EL EVANGELIO EN MARCHA
La germinación de la semilla, un proceso natural
Por: Boris López, Tabernáculo Bíblico Bautista, Manassas, Virginia (borislopez986@yahoo.com)*
Como la aprendí de mis mentores, siempre ha sido una estrategia de crecimiento de la iglesia, el realizar labores evangelísticas de persona a persona, en los parques, en la calle, en los buses. En el área de las misiones se realiza casa por casa. Allá por el año 1999, recibí el liderazgo de una misión en la ciudad de Atiquizaya, en El Salvador, ciudad fronteriza con Guatemala, y que posteriormente la inauguramos como iglesia con el pasar del tiempo, un año mas tarde. Fue allí donde desarrollamos el ministerio de evangelismo con todo nuestro potencial. Creo que el evangelismo personalizado es uno de los ministerios que requiere de gran valentía sobre todo cuando nos exhibimos como seguidores de Cristo como obreros aprobados, como prueba testimonial de su realidad. De tiempo en tiempo relacionaba, para tal efecto, una combinación de las salidas evangelísticas a los pueblos circunvecinos para motivar las asistencias, sobretodo cuando el número de servidores de evangelismo disminuía, se me ocurría que podía combinarse el ministerio, con una salida familiar, y planeábamos ir a un lugar exactamente entre Guatemala y El Salvador, un punto fronterizo, ciego por cierto, llamado El Portillo. Eso incluía llevar unos sándwiches, sodas y también darse un chapuzón en el río que divide los dos países, lo que era una gran motivación, y de esa forma recuperábamos en gran manera la asistencia.
Pero la historia apenas comenzaba. He podido ser testigo de la semilla del sembrador que está descrito en Mateo 13: 1-9 “Aquel día salió Jesús de la casa y se sentó junto al mar. Y se le juntó mucha gente; y entrando él en la barca, se sentó, y toda la gente estaba en la playa. Y les habló muchas cosas por parábolas, diciendo: He aquí, el sembrador salió a sembrar. Y mientras sembraba, parte de la semilla cayó junto al camino; y vinieron las aves y la comieron. Parte cayó en pedregales, donde no había mucha tierra; y brotó pronto, porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemó; y porque no tenía raíz, se secó; parte cayó entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron. Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto, cuál a ciento, cuál a sesenta, y cuál a treinta por uno. El que tiene oídos para oír, oiga.”
Nuestra producción de profesiones de fe, es decir de personas que oraban para recibir a Cristo como Señor y Salvador de sus Almas promediaba las cincuenta por visita a ese lugar, las cuales desarrollamos por varios años. El tiempo pasó y lo que quizás pasó inadvertido para mi, es que una gran verdad bíblica se estaba materializando, aquella semilla que cayó en buena tierra, con el tiempo dio fruto. Aquellas personas que recibieron la semilla del evangelio había germinado en los corazones de los que creyeron y como un proceso natural, dio fruto a treinta, a sesenta y ciento por uno, de modo que en aquel lugar, donde no había un tan solo templo cristiano evangélico, hoy día se ha construido al menos un par de templos de capacidad para varias decenas de personas.
El proceso de la germinación de la semilla del evangelio es un proceso natural, hay que regar la semilla, hay que salir a las calles a decirle a las personas que Cristo les ama, que lo reciban en sus corazones y dejar que la semilla germine, no dependerá de nosotros, es una cuestión natural. Estoy muy emocionado, estos domingos pasados nuestra producción de almas ha roto records, de personas que confiesan a Cristo, estoy seguro que en el futuro, cuando esta semilla germine, mas y mas personas buscarán de Cristo. Hace poco me saludó una joven y me dijo “Dios le bendiga”, me contó que se está congregando, fue un gozo inmenso, hace unos meses atrás lo ganamos a Cristo. Esa semilla germinó Y HA DADO FRUTO.
Sigamos predicando porque la germinación de la semilla es cuestión de tiempo, depende de Dios, no de nosotros. Amigo: abra hoy su corazón a Cristo y deje que la semilla del evangelio germine en su interior
*El pastor Boris López, es graduado del seminario de la Misión Bautista Internacional de El Salvador.
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