan: “¡No! ¿Cómo crees?, tú no eres de mi tipo, yo solo quiero amistad contigo, ¡No te confundas!”.

Esa conversación por chat fue la última que Jonathan y Karla tuvieron, pues desde entonces Karla bloqueó a Jonathan de todas sus redes sociales y de mensajería, ella había obtenido lo que quería a base de ilusionar de una manera cruel al pobre Jonathan.

La historia de Karla y Jonathan es una historia que hoy en día se repite muy seguido, chicas y chicos orientados por la necesidad de sentirte queridos, deseados, pretendidos ilusionan de la forma más cruel a otros chicos o chicas que solo veían en ellos una amistad, pero que aquella insistencia de sentirte pretendidos hizo que se confundiera y dieran un paso en falso para expresar lo que verdaderamente sentían, para luego recibir un NO rotundo con la excusa del ilusionador o ilusionadora de que nunca habían sentido nada.

Hoy en día hay una obsesión bárbara por querer verse bien, por querer verse “hermosos”, hay muchas chicas y muchos chicos que parecieran que se están vendiendo en sus perfiles de redes sociales, porque sus fotografías lo único que dicen es: “¡Mírame, soy hermosa!”, no es necesario que los demás te confirmen lo hermosa que eres, pues eres una princesa de Dios y eres hermosísima.

 

La Biblia dice: “La hermosura es engañosa, la belleza es una ilusión; ¡sólo merece alabanzas la mujer que obedece a Dios!” Proverbios 31:30 (Traducción en lenguaje actual).

 

 El único reconocimiento que tienes que buscar es el de Dios, no el del hombre, la hermosura es engañosa, es temporal, es solo una ilusión, en cambio el obedecer a Dios, vivir para Él y hacer su voluntad es lo que realmente importa.

¡Nunca juegues con los sentimientos de otras personas!, si no te gusta o no piensas tener una relación sentimental con esa persona, ¡No la ilusiones! Nunca sabes las consecuencias que pueden traer tus falsas esperanzas y lo doloroso que será para la otra persona reponerse de esa desilusión. ¡Nunca te aproveches de tu belleza! (Fuente: www.enriquemonterroza.com)