EL EVANGELIO EN MARCHA
Sembrando Futuro
DEPOSITA BENDICIONES
Por: Pastor Juan Arispe
Efesios 4:29 “Eviten toda conversación obscena. Por el contrario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de edificación para quienes escuchan”
Las palabras son recipientes de poder, sean constructivas o destructivas. Lo que decimos a los demás, puede deshacer, maltratar, herir, confundir, entristecer, desanimar o animar, fortalecer, rehacer, construir; todo depende de lo que salga de tu boca. Mateo 15:11 “Lo que contamina a una persona no es lo que entra en su boca sino lo que sale de ella”.
Observe cómo reaccionan las personas cuando saben que usted las está defendiendo, que está a su favor y que quiere lo mejor para ellas. Muchas veces estarán dispuestas a cambiar sabiendo que no las condenarás, que no intentarás aplastarlas o hacerlas que se sientan mal consigo misma.
Si haces tu prioridad, que el saldo de tu cuenta relacional sea de bendición, tendrás menos problemas para que la gente reciba tus sugerencias o correcciones. Las personas necesitan ser alentadas. Hay suficiente desánimo y respuestas negativas que provienen del mundo. Nosotros que somos portadores del Espíritu Santo, operamos en un nivel diferente pudiendo llevar palabras de aliento y fortaleza a aquellos que están en tribulación, angustia, etc.
Las palabras escogidas de manera apropiada pueden cambiar las vidas de las personas que te rodean y hacerlas mejor. Satanás está atacando fuertemente a las familias hoy por hoy. Por lo tanto debemos ser muy cuidadosos con las palabras que salgan de nuestra boca, para nuestra esposa (o), hijos, hijas. Recuerde que usted puede usar sus palabras para sanar las relaciones o destruirlas. Santiago 3: 9-10 “ Con la lengua bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ellas maldecimos a las personas creadas a imagen de DIOS. 10 De una misma boca sale bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así”.
Las palabras escogidas de manera apropiada realmente pueden cambiar las vidas para mejorarlas. Hay estudios que demuestran que se necesitan cinco elogios por cada frase descalificadora. Lamentablemente, en nuestra sociedad, esa relación es totalmente opuesta, es decir por cada 5 palabras de críticas, se da una palabra de elogio.
Por ello, no es de extrañar que las relaciones humanas en este momento estén tan deterioradas, ya que no dedicamos el tiempo ni las palabras correctas, cuando compartimos con nuestra familia o con las personas que nos rodean. Es por todo lo anterior que hemos sobregirado nuestra cuenta con un saldo negativo por los depósitos que hacemos, con palabras de desconsuelo, de crítica, de desánimo.
El hecho de corregir a alguien no significa que lo vas a empequeñecer o hacer que se sienta insignificante. Recuerda no le digas o le hagas a los demás, lo que no quieres que te digan o que te hagan a ti. Si quieres hacer un gran depósito de bendiciones en la cuenta del otro, cuando se equivoquen y se den cuenta de su error, no hagas un alboroto, ni lo condenes, extiéndele la mano y ayúdalo dándoles palabras asertivas, esperanzadoras. No avergüences a tus hijos delante de sus amigos o compañeros. No avergüences a tu esposa (o), con palabras descalificadoras, impropias.
Tus palabras positivas tienen el poder de darle a la vida de la gente un giro, la posibilidad de elevar a alguien por sobre la derrota y el desaliento, para que avancen hacia la victoria. Un depósito con potencial edificador. Recuerda que siempre habrá alguien cerca de ti, que necesita justo algo así, no lo dejes pasar, son tan solo quince o veinte minutos de inversión en la cuenta de bendiciones que tiene contigo.
Todos necesitamos ser animados. Esposo (a), nunca serán demasiadas veces la que digas frases alentadoras, fortalecedoras, amorosas a tu pareja. Haz que su cuenta emocional crezca. Aprende a elogiar a la gente con toda libertad. Evita toda prepotencia que no te permita estar un buen tiempo con aquellas personas que te estiman y están cerca de ti y que tal vez estén esperando una palabra de aliento de parte tuya.
Esfuérzate para que todos con quien tienes contacto, se sientan especiales. Siembra una semilla de esperanza en cada persona que te cruces a diario. Como parte de tu relación con DIOS puedes dar bondad y aprecio a todas las personas con quien te cruces: en el banco, en la estación de servicio, en la barbería, en el supermercado. RECUERDA SIEMBRA HOY Y COSECHARAS MANANA
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