EL EVANGELIO EN MARCHA
Por: Boris López, Tabernáculo Bíblico Bautista, Manassas, Virginia (borislopez986@yahoo.com)*
La Salvación de nuestra Alma, la vida eterna, no es un sentimiento, es una doctrina, y es importante conocer el proceso por medio del cual, Dios nos la ha presentado para que de esa forma la podamos entender, en los siguientes pasajes veremos el ABC de nuestra doctrina:
1 – LA CULPABILIDAD DEL HOMBRE: El hombre ha abierto una distancia entre él y Dios, a causa del pecado, a causa de la desobediencia y es la condición del hombre natural un estado de condenación, todos los hombres tenemos este estado de culpabilidad. Romanos 3:23 “..por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”, lo que quiere decir es que el hombre en su condición actual está liquidado, debido al pecado en el que vive.
¿Ha pecado usted alguna vez? La intención del corazón también cuenta para nuestra condición de culpabilidad, Jesucristo enseñó también que la intención del corazón también hace pecar: Mateo 5:28 “Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón”. De modo que en base a este pasaje, no ejecutar el acto no significa que no se haya hecho el pecado, con solamente desearlo ya estamos en pecado.
Existe también una condición de hipocresía espiritual actualmente, hay hombres que de dicen ser “buenos”, igual los había en tiempos de Jesús, aquellos que se creían que no tenían porqué ponerse a cuentas con Dios, así los hay hoy en día, aquellos que dicen que hacen buenas obras o que se portan bien, eso no es mas que una hipocresía espiritual a la luz de la palabra de Dios: Mateo 23:14 “Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, y como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor condenación”.
2 – LA PROVISION DE DIOS. En el antiguo testamento, estableció Dios un sistema ritual para poder cubrir los pecados, el sistema levítico, en donde el hombre pecador, presentaba sus ofrendas ante el sacerdote, para que este ejecutara la libación, pero una vez al año se presentaba el sumo sacerdote para hacer la expiación completa por el pueblo de Israel, con un cordero sin mancha. Esta figura es la que toma forma y lugar en Cristo, siendo él ese cordero sin mancha, que se presenta como pago por nosotros en la cruz del calvario, la ofrenda ya está entregada. Como el mismo testimonio de Juan el Bautista: Juan 1:29 “El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo”. Muchos podrán decir que les resulta muy fácil o que no creen en la dádiva de Dios para, pero la palabra de Dios es clara: Romanos 5:8 Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aun pecadores, Cristo murió por nosotros. Por eso es que la salvación parece fácil, lo cierto es que debe de hacerse desde lo profundo del corazón, es en verdad un acto de corazón el creer: Juan 5:24 “De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida”.
3 – LA CONFESION. Tomando un tiempo aparte, en conocimiento y en conciencia, debemos de tener ese encuentro personal con Cristo, a través de un momento de fe, que es el que marca para siempre nuestro destino eterno. Romanos 10:9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.” Sencillo, la Salvación no es a través de alguna penitencia, es a través de la fe, de creer en Cristo Romanos 10:13 porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.
4 – EL RESULTADO. Ahora que hemos seguido el proceso, culpabilidad, la provisión de Dios, no queda mas que conocer el testimonio de la palabra de Dios en cuanto a la condición de aquel que ha creído en Cristo y ha creído a la palabra de Dios, y es en ese testimonio en el cual debe estar basado nuestro entendimiento y doctrina: 2 Cor. 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. La condición es sencilla, si recibes a Cristo, tienes vida eterna, si no tienes condenación, si tienes a Cristo eres nueva criatura, eres un hijo de Dios: Juan 1:12 “Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”.
La salvación es un proceso, el de creer, la palabra de Dios nos muestra que no es de los hombres como para que dudemos o creemos nuestros propios teoremas, es en verdad una doctrina, no proviene de los hombres, es un don de Dios, por eso podemos considerarnos con un destino eterno en Cristo, porque la salvación no es de los hombres, es de Dios! Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe Efesios 2: 8-9. Crea pues en Jesucristo y asegure su destino eterno.
*El pastor Boris López, es graduado del seminario de la Misión Bautista Internacional de El Salvador.
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