Por: Francisco Aular (faular @hotmail.com)
Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra. 2 Crónicas 7:14 (RV60)
“Dios creó los cielos y la tierra a través de Su Palabra. Dios lleva y guía a Su iglesia a través de Su Palabra. Dios obra, opera y bendice por Su palabra. Bienaventurado aquel que oye, aquel que entiende, aquel que VIVE por esta Palabra”. Leonard Ravenhill
¿CUÁNDO DEBEMOS VOLVER A LA BIBLIA?
¡No hace falta volver a la Biblia cuando no podemos responder sinceramente a las preguntas: ¿Qué hace que mi vida tenga un propósito para vivir? ¿Tengo la vida eterna “vida zoé” a través de JESUCRISTO? ¿Tengo la libertad, la verdad, la fe, el amor y la esperanza viviendo en mí? ¿Hemos perdonado a todos los que nos han ofendido? ¿Existe alguna malicia en nuestro corazón, rencor, odio o enemistad en nuestros corazones? ¿Vivimos en competencia con otros, alimentamos resentimientos, y hemos rehusado reconciliarnos?
¡Necesitamos volver a la Biblia! Cuando: ¿Nos ponemos coléricos fácilmente? ¿Nos exaltamos por dentro? ¿Acaso damos ocasión a la ira por considerar que se nos ha ofendido? ¿Hay sentimientos de celos? Cuando se prefiere a otro antes que a nosotros, ¿nos invade la envidia? ¿Tenemos celos de aquellos que pueden orar, hablar, y hacer las cosas mejor que nosotros? ¿Nos volvemos impacientes e irritables con los demás? ¿Acaso hay pequeñas cosas que nos abruman y enojan? ¿O somos dulces, calmados, inconmoviblemente positivos bajo todas las circunstancias? ¿Se nos ofende fácilmente? Cuando la gente no se da cuenta de nuestra presencia y nos esquiva sin dirigirse a nosotros, ¿nos duele? Si se atiende a los demás y a nosotros se nos deja de lado. ¿Cómo nos sentimos?
¡Necesitamos volver a la Biblia!
Cuando: ¿Existe orgullo en nuestros corazones? ¿Nos vanagloriamos de nosotros
mismos? ¿Sentimos que sin nosotros, ese ministerio, esa área o nuestra iglesia
no podrá seguir bien? ¿Pensamos que todos los demás están equivocados y solo
nosotros tenemos la razón? ¿Hemos sido deshonestos? ¿Son nuestros negocios tan
limpios que pudiésemos emplear al mismo SEÑOR JESUCRISTO? ¿Están nuestros
negocios abiertos y limpios para enfrentar cualquier censura? ¿Damos un metro
por un metro? ¿Un litro por un litro y un kilo por un kilo? ¿Hemos estado
murmurando de otras personas? ¿Calumniamos el carácter de otros? ¿Somos
chismosos y entrometidos en la vida privada de las otras personas? ¿Criticamos
sin amor, duramente, severamente? ¿Estamos siempre hallando fallos y buscando
las equivocaciones de las demás personas?
¡Volvamos a la Biblia! Cuando: ¿Le
robamos a Dios? ¿Le robamos el tiempo que le pertenece a El? ¿Hemos retenido
nuestros diezmos y ofrendas? ¿Enfatizamos tanto el amor de Dios que nos
olvidamos de Su justicia? ¿Somos mundanos en nuestra manera de vivir? ¿Nos gusta
el brillo, la pompa y la gloria de esta vida? ¿Existe una diferencia entre el
vivir de nuestros amigos mundanos y nosotros? ¿Hemos robado? Tomamos cosas
pequeñas que no son nuestras?
¡Volvamos a la Biblia! Cuando ¿Vivimos preocupados y ansiosos? ¿Dejamos de confiar en Dios en cuanto a nuestras necesidades temporales y espirituales? ¿Estamos continuamente sufriendo penalidades sin haber llegado a ellas? ¿Somos culpables de inmoralidad? ¿Dejamos que nuestra mente aniden imaginaciones impuras e impías? ¿Somos veraces en nuestras afirmaciones, o exageramos y con ello transmitimos falsas impresiones? ¿Mentimos con facilidad?
Estas son algunas cosas, tanto negativas como positivas que detienen la obra de DIOS en medio de Su pueblo. Por ello, ¡Humillémos delante de DIOS!: ¡Volvamos a la Biblia!
PERLA DE HOY: La PALABRA de DIOS tiene como propósito, no meramente
informarnos, sino transformarnos.